El nombre y cara de Yeimy seguro te suena como la coreógrafa que le puso danza al nuevo pop chileno acompañando a Gepe, Astro y Pedropiedra. ¿Sabías que ahora es una exitosa DJ que incluso creó un colectivo de fiestas para mujeres y disidencias?
“En los colegios no se considera un ramo importante. Siempre el profesor de danza es un tallerista”, explicaba Yeimy Navarro en una entrevista el 2005 a CNN. “Es difícil porque en los colegios no te consideran tanto, y además las salas son pocas, los teatros igual. En el GAM a las obras de danza va mucho público, pero en general es difícil tomar nuevas audiencias”.
Yeimy conoció esa realidad de cerca, desde el otro lado, cuando ella tenía solo 12 años y a su colegio en Curicó llegó una profesora de danza a ofrecer un taller. Literalmente saltó de su asiento. “Era muy inquieta, tenía mucha energía así que practicaba básquetbol y atletismo. Cuando llegó una profesora de danza algo me hizo sentido, me metí al taller y desde entonces no he parado”.
“Estuve desde los 12 años hasta los 19 en la escuela de danza de Marcela Benavides y viajamos por varios lugares de Chile. Era muy rigurosa, los ensayos eran tres o cuatro veces a la semana, con horarios extensos”, recuerda.
Esa inquietud innata más la rigurosidad terminaría por transformarla en una de las mujeres más versátiles dentro de la escena artística de Chile.
“Compartir el conocimiento me hace feliz”, dice en una entrevista a Canal 13, del presente año. Resume así el hecho de haber estudiado pedagogía en danza y coreografía.
“Mi mamá no me dijo mucho. Recuerdo que me dijo velo tu, tu sabes lo que quieres con tu vida, nunca tuvo prejuicios respecto a la carrera, pero yo creo que tampoco la entendía mucho, diría que no hubo ni apoyo ni crítica”, recuerda.
Y le dio. En su bio de la organización multiplataforma feminista Ruidosa, del cual forma parte, se menciona su rol como directora de “Yeimy: proyecto de danza”, el cual reúne a mujeres bailarinas de distintas nacionalidades. También como profesora en Análisis del Movimiento en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Su trabajo con personas con capacidades diversas, profesora en la Fundación Miradas compartidas y como activista en la Fundación Animal Chile.
“Al momento de estudiar no me importó el tema del trabajo, sabía que iba a ser complicado. Pero sentí que la pasión era mayor a la idea de un futuro estable. Creo que cuando amas tanto lo que haces, buscas tu camino”, le comentó a CNN.
Ese camino, tomaría diferentes rutas, desvíos y llegaría a destinos improbables.
De Curicó al DF
“Cuando estudié tuve un ramo que incluía hacer coreografías para bandas, eso me encantó. El 2006 empecé a hacerlo con Juanito Ayala. Al egresar empecé a investigar a las bandas que estaban pegando y me gustaban”, contó en Canal 13.
Dice que empezó a comunicarse, vía Facebook, con los artistas que le gustaría trabajar. “Le escribí a Pedro Piedra, Gepe, Astro, Camila Moreno, y Ana Tijoux”.
“Pedro Piedra fue muy amable y le tincó al tiro hacer algo. Él era muy amigo de Gepe y ahí se dio ese contacto”.
En CNN profundiza respecto al trabajo detrás de lo que se ve en el escenario. “Hacía toda una investigación, no solo de escuchar todos los discos, sino leer todas las entrevistas, todo lo que hay, para hacerme una idea de lo que representa el artista, su personalidad. Hay harto estudio para intentar lograr plasmar esa esencia pero en movimiento”.
Aunque trabajó con otras bandas, como Astro y estaría por ejemplo con Bomba Stéreo en Lollapalooza, sería el trabajo con Gepe lo que la llevaría a viajar por Estados Unidos, Europa, Sudamérica y prácticamente todo Chile. “Esa experiencia me hizo dejar de tener límites en términos de viajar, antes no lo veía tan viable”.
Y ahí volvió la inquietud. “La pregunta que me hago constantemente es buscar una necesidad y pensar en cómo llenarla”, dice en Canal 13.
“Estoy convencida de que tenemos varios talentos por desarrollar. Soy una música frustrada. Cuando chica tocaba instrumentos pero por imitación de movimiento, después de trabajar con bandas me quedó la sensación de hacer algo más, entonces estudié para ser DJ, luego practiqué mucho por mi cuenta y me lancé”.
Ese lanzamiento, como dice, la terminó llevando a tocar en fiestas por varias ciudades mexicanas.
En una entrevista a la revista mexicana Kuadro declaró: “Venir a México me emociona muchísimo porque es un país que amo y donde la gente te recibe muy bien, el público está súper dispuesto a escucharte y al momento de tocar esa buena onda se transmite en una conexión increíble. Acá hay una industria que te permite desarrollarte como artista en todas tus aristas”.
Pero no se quedó ahí, esa experiencia la llevaría a crear su propio ciclo de fiestas: nacía así Popola Clab. La historia la relató en POTQ:
“En el 2022 tuve dos giras importantes en Ciudad de México y Guadalajara y pude percibir que entre mujeres djs había mucha sororidad, todas se ayudaban a encontrar fechas en distintos lugares. Eso en Santiago yo no lo había experimentado, entonces, me marcó tanto esa experiencia que quise también replicarla y hacerlo a través de Popola. Abrir el espacio para que otras mujeres y disidencias puedan mostrar su talento como djs”.
“Antes de la pandemia tocaba mucho en lugares hetero-cis donde sufrí mucho acoso, hombres que incluso averiguaban mi dirección para hostigarme”, explicó a la periodista Javiera Tapia.
Yeimy había hecho clases a grupos de mujeres y disidencias, porque según relató, vio que en las salas de clases para DJ´s siempre eran mucho más hombres. “Fue maravilloso dar ese espacio, empoderar a chicas desde ese lugar, ellas llegaban a las clases con su ropa de trabajo o desde sus casas, y se dio algo muy bonito”.
Al terminar estos cursos descifró que se habría una necesidad y una oportunidad: “Al salir del encierro vi que se abrieron muchas fiestas, pero ninguno que ofreciera mayores oportunidades a las mujeres y disidencias DJ´s”.
“Es un espacio para personas afro, trans, gays, performers, no binaries, mujeres, frikis, lesbianas, gays, voguers… Es para todas las personas que se sientan fluyendo con orgullo de lo que son. Y sin duda, la mayor característica es el sentido de comunidad, el público se siente parte de esto, de algo importante que estamos creando en conjunto, se ayudan entre sí, se dicen cosas lindas como ‘qué bello tu look’, ‘qué incre tu pelo’, si se pierde un celular todes ayudan a buscarlo. Es gente linda que quiere construir, en equipo, algo lindo”, afirmó.
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