Joaquín Palacios proyectó en privado y decretó públicamente lo que finalmente se materializó en marzo, cuando se presentó en Lollapalooza en la misma edición que tuvo el histórico show de Blink 182, una de las bandas de cabecera de un reggaetonero bastante poco convencional.
“Siento que aún falta por demostrar varias cosas. Hemos trazado un buen camino, hemos hecho un buen fanbase, pero ahora falta la consagración, así como dar ese siguiente paso, estar a otro nivel profesional. (...) Se podría decir pegarse, captar un público más masivo, tocar más, ir a más festivales y poder hacer más cosas como poder llevar la experiencia a otro nivel en cuanto a los shows”.
En conversación con Marco Oyarzún, en estas mismas páginas, el año 2020, Joaquín Palacios, de 28 años, cuyo nombre artístico es Easykid, decretaba lo anterior.
A las 18:30 del domingo 17 de marzo en el Perry’s Stage de Lollapalooza, la proyección de Palacios se volvía parte de la realidad material.
Antes de subir al escenario, el cantante habló de esto a distintos medios. “He visto los tres días el festival desde el público, igual como siempre lo he hecho, pero sabiendo que el domingo me toca cantar a mí. Esa hueá ha sido épica. Me han pedido fotos, pero piola, y ha sido algo muy bonito. Los otros dos días me he devuelto caminando como cualquier persona del público, en metro, como siempre. Esto ha sido como un sueño, lo estoy disfrutando mucho”, le dijo por ejemplo a La Junta Plus.
A Canal 13 le comentó: “Cantar en el Lolla es algo que visualicé, que soñé, lo escribí en una pizarrita. Y lo logramos. La Darkera está acá”.
Una vez sobre el escenario, se refirió a su público así:
“Los quiero mucho, muchas gracias. Cuando llegué a Santiago el 2019 soñaba con el Lolla, con hacer música y tener una fanbase como ahora. Y en algún momento pensé que eso nunca iba a pasar. Que este día nunca iba a llegar. Hice una canción sobre eso y quiero que canten conmigo si se la saben”.
La canción era “Pensando en tu C”, lanzada el año 2020, cuando cantarla en un escenario de esa magnitud era literalmente un sueño.
“Estoy perdido pero aún no me siento un perdedor
Yo sé que muchos se sienten así como me siento
La vida e’ una micro sin ningún asiento
Avanzo y no descanso, me quieren hacer brillar
Hoy día estoy llorando, mañana vo’a celebrar”.
El largo camino (1335 km) a Lolla
“Me acuerdo que me vine a vivir a Santiago desde Antofagasta en el 2019 y dije: me voy a dedicar a esto, voy a darle con todo y si no funciona me devuelvo a mi ciudad”, contó a Rolling Stone.
Una entrevista concedida a La Tercera el año 2020 profundizó en esa migración y las decisiones que tuvo que tomar. Allí contó que abandonó la carrera de administración de empresas. El primer paso del arriesgado plan era la creación de su primer EP: Visionari (EP).
“Para mí el EP, y lo refleja la portada, es un proceso de querer salir de lo peor. La lágrima, la música, las letras: es lo mejor que he hecho en mi vida para lograrlo”, contaba ahí. Ese trabajo refleja los momentos de ansiedad, insomnio y muchas dudas respecto de si iba poder asentarse en la capital.
“Tuve esa presión de estar 10 meses gastando plata que de repente no tenía, dudando de si terminaría bien. Durante el año fui solo dos veces a Antofagasta y directo a cantar. No quería moverme de Santiago, estaba pendiente de lo que podía salir: alguna canción, algún video o cualquier oportunidad”, contó.
El 2021, documenta Rolling Stone, vino el álbum debut “+Xqa” (Más Chimba que Ayer), el cual, según la publicación internacional “rápidamente alcanzó gran popularidad a través de canciones como ‘-10′, ‘Vea Pues’, ‘Wau’ ft Young Cister y ‘Bellakera’ ft. DrefQuila”.
El salto más alto vendría como resultado de la expresión de mayor vulnerabilidad del antofagastino. Su momento más luminoso vendría consecuencia de literalmente su momento más oscuro: su dark era.
“Todos muestran el lado bonito, el resultado de las cosas, pero no todos muestran el proceso, la darkera es justamente el proceso, de muchas cosas que ocurren y estados vulnerables cuando todo sale mal, se trata de todas cosas que se tienen que vivir para después romperla”, explicó el 2023 a ChiIevisión en una nota a propósito del lanzamiento de “Sorry, estoy en mi darkera”.
“En el disco están mis inseguridades, miedos, enojos con la vida y la industria. Sentimientos de disconformidad, de cosas que me hacen sentir bajoneado. Al mismo tiempo, para mí son esas las cosas que me hacen decir esperense, ya van a ver. Es como Batman cuando está en las sombras, en una volada entera dark, pero internamente está experimentando un cambio”, profundizó.
Además de Batman, otras influencias bastante distintas al universo corriente del reggaeton, y que distinguen a Easykid del resto, son su fanatismo por el animé y la lucha libre, el rock e incluso la moda, interés que explora a través de su marca de
La importancia de ese proceso y de ese resultado, Joaquín decidió plasmarlo con un tatuaje en las palmas de sus manos: “Fue incómodo unos días pero el resultado fue bacán, la portada del disco se ve bacán, para eso lo hice. Es el arte al final”.
El culto siempre gana
Hasta los 15 años, Joaquín tuvo como nombre artístico “Juakisimo Crazy”. Fue una canción en la cual decía “Take it easy, Kid, que le quedó dando vuelta y se transformaría en su nombre definitivo junto al romántico aka “lil xayan” (por Chayanne).
Antes de cualquier nombre, hubo un hombre que fue clave en la transformación de Joaquín en artista: “Mi abuelo es mi mejor amigo, me incentivó a hacer música, me dio esa confianza de que era bueno y gracias a él estoy haciéndolo”.
En su capítulo de La Junta profundizó sobre ese vínculo: “Me quedaba mucho donde mi tata, en cierto sentido fue como mi papá. Y ahí veía harto MTV. Después de verme intentando tocar una guitarra de palo que había, me regaló una eléctrica”, dice emocionado.
Cuando su interés artístico gravitó hacia el rap y el trap le dio vergüenza mostrarle las canciones que estaba haciendo junto a su grupo KWSAD. Su abuelo falleció el 2013, mucho antes de que Easykid se convirtiera en uno de los actos de música urbana más reconocidos y con mayor proyección del país.
Antes de las entrevistas y perfiles en medios, de los discos conceptuales, de las colaboraciones con artistas internacionales como Paulo Londra, Trueno o connotados chilenos como Pablo Chill-E, Drefquila, Kidd Voodoo.
Antes de tener a su Culto, como se ha hecho llamar su fanaticada, llenando todo lugar donde se presenta, tatuándose sus canciones y su característico gorrito con cachos. Antes de Lollapalooza y el festival REC.
“Para mis cumpleaños o Navidad siempre le pedía a mi abuelo cedés y me los compraba”, recuerda en La Junta. Esos discos, dijo, eran de bandas como Green Day o Blink 182, la misma banda que acaba de tocar por primera vez en Chile en Lollapalooza, el día antes de que Easykid se presentara por primera vez ahí mismo.
¿Qué le deparará el futuro a Easykid? Imposible saber. En La Junta y varias entrevistas ha expresado que no es de su interés ser una sensación viral ni tener los números más impactantes. Su apuesta es el largo plazo y más aún, la trascendencia. Un legado artístico que se sostenga en el tiempo.
Dentro de lo material, concreto, en Canal 13 proyectó lo siguiente: “El 2025 podría ser un Movistar o algo así, uno nunca sabe. Hay que trabajar, ser constante y ver dónde nos lleva todo”.