Las batallas de Efraín Reeve comenzaron mucho antes que empezara a hacer freestyle. “No tuve infancia”, ha dicho sobre su niñez. Denominado por Aczino como el heredero al trono y como “un monstruo” por Trueno, a sus 21 años el “niño maravilla” de las batallas de rap está listo para las ligas mayores.
El 24 de febrero El Menor (21) alcanzó su mayor hito hasta la fecha: salió subcampeón internacional de freestyle en la Freestyle Master Series (FMS) luego de caer ante el argentino Larrix.
Para llegar ahí antes tuvo que ganar 6 intensas batallas. Anterior a eso tuvo que vencer en la final de FMS Chile al talentoso Acertijo, quedando así como el tercer histórico campeón de la liga nacional, junto a los próceres Teorema y Nitro.
Antes de eso, mucho antes de eso, y muy lejos del Distrito Federal de México donde se disputó la competencia mundial, Efraín Jesús Reeve Barría libró batallas mucho más exigentes.
La historia, buena parte, está documentada.
“Me gustaría surgir pero no solo en el freestyle, sino que también hacer temas de rap, grabar canciones. La vida pone obstáculos pero los límites los pone uno”, dijo por ejemplo en la que probablemente es su primera entrevista, que dio en la plataforma Reyes del Parque cuando tenía solo 14 años.
Esa, según ha contado el cantante, fue la primera vez que viajó a Santiago desde Coquimbo a conocer y participar de una de las competencias de DEM (Dame ese micrófono). Ahí fue, según reconoció a radio 40 Principales, que sintió que había encontrado su elemento: “Ahí fue cuando empecé en serio y dije esta es la mía, porque había mucha gente y no me sentí tan nervioso al momento de rapear, ahí pensé que tenía lo que se necesitaba”.
Un poquito antes de eso, siguiendo la historia en reversa, viene la parte que contó en un docu reality que hizo junto a Diego Gonzalez el año 2020: “Cuando se hizo la Red Bull regional de Coquimbo, afuera de ese evento se armó un Royal Rumble y ese día le gané a todos. Había un amigo, que ahora es mi manager, el Calleja, ese fue el único que me sacó replica. Ahí después conversando me propuso que fuéramos a la DEM”.
En el capítulo del 2021 de La Junta contó: “En ese entonces venía saliendo de la cárcel y no tenía amigos, o sea tenía, pero no me quería juntar con la gente de antes”.
A González se lo contó así: “Antes de las batallas yo rapeaba en las micros, incluso tuve un par de virales, pero ahora no me gustan tanto, porque encuentro que no eran tan buenas”, reconoce.
RAPEA, EFRAÍN, RAPEA
La historia en su estado más crudo la contó en la Junta: “Antes de comenzar en el freestyle, y esto me lo tiran en todas las batallas, es algo que no me avergüenza pero tampoco me da orgullo. Cometí delitos y estuve preso por un robo con intimidación, que debió haber sido un robo en un lugar no habitado, pero había gente al final en la casa así que salió mal el plan”, cuenta.
“Eso fue en Coquimbo. Tenía 14 años recién cumplidos y estuve algunos meses en la cárcel de menores. Fue fome y no se lo deseo a nadie. Quizá no es como una cárcel de adultos pero igual te toca pelear”.
“Se supone que esos lugares están diseñados para la reinserción, pero lo que realmente pasa es que son pocas las opciones, porque la sociedad te juzga, te apuntan con el dedo y te tratan como a un delincuente”, dice agregando que la mayoría de sus conocidos de ese tiempo siguió en el mismo círculo de reincidencia.
“A mi me pasó lo que se supone que tiene que pasar, de reflexionar y salir con otra mente. Yo toqué fondo estando preso, y en un momento pensé que tenía que hacer algo diferente”, asegura.
En una crónica publicada en el sitio de la UDP, Vergara 240, revela una escena casi de película propia de una vida casi de película: “Cuando estuve encerrado, conocí a un enfermero que me mostró el rap, él me decía rapea hueón rapea, eso te va a llevar pa’ un buen lao”.
No era la primera vez que Efraín conocía por dentro el sistema. La dura historia de Efraín comenzó cuando era solo un bebé y a su joven madre le quitaron su tuición. Estando internado en un hogar de menores, y con solamente 4 años, su madre, de 21, falleció.
A su padre, ha dicho, no lo conoció nunca.
Después, a los 7, se fue a vivir con una tía a Temuco. Ahí dice, aprendió mucho de la cultura mapuche pero también sufrió la rudeza del trato de su familiar, lo cual incluso lo llevó a escapar junto a su abuela y así volver a Coquimbo. Su abuela, ha dicho en varias entrevistas, es su gran soporte familiar.
La gran influencia en la vida artística de El Menor, por otro lado, fue Arte Elegante. Dentro del freestyle dirá que no tiene referentes porque no se crió viendo batallas (aunque menciona a Teorema como su favorito). Sin embargo asegura que fue el rapero oriundo de Valparaíso el que lo hizo salir de la cárcel “con otra mente”.
“Su mensaje me hizo entender que yo también podía ser cantante, rapero, pensar en grande. Me sacó de la volá y por eso voy a estar agradecido siempre de él”, dice.
El 2020 ambos grabaron el tema “Pa arriba voy”.
“Hay una toma en ese video que representa todo. La grabamos en un hogar de menores donde estuvo Robertito Nos subimos al techo como cuando peleaba o me sicoseaba porque mi abuela no pudo ir a una visita, para darle jugo a los gendarmes”, recuerda.
Otro de sus temas más reproducidos es “Nike sin cordones”. Si el 2020 le comentaba a Diego González que grabar canciones en estudio no le generaba la misma adrenalina que batallar, el 2023 en entrevista con Los 40 y con varios sencillos publicados dirá:
“En el urbano todos tienen una historia y un mensaje, pero la temática va más quizá para la ostentación, de que erís bacan y todo eso. En el rap se puede hablar más de que uno ha estado mal y transmitir esa superación, hay más espacio para contar una historia”.
La carrera musical de El Menor ha sido versátil. Ha tenido importantes vinculaciones con el mundo del trap. Incluso es parte de la banda de Pablo Chill-E, a quien considera un hermano. Con el Boss de la SSG ha grabado dos canciones. La primera “Amor de rey” junto también al español Young Beed y “DE MENOR” en compañía además de Simón la Letra.
“La gente del freestyle me pide que haga más rap, que esa es mi mejor faceta”, dice en Los 40.
Sus más reciente sencillos “Soñadores” y “Gladiador” van por esa línea. Actualmente El Menor está posicionado como subcampeón mundial de freestyle. Hace varios años el mismísimo multicampeón Aczino lo catalogó como “el sucesor al trono” y el argentino Trueno lo ha definido como “un monstruo”.
El potencial de Efraín, tal como dijo en su primera entrevista, no conoce de límites.