El productor Nicolás Jaña (22) está próximo a lanzar su primer EP. Originario de Buin y residiendo hace un par de años en Miami, ha trabajado con J. Balvin, Bad Bunny, Duki, Paloma Mami y Polimá Westcoast, entre muchos otros.
Nicolás Jaña, durante su infancia en Buin, soñaba con ser astronauta. “Miraba el cielo y pensaba que me gustaría, pero la verdad nunca fue mucho más que eso”, contó en La Junta.
Un largo y prácticamente a otro mundo viaje, sería el hecho que marcaría su destino para siempre. Por tierra y no aéreo ni menos interestelar, y en bus y no en una nave espacial. A los 9 años, cuenta en esa entrevista, partió con su familia a conocer a su bisabuela.
“Viajamos 28 horas en bus, me fui todo el camino con mi mp3 escuchando música. Allí conocí a un primo que era Dj. Ahí me mostró los programas que usaba y yo anoté los nombres”, recuerda agregando que ya entonces se manejaba bastante bien con los computadores.
Por otro lado, tenía una manera artesanal y tierna de hacer playlists: escribía listas de canciones en sus cuadernos. Su principal influencia era el reggaeton, heredado de su madre, que lo tuvo a los 18 años y gracias a quien escuchó harto esa música desde pequeño.
De su padre, ha contado, adquirió otras influencias más ligadas al rock. Su papá tenía una banda incluso. The Beatles y Metallica han sido dos bandas mencionadas por el productor en distintas entrevistas.
De vuelta en Buin, Nicolás se metió de cabeza a estudiar el Virtual Dj y otros programas para aprender a hacer pistas y beats. “Me hice amigo de un cabro del colegio que era cantante, él iba en cuarto medio y yo en séptimo. Esos fueron los primeros temas que hice”, dijo en La Junta.
La primera red social donde empezó a explorar qué pasaba allá afuera con sus creaciones fue Youtube.
“Como les iba bien empecé a pensar que podía pasar algo. La primera pista que vendí fue a 10 lucas en Buin. Al tiempo después por Youtube me ofrecieron 80 dólares por otra. Cuando me pasé a Instagram empecé a conocer gente de afuera, por ejemplo a Almighty lo conocí cuando yo tenía 16″.
Nicolás eligió como como aka de artista Taiko así. Según contó en Los 40, se había puesto “NJ Beats” pero pronto lo descartó porque era fome y en caso de que algún día lo entrevistaran no iba tener nada que decir al respecto, solo que eran las iniciales de su nombre. “Era bueno, pero sí, es mejor Taiko”, le corrobora Felipe Avello en esa divertida interacción.
El concepto, cuenta, tiene que ver con que por una parte Taiko es “astronauta” en chino y además es el nombre de un tambor grande típico de la música japonesa.
Todo pasa por algo
La abuela de Nicolás trabaja en la feria, en Paine, vendiendo frutas y verduras. Para allá iba él a ayudarla en esos quehaceres. Por esa tarea, ella le pagaba mil pesos. Con ese dinero, se compró sus primeros discos, piratas principalmente. “Esos que venían con carpetas de compilados en mp3, venían videoclips también”, le cuenta a JC, bromeando con que a su mamá no le gustaba mucho que viera videoclips de reggaeton tan chico.
El primer atisbo de que algo importante estaba por suceder ocurrió de una manera peculiar y bastante fallida. En conversación con Culto contó que a los 17 años fue contactado por un productor de Miami que le manifestó interés. Lo invitó a conocer su estudio y eventualmente firmar un contrato.
Su papá, ilusionado con la oportunidad, le regaló para Navidad un pasaje para que ambos fueran a Estados Unidos. Sin embargo, todo se trató de un confuso caso de ghosting. El supuesto anfitrión no respondió nunca más ni un mail ni el teléfono. “Me cuestioné todo, porque mi papá había gastado plata y no pasó nada”, explicó a ese medio.
En un acierto y una muestra de gestión emocional y capacidad parental, el padre de Nicolás, en vez de frustrarse con la situación, le dijo una frase que se tatuaría en la mente de su hijo: “Todo pasa por algo, a futuro vendrá algo mejor”.
En La Junta, Nicolás reitera la anécdota y cuenta que la frase se convirtió en un mantra de su vida.
Viaje a las estrellas por Sky
“Siempre he sido una persona tímida, pero en el estudio hay que desarrollar habilidades sociales, como hablar más. O a veces a un artista grande le gusta mucho una idea y hay que explicarle que es mejor ir por otro lado. Es importante aprender a dirigir, direccionar, intercambiar ideas y llegar acuerdos”, explica el joven productor de 22 años respecto a su trabajo con artistas como Bad Bunny, J Balvin, Myke Towers, Jhay Cortéz, Duki, Ozuna, Feid, Mora o Wisin & Yandel.
De la escena nacional, ha hecho canciones con Paloma Mami, Drefquila, Young Cister, Aka 420, Polimá Westcoast y Gianluca.
¿Cómo pasó todo eso? Según contó en La Junta fue literalmente un llamado del cielo.
Después de terminar IV medio, ese verano, después de haber rendido la PSU y estar pensando quizá entrar a estudiar sin muchas ganas ingeniería en sonido, un mensaje entró a sus directos de Instagram.
Era el productor Sky Rompiendo, uno de los más insignes de la escena latina, con 6 Grammys en el curriculum.
-¿Papi con quien trabajas?
Eso nomás le puso. Nicolás cuenta que saltaba en su pieza. Que intentó redactar una respuesta durante horas. Pero borraba. Intentaba otra. Borraba. Quería responder algo preciso para que ese mensaje improbable se transformara en una oportunidad.
“Le puse que estaba un poco en nada actualmente, pero que había trabajado con algunos artistas”, recuerda. “Me escribió a los días, pidiendo que borrara todo lo que tenía subido a Instagram y le mandara una carpeta de pistas. Le mandé como 10″.
Los hechos siguientes son para una persona común y corriente, un chico de la Región Metropolitana de Chile, Buin específicamente, casi como un viaje al espacio.
Sky le mandó pasajes a Miami. En Miami lo estaban esperando para ir a los estudios de Black Koi (hasta entonces Taiko solo había trabajado en su pieza). Ahí estaba otro productor, Mr. Eazi. Unas horas después llegan al estudio J. Balvin y Bad Bunny. Meses después haría “Rojo” con J. Balvin y “Una vez” con Bad Bunny. De ahí sería nominado no una sino dos veces en los Grammy Latino.
Dentro de sus próximos proyectos, ha revelado: “Quiero producir un disco completo, me gustaría con el (Young) Cister, o con el Aka (420) también hemos hablado. Si fuera con alguien de afuera me gustaría que sea alguien que esté recién saliendo, porque están más abiertos a experimentar cosas”.
Su primer EP debería salir en algún momento del 2023. Es que el viaje de Taiko, ese que empezó en un bus de Buin a Iquique, actualmente va en Miami, pero no parece tener límites.
“Me gustaría tener una marca de ropa, un sello, la casa propia. Esos son mis sueños ahora”.
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