El bueniteo y el pailitacore (o mi problema con el Cavish)

El bueniteo y el pailitacore (o mi problema con el Cavish).
El bueniteo y el pailitacore (o mi problema con el Cavish).

“Todos esos weones que se afirmaron de Almighty acá, que llegaron a sacarse fotos, que a regalarle weás, que esto que esto otro pa sus redes, ni uno de esos weones le compró ni un pasaje, ellos no lo ayudaron, estuvieron ahí pal rato, pa la fama, pa la foto” (Ben Bulgari).

Los actos solidarios de los cantantes pegados son el lado luminoso de la música urbana chilena. A través de ellos, un grupo de jóvenes artistas locales se han convertido en líderes sociales positivos y en referentes para las infancias y juventudes que vienen de abajo. Todo en base al poder de sus canciones, sin tener que colgarse de nada ni de nadie.

Digan lo que digan del género, sus exponentes han devuelto la mano con creces. Después de los incendios, Cris MJ donó cinco casas. Cuando hubo inundaciones, Pailita se puso con 40 millones de pesos. Pablo Chill-E lleva más de cinco años con la Coordinadora Social Shishigang. Pronto viene la Teletón y el himno lo canta Kidd Voodoo.

A esta altura, ya es parte del manual. En momentos de extrema urgencia, todo artista urbano chileno que se precie de ser exitoso tiene que salir en ayuda de los más necesitados. Y no solo eso, sino que también debe comunicarlo de forma hábil. Se trata de dos casillas a chequear en la lista de requisitos para ser masivo en los tiempos corren.

Retorcidamente, esto ha convertido a los actos solidarios en un símbolo de status. No olvidemos la funa a JB the Voice por ir a Viña durante los incendios bajo el pretexto de ayudar, cuando lo que buscaba realmente era tener en sus redes sociales lo mismo que tenían sus colegas más pegados: un video con los damnificados desde el lugar de la tragedia.

Esto me lleva al Cavish, un cantante que se autodefine en Instagram así: “Hago música consciente y con lo que gano ayudo a las personas de bajos recursos”. Mientras escribo esto, hay un tema suyo en el top 20 de las tendencias de YouTube. La canción se llama ‘Mi manto’ y es un FT junto a dos artistas: el nacional Batmanx y el mismísimo Almighty.

‘Mi manto’ es una adaptación de ‘Starboy’ de The Weeknd con Daft Punk, aunque también podría definirla como una “Christian Version” por la orientación religiosa de su letra, interpretada prácticamente en su totalidad por Cavish y Batmanx. Ambos entregan un mensaje positivo y optimista que es todo lo contrario al malianteo. Yo le digo el bueniteo.

El rol de Almighty en ‘Mi manto’ se limita al coro, aparte de unos segundos en la intro. Su presencia resulta espectral. Como si no fuera alguien de carne y hueso, sino solo un holograma de sí mismo. Es pura posproducción. El Siervo suena tan ausente y desconectado del tema como los raperos gringos muertos en los FT de sus discos póstumos.

Este single aparece tras el publicitado encuentro del Cavish con Almighty, horas después del brote psicótico en que hizo un live escapando de un secuestro imaginario. Como basa su marca personal en la ayuda al prójimo, Cavish presenta el tema como un acto solidario más y hasta dedica una porción del tema a orar por Almighty. Literal.

Para mí, esto huele a podrido. Si un artista tiene una crisis de salud mental en público, ir a buscarlo para sacarse fotos y hacer contenido me parece realmente cruel. De igual forma, encuentro de mal gusto el timing de la publicación del tema, con la vida de Almighty cayéndose a pedazos. Todo me transmite falta de empatía y hambre de likes.

Hasta ahora, Cavish tiene menos de 5 mil oyentes mensuales en Spotify y su video más visto no llega a 600 mil repros. Me van a disculpar, pero yo a este personaje de las redes y su estilo tan pailitacore los miro arqueando la ceja. Los pegados usan su fama para impulsar actos solidarios, pero el Cavish usa los actos solidarios para impulsar su fama.

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