El gran combate de Julianno Sosa

En diciembre del año 2022, publicamos el perfil “Julianno Sosa, un trapero chileno suelto en Miami”, donde reconstruimos la historia de uno de los próceres del trap en Chile. Por ese entonces vivía en Miami y no tenía en sus planes volver a su país natal.

Pero los planes que uno tiene son una cosa y los planes que la vida tiene son muchas veces otros.

En diciembre del 2023 y tras un accidentado regreso que incluyó serios líos con la ley allá y luego acá, Pozo César Martínez (26 años, nacido en Puente Alto) marcaba un hito histórico para su carrera con un show en el Movistar Arena titulado “Finalmente Libre” y que incluyó las apariciones de su hermano Pablo Chill-E, Polimá Westcoast, Kidd Tetoon, Young Cister, King Savagge y Jordan 23.

Entonces la crónica terminaba con la siguiente frase y/o promesa.

“La peli continuará”.

Es diciembre de 2024 y Julianno Sosa aparece en un afiche en blanco y negro, de perfil, sin polera y con el cuerpo a estas alturas ya casi completamente tatuado y tonificado.

Aparece con las manos levantadas, en posición de combate. El poster no anuncia un show de música sino que una pelea de box con todas las de la ley: “Velada de boxeo”.

“Esto empezó porque quise hacer un cambio físico. Partí yendo a un gimnasio pero me aburría y no le encontraba el gusto, se me hacía difícil. Entonces me fijé que en el gym había un cuadrilátero, un ring. Me puse a mirarlo hasta que un boxeador me invitó a entrenar y nunca más me detuve”, relata.

“Cuando era chico tuve problemas de disciplina y el profesor de educación física me metió a hacer atletismo”, cuenta rememorando cuál era su aproximación con la vida deportiva hasta antes de esta experiencia.

“Siempre me gustaron los deportes de contacto, todos los encuentro ficha, pero el boxeo es más técnico, más de pensar, no es tan solo pegarse patadas en el hocico. Es combo limpio y bien pegado, con reglas muy claras que lo hacen de caballero, pescarse a combos pero como caballero”, complementó el cantante en una reciente entrevista con radio Los 40.

LOS COMBATES DE JULIANNO

“La pelea es la que se da fuera del ring. Para llegar a la categoría en la que se pelea hay que cuidar el peso, para eso cuidar la dieta, entrenar dos veces al día, salir a correr, hacer sparring. No es fácil pero te enorgullece y llegas al ring con la convicción de haber ganado la de afuera, que es la más fuerte”, explica Sosa en la citada entrevista.

“Esto incluye - agrega- no salir a la disco, no comerse esa hamburguesa con papas, tu dieta se convierte básicamente en pollo y lechuga. Como dejas los carbohidratos a veces andas cansado. Muchas veces me acuesto cansado y me levanto medio cansado pero aún así entreno”.

Allí también mencionó que entre sus referentes está la boxeadora chilena Isis Mascareño y los boxeadores Felipe Treceanao, Andrés Campos, el luchador Ignacio “Jaula” Bahamondes.

En abril de este año, Julianno vivió quizá el más complejo de los cinematográficos episodios que a su corta edad ya ha protagonizado, cuando llegando al rodaje de un videoclip fue abordado por desconocidos y terminó en el hospital de Peñaflor con dos impactos de bala: uno en el hombro y otro en el brazo derecho.

Al respecto y luego de ser dado de alta, escribió en su Instagram: “Esto me hace más fuerte, sigo luchando contra esos demonios, pero seguiré cambiando para bien, y escoger el buen camino. Perdono de todo corazón a toda esa gente que conoció mi peor versión y se quedó con ella. No los juzgo, pero demostraré que no soy el mismo. No está bien que me deseen la muerte por mi pasado”, dijo en respuesta a los comentarios de la noticia en redes.

Hoy día y a menos de una semana de su esperada primera pelea que se llevará a cabo este sábado 14 de diciembre, Julianno Sosa reflexiona sobre el cambio de vida que ha significado sumergirse en una ética deportiva:

“Físicamente he notado muchos cambios pero el cambio más importante es el mental, que hizo que detonara terminar peleando en una pelea real, con luchadores reales, que trabajan igual de duro que yo. Me siento confiado, con un don y que me la puedo. No tengo miedo, me sé defender y puedo entregar una buena pelea”, asegura. Pero va más allá.

También menciona el trabajo con la agencia creativa Cebra Entertainment como fundamental: “Entendí que puedo conseguir lo que me proponga si me obsesiono lo suficiente”.

“Espiritualmente ha ocurrido un cambio gigante gracias al hecho de estar más concentrado y entender lo que creo que es saludable. Puedo decir que en algún momento fui alguien apuntado y discriminado, y ahora demostrar que nunca es tarde para poder cambiar, por uno mismo y también hacia afuera, es muy satisfactorio”, dice.

En el muslo derecho, Julianno tiene tatuado un Mohammed Ali: “Es parte de una pieza grande donde me voy a tatuar a los grandes de la historia del box, me identifico con él ya que fue muy disciplinado, entregado al deporte y además con su maravillosa técnica de moverse como una abeja y picar como una avispa”.

Los tickets para el evento del sábado están disponibles en Ticketmaster.