El regreso de Ca7riel y Paco Amoroso: “Nos gusta salir, hinchar las pelotas y está en nuestra sangre”

Paco Amoroso y Ca7riel, de izquierda a derecha.

Los argentinos se conocieron en su más tierna época de colegio, a los 6 años. De ahí en adelante que son mejores amigos, siempre “mega juntos”. Quisieron ser músicos y, aunque tienen sus carreras por separado, seguido “chocan fuerzas” para sacar prendidos hits. En conversación con La Cuarta, repasan sus inicios, su amistad y su segunda vez en Chile: “Pablito Chill-E nos vuelve locos y nos pareció un capo”, cuentan.

Catriel Guerreiro y Ulises Guerriero, ambos de 28 años, tienen casi el mismo apellido, pero, ojo, no es igual; los separa una “i” y una “e” en distinto orden. No son mellizos, hermanos ni primos, no hay ningún parentesco de sangre.

Sin embargo, cuando hablan entre ellos, se desnuda una conexión que viene de otra parte. Seguro de la infancia, porque se conocieron en Buenos Aires, Argentina, cuando apenas tenían seis años y entraron a la primaria. Unos nenes. “Mega juntos”, recuerdan ambos con La Cuarta, “y re-amigos”.

Por aquel entonces, la mamá de Ulises “laburaba todo el día”. Por lo que el papá de Catriel los pasaba a buscar para llevarlos a la casa, donde jugaban y comían. “Nos hacían de comer, no nos comíamos”, aclaran de antemano. “Todo el día lo pasábamos juntos”.

Después vino la secundaria y cada uno siguió por un colegio distinto. Aunque sus mamás, hasta hoy, son íntimas amigas.

Ellos, también.

Ulises Guerriero y Catriel Guerreiro de niños.

La sincronía

Años después, Catriel le chantó un número a su nombre y pasó a usar el apodo artístico de “Ca7riel” y arrancó con su carrera musical. Por su lado, Ulises se bautizó a sí mismo como “Paco Amoroso”.

Siguieron vías paralelas pero, en algún momento, a finales del 2018, se animaron a cruzarse. Por aquel entonces, Ca7riel buscaba hacer algo “más serio”, mientras que su colega lo animó a “subirla” y hacer algo “más loco”. Juntos, hicieron su primer tema, que en media hora ya lo armaron.

—Yo quería hacer un rap con ciencia cuando era guachito —recuerda Ca7riel—. Con “Paquito”, un día hicimos un tema juntos, “Piola”, y llegó el momento de tocarlo en vivo.

En ese tiempo, Paco Amoroso aún no era Paco Amoroso y recién estudiaba batería en el Conservatorio de Avellaneda, hasta donde se iba en bicicleta. Dos días antes de esa primera presentación, mientras trabajaba en matrimonios y cumpleaños con una máquina de efectos especiales, esta se rompió y le dejó una quemadura de tercer grado en el brazo.

Vendado y todo, decidió hacer el show. “Entonces Paquito subió al escenario Paquito, que tenía el brazo roto”, relata Ca7riel. “Y empezó a tirar la canción”, tras lo cual “recibimos tantos aplausos que ahí dije ‘listo, nunca más la hago solo’”, declara. “A partir de ahí no paramos”.

“Nací y tuve una vida en la que siempre sentí que no servía para una mierda, en base a la realidad y la exigencia que tenía conmigo mismo”, confesó Paco Amoroso al sitio Silencio en noviembre del 2021.

—Paco, ¿que tuvo influencia Ca7riel para que salieras de esa etapa?

—Mil, boludo. La música era un gasto y la verdad que fue la primera persona (que confió), mejor amigo, la persona con la que más estuve, y él siempre tuvo muy en claro que quería ser músico. Y desde muy chico estaba con esa idea en la cabeza.

—Naa... —agrega Catrilel—. Yo también le decía al chabón: “Dale, boludo, eres buenísimo, dale”.

—Hay algo también de tener a alguien cerca que está haciendo, que también te impulsa a hacer —reflexiona su colega—... Y nada, pasó, se dio así por ser muy amigos.

Aunque ese solo era el inicio. Paco Amoroso aún tenía una cuenta pendiente consigo mismo. Había sacado algunas canciones en solitario como “Mi deseo” y “Fatal”, mientras que sus mayores hits habían sido en colaboración con su amigo de la infancia, como “OUKE”, “Cono hielo” y “A mí no”, los cuales suman varios millones de reproducciones tanto en Spotify como YouTube.

Pero le faltaba algo.

—Tenía cuatro o cinco temas en Spotify, que eran los únicos temas que había hecho en mi vida —dice Paco—. No era una persona que me ponía a hacer canciones y las terminaba como un creador de música. Y me re-pesaba eso, no tener, quizá, las herramientas, la constancia o lo que sea. Había algo que me impedía hacer toda la música que otra gente hace. Con el tiempo fui desarrollando la habilidad de hacer música. Y ahora...

—... ¡No! ¡Se volvió loco! —lo interrumpe su amigo—, ¡Paquito se volvió loco para hacer canciones!

El 21 de noviembre pasado, Ca7riel lanzó su primer álbum, titulado simplemente El disko. Cuatro días después, Paco Amoroso también debutó, con Saeta. Alta sincronía.

“¡Próxima pregunta!”

“Siento que “Ca7riel” con el “7″ es otra persona en relación con la que soy en casa”, lanzó el artista argentino en 2020 entrevistado por La Voz

—Hoy, ¿sienten que Ca7riel y Paco Amoroso son distintas personas a quiénes son ustedes realmente?

—Siento que cuando empecé, sí —asegura Paco—. Como que el personaje que hacía arriba del escenario era una exageración un poco pasada. Ahora me siento más cercano entre lo que soy, lo que pasa arriba del escenario y lo que digo. Me siento más natural. Aunque a la gente le gusta más ese personaje, y le encantaría que vuelva a eso. Y el recuerdo que más tienen de mí es ese personaje, aunque como que ya lo maté.

—¡Oh, pobrecito! —exclama su amigo ante la muerte de aquel “personaje”.

Y el otro se ríe. Luego de tirar la talla, se pone serio:

—Loco —me dice Ca7riel—, ahora soy 100% yo arriba del escenario; y abajo de escenario, a veces no. Se me da vuelta la tortilla. Arriba del escenario puedo realmente decir y hacer lo que quiero, soy más hijo de puta realmente, más malo arriba del escenario. Me gusta y a la gente también, sabe que es real.

Paco Amoroso y Ca7riel.

—¿Cómo se describirían entre sí Ulises Guerriero y Catriel “Cato” Guerreiro?

—Uh, no sé —contesta “Cato”—... próxima pregunta.

—¡Próxima pregunta!

Se ríen.

—¿De qué conversan “Cato” y “Paqui” cuando están solos?

—La desgracia de trabajar con un amigo es que, de repente, estás hablando mucho de trabajo —admite Paco Amoroso—. Pero, la verdad, es que nos seguimos riendo de las mismas pavadas que cuando éramos más chicos. Y hay cosas ahí que siguen sucediendo.

—Hablamos mucho de qué carajo pasó el fin de semana —agrega Catriel, voz de temitas como “McFly” y “BAD BITCH” .

Paco se ríe.

—Durante la pandemia estuvieron más alejados, incluso cada uno sacó un disco por su lado… ¿Les sirvió todo ese tiempo en cuarentenas?

—Sí, obvio —contesta Ca7riel y me pregunta—: ¿A vos te sirvió la pandemia?

—Supongo...

—A mí me re-sirvió —retoma—. Piensa que nosotros veníamos de un 2019 muy social, todo el tiempo rodeados de gente, que nos decía cosas y no nos paraba de hablar y ofrecer cosas. Y de repente, la pandemia nos agarró. De repente, teníamos que estar con nosotros mismos, solos… “Bueno, ¿qué vamos a hacer?”... “Música”... “¿Qué música hacemos?”... “La que nos pinte”... Esa libertad solitaria te hace aprender qué es lo que quieres y qué no. Así que nada, nos mandamos unos discazos, nos encontramos después y chocamos fuerzas nuevamente.

Paco Amoroso y Ca7riel sobre el escenario.

—¿Cuándo hacen música están pensado en un público?

—Mientras más música vas haciendo, cada vez haces más lo que quieres, lo que realmente te está pasando —contesta Paco—. Lo de buscar el impacto o que la “rompa”, conforme salen los temas, te vas desprendiendo de eso. Es como algo que hacer por primera vez, la sensación de sacar un tema por primera vez, la tercera y la cuarta, y ya al tema 30, 40 o 50 o el que sea, te acostumbras a esa sensación. Prima más la música al final.

—Pero también lo hacemos para que a nosotros nos la re-suba cantarla en vivo —agrega Ca7riel.

—¿Cuál es el proceso cuando hacen música?

—Primero tiramos un beat, un sonido que nos dé una partida y ya al toque empezamos a cantarle cosas —explica Paco—. Y todo empieza a suceder.

—Sí, nos ponemos en el estudio a los gritos y acordamos en qué planes andamos: si queremos hacer un tecno o lo que sea, y le mandamos para adelante —añade Ca7riel—. Casi siempre con un productor que esté en la compu, y a veces nosotros dos solitos. Cuando nos ponemos juntos en el estudio, salen sensaciones tal vez más banales, no tan profundas. Por ahí, cuando quieres profundizar de a dos, los dos tienen que estar en el mismo momento, lo que es interesante (eso sí, difícil también). Pero a nosotros nos gusta salir, hinchar las pelotas y es algo que está en nuestra sangre. Nos sale hablar de eso.

—El proyecto nuestro busca la energía de “hagamos algo ahora, ¡pum, pum, pum!”, que en vivo tenga fuerza y que la suba —declara Paco —. Quizá guardamos lo sentimental y personal para canciones nuestras por separado.

El regreso a Chile

La primera vez que ambos argentinos se presentaron en Chile fue juntos el 23 de abril en el Estadio Santa Laura, como uno de los platos fuertes del Festival Ritual 2022, en el mismo escenario que Paloma Mami, L-Gante y Miranda!

Ahora, nuevamente codo a codo, se presentarán en suelo santiaguino, el viernes 30 de noviembre en el Teatro Coliseo; las entradas tiene un precio de $30 mil y se compran por el sistema TicketPro.

Sobre aquel debut de otoño en el estadio, “la pasamos genial, la gente nos sorprendió, muchos se sabían los temas”, recuerdan. “Por eso también estamos volviendo ahora, tan pronto, porque quedó una buena sensación”.

—¿Les dicen “Chile” y qué es lo primero que se les viene a la mente?

—¡La wea! —contesta Catriel, sin pensarlo.

Paco Amoroso coincide.

—¿Siguen a figuras del género urbano chileno como Polimá WestCoast, Marcianeke, Paloma Mami, Pablo Chill-E o AK-420?

—Pablito Chill-E nos vuelve locos, y nos pareció un capo: nos vino a saludar el día del festival para desearnos buena onda —cuenta Paco Amoroso—. Nos encanta. Después, con Gianluca tenemos una buena onda; voy a ver ahora si en este viaje hacemos algo. La verdad es que la música chilena está apretándose. Sé que también hay muchas cosas de reggaetón pasando, aunque no tuve la oportunidad de escuchar tanto...

—A mí me gusta Paloma Mami —lanza Catriel—. Me re-bardean, pero me encanta Paloma Mami, lo que hace. A mí me gustaba el rap, nos metimos en la música de cada uno y nos perdimos un montón de cosas.

—¿Por qué te “bardean” por Paloma Mami?

—A uno cuando le gusta algo muy pop lo bardean. Y nosotros, que nos codeamos con nichos musicales de jazzeros o de metaleros, te bardean.

—¿Con el tiempo uno se deshace de esos prejuicios musicales?

—A nosotros nos gusta todo —contesta Paco—. Somos muy abiertos.

Ca7riel y Paco Amoroso en los techos

Meses atrás, ambos confesaron sus respectivos sueños. Paco Amoroso dijo que el suyo era actuar en una película, aunque no tenía claro qué tipo de cinta. En cambio, Ca7riel confesó que el suyo era ser baterista de Duki, quizá el mayor exponente del trap en Argentina

—¿Siguen vigentes esos sueños?

—Sí, claro —dice Paco.

—A mí no me dejaron —lamenta Ca7riel.

—¿Cómo imaginan esta sociedad, esta dupla, hacia el futuro?

—Ni idea —contesta Paco y se ríe.

—Nunca se sabe —remata su amigo—; odiamos el futuro, no entendemos ese espacio-tiempo, es muy raro.

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