En la mente de Pablo Chill-E: viaje al fenómeno urbano que es “la voz de los marginados”

Pablo Chill-E.
Pablo Chill-E.

Desde muy chico sabía que quería hacer música para “dar un mensaje”. El oriundo de Puente Alto, con solo 22 años, ha tenido una carrera meteórica, con sencillos y colaboraciones con mega-figuras como Bad Bunny. Aunque no exenta de polémicas: “No me siento un famoso ni una estrella, soy un artista que se expresa en emociones y comparto con la gente”, ha declarado.

De niño, en el colegio, a Pablo Acevedo Leiva le gustaba escribir poemas. “Ahí descubrí cuánto me motivaba tomar un lápiz y explayarme”, contó el músico oriundo de Puente Alto al sitio NEO2. “Luego, más grande, se convirtió en mi refugio para contar lo que vivía y se volvió mi vicio”.

Hoy, ya con 22 años cumplidos, aquel cabro chico puentealtino es conocido como Pablo Chill-E.

Sus temas, según el mismo ha dicho, tratan del “amor, de la calle, de sexo, de la noche, de la delincuencia que siempre se hace presente y de lo que vive un adolescente”. Esos son tópicos medulares en el denominado género del trap, surgido en tierras gringas durante los 90′, en Atlanta.

Es más, muchas de sus letras recurren al idioma del país norteamericano: “En el colegio me iba bien en inglés, y me gustaba ver películas, jugar al PlayStation, y ahí aprendí harto”.

“Ahora solo quiero ser alguien mejor”

En 2016, siendo apenas un adolescente de 16, debutó en la escena con Antijiles, compuesto por temitas como “Adicto” y “Somos pobres”. También incluía “Pablo”, canción que lanzó como una suerte de manifiesto juvenil: “Mi nombre es Pablo/ Como Escobar/ Vamo’ a invertir/ Vamo’ a bregar”.

En tan solo dos años, sacó cuatro discos, entre los que se encuentran Flaite shit (2018), Crucifikado (2020) y Shishi plugg (2020). Pero no han sido los temas de esos álbumes los que han metido de lleno en la escena musical, sino toda una constelación de sencillos y colaboraciones que ha tirado en los últimos cuatro años.

Por ejemplo, en 2018 apareció “Facts”, una canción en que el artista hizo un crudo retrato social de Chile: “La gente morena/ la de población/ Los niños que no tienen pa’ colación/ Tantos millones para ver a ese Papa/ Los pobres no comen con una oración”. Junto con eso, se desmarcó de ideologías: “Van a salir con que soy comunista/ No sé de política/ Yo soy artista/ Yo solo plasmo todo lo que veo/ Discursos políticos yo ni uno creo/ Vengo de Chile/ Del Chile feo/ Donde niños nacen solo pa’ ser reos”.

En el cierre de aquel temita, remató con una: “Antes quería ser Pablo Escobar/ Ahora solo quiero ser alguien mejor”.

En 2019, arremetió junto a Polimá Westcoast —el mismo de “Ultra Solo”— con “My blood”, un tema en que también lanzó una suerte de declaración de principios: “Si tienen que robar que no sea a ningún barrio/ Nunca le robes a la gente de tu vecindario/ Si tienen que hacer mal, que sea mal necesario”.

Y así se ha abierto paso sólido paso dentro de la industria, a veces en solitario, a veces en compañía… y de la más variada. En noviembre del 2020, en plena pandemia, apareció “Aburrido” junto a Inti-Illimani Histórico. “Aburrido del canto del pueblo unido/ Ya hubiera vencido si por mí hubiera sido/ Aburrido del colmo del amor enjaulado/ Que por tu salud te tengan amarrado/ Aburrido y gritando que te dejen salir/ Porque no lo soportas, esto no e’ vivir/ Aburrido completo, lo digo sin amaño/ Aburrido del año, me cagaron el cumpleaño’”, dijo en la letra cargada de tedio pandémico.

Pero también, en marzo de ese mismo año, sacó una canción junto al fenómeno del género humano planetario, Bad Bunny, “Hablamos mañana”, del disco YHLQMDLG. También, en septiembre del 2021, apareció con " Cu4tro”, nuevamente junto a Polimá, pero también con el popular actor español de Élite (Netflix), Arón Piper, una bailable canción de amor: “No quiero ser otro má' de esos tontos que te pintan pajarito’/ Yo hablo claro, no soy como estos niñito’”, entonó el creador del sello ShiShi Gang.

“A mí me gusta que la gente vacile los temas”, declaró el artista, aunque “igual yo tengo música para todo tipo”.

Corazón

“Me pasa que escucho tus temas, y me creo tú”, le confesó el comediante Rodrigo “Altoyoyo” Vásquez en el late El after del after (YouTube), que le citó un fragmento de el temita “Freestyle”, del 2018: “Hemos pasado de to’, está verificado”... “Y no he pasado de to’”, admitió el humorista. “Pero igual yo pienso que he pasado lo mismo que tú”.

Frente a eso, el artista le contestó: “La gente se identifica cuando las canciones tienen corazón”. En otra entrevista planteó que eso hace que “vaya desapareciendo el prejuicio”, y agregó: “No me siento como un famoso ni estrella, soy un artista que se expresa en emociones y comparto con la gente”.

Además, criticó, “tenemos una sociedad donde cada persona vive en su burbuja y veo que el trap es la aguja que rompe la burbuja entre clases sociales”. Dicho eso, declaró que “lo me da más orgullo es que puedo llegar a cualquier barrio del mundo, y a cualquier lugar, sin tener que tomar la distancia y precaución de otros artistas”. En resumen, “la vida me permite ser quien yo siempre he sido en todos lados”.

Pablo Chill-E
Pablo Chill-E sobre un escenario nacional.

Nunca ha perdido su raíz, ha recalcado: “Soy la voz de los marginados, y he representado siempre desde mi barrio a los barrios similares de todo el mundo”. Y es que “a mí siempre me ha gustado mi vida normal, siempre me he sentido como una persona normal”; aunque con la fama “siento que la gente cambió la forma de mirarme”, pero “no la forma mía de ser”, dijo en La Junta (YouTube).

En eso mismo espacio, Julio César Rodríguez le preguntó:

—¿Qué te pasa con que los cabros del barrio alto escuchen tu música?

—Me pasa que bien po’. ¿Por que me van a causar mal por ser cuicos? Antes yo era un poco más clasista, pero al final caes en el mismo juego que ellos. Entonces me dejó de importar. Más encima, si ellos me apoyan, ¿para qué voy a ser así, mala clase?

Tropiezos

“Antes cantaba en los puros bingos y ahora todo este éxito me da dejado un poco loco, pero feliz”, confesó tiempo atrás Culto. El artista, que se presentó en Lollapalooza Chile 2022, y que ya en 2019 se fue de gira para Estados Unidos, también ha tenido un poco que otro momento mediáticamente polémico.

En enero del 2021, con el coronavirus arremetiendo en una nueva ola, se viralizó un video de una masiva convocatoria que hizo “Pablito” en un pasaje de Puente Alto, donde prácticamente no había ninguna mascarilla en el ambiente. “El virus es pa’ los pobres nomás, igual k (que) la cárcel”, alejó la voz de ”ShiShi Gang” vía Instagram.

Después, en mayo, fue parte de una cinematográfica persecución arriba de un Jaguar en Lo Barnechea, en vista de que antecedentes indicaban que el vehículo habría participado en un delito; el auto no era del artista. En ese momento, el cantante fue formalizado por receptación, uso malicioso del instrumento público y por poner en riesgo la salud pública, tras lo cual quedó con arresto domiciliario.

Pablo Chill-E
El cantante de trap tras la persecución en Lo Barnechea.

Cinco meses más tarde, el actor reaccionó a dicha polémica muy a su estilo, con “Jaguar”, temita en que hizo directa referencia al hecho: “Ahora todos hablan mierda/ Ahora no me quiere nadie/ Ahora están todos encima/ Ya no les gusta la calle/ Saben que soy del ambiente”.

Aun así, todo ese episodio le sirvió para bajar los decibeles, reconoció en La Junta. “Y para darme cuenta de hartas cosas, y estar con la familia también”.

Cuando he hecho cosas buenas no las muestras las noticias”, se escucha en la letra más adelante. En diciembre pasado, a través de la Coordinadora Social Shishigang, fue a celebrar Navidad a dos centros del Sename en Calera de Tango, donde festejó con juegos inflables y en compañía de otros exponentes como Marcianeke y Cris Mj.

Hace un par de semanas, tras el anuncio del cierre de la residencia del Sename Carlos Macera en Talcahuano, Región del Biobío, el cantante se descargó en sus redes sociales: “Cerraron ese hogar de menores y mandaron a los cabros chicos a la deriva para que sepan, terrible giles”.

“Estoy en el boom”

“Siento que no hay que perder la humildad, que hay que tener los pies en la tierra y usar la fama para algunas cosas nomás”, contó el músico, por ejemplo, “te da espacio para probar a tu entorno e identificar a los reales”.

Claro, ese es un concepto que se repite en sus entrevistas, el apego a sus raíces, las cuales incluso, por momentos tienen estrecha relación con la música.

“Tren al sur”, de Los Prisioneros. Ese es un clásico con que al cantante se le “paran los pelos”, porque “iba harto al Sur cuando chico, me trae recuerdos de mis abuelos; es el conjunto de emociones que te hace sentir la canción”. También “Mira niñita”, de Los Jaivas, es otro himno clave en su vida: “Este tema me lo dedicó mi mamá cuando era chico”; aparte “me recuerda harto a mi hermana que falleció, que no alcanzó a nacer, porque venía con una deformidad”.

“Tengo harto sentido femenino más activado que algunos otros hombres”, lanzó conversando con JC Rodríguez. “Debe ser porque me crié con puras mujeres”.

Esa sensibilidad cohabita con la de un cabro que disfruta del carrete. “Siempre fumo marihuana y siempre ando vestido de blanco”, declaró, acostumbrado a ensuciar su ropa con ceniza. “Yo igual bacilo harto, es la edad y estoy en el boom”. Eso sí, cuando se trata de eventos para causas sociales, “yo encañado voy igual”, declaró. “Igual soy un loco, pero cuando se trata de trabajo social, siempre tengo que estar ahí”.

También, ha confesado que “toda la vida he sido infiel; lamentablemente ese es mi mal, por eso no pololeo, porque sino puro que haces daño”.

—¿Te gusta hacer el amor con tus temas? —le preguntó “Altoyoyo”.

—¿Sabí qué? Hay temas que me gusta escuchar, pero así como para hacer el amor, no —contestó entre risas—, porque pienso que las locas (mujeres) pueden pensar: “Este weón es terrible de egocéntrico”.

También contó que una vez, estando en un motel, salió al estacionamiento, el cual se encontraba muy cerca de una pieza donde había un par de clientes anónimos. Y se percató de que en esa habitación se escuchaba “Perdóname” (2019), una colaboración suya con el puertorriqueño Mora. En eso, el cantante los sorprendió diciendo que se encontraba justo afuera del cuarto. Luego les lanzó sus felicitaciones y los arengó: “¡Vamo’ a ponerle weno!”.

Un sueño abrupto

En abril, realizó su exposición Clon en el GAM, la que mostró su preparación para presentarse en Lollapalooza, trabajó que empezó tras sus días de arresto. “Ahora he ido evolucionando para que mi música sea para todo público”, manifestó a ADN Radio en esos días. “Antes era más desordenado, ahora estoy cambiando, madurando”.

Una vez, JC Rodríguez le preguntó cuál era la relación con la muerte, tratando de ir a las honduras de Pablo Chill-E.

“¿La muerte? He estado una pura vez a punto de morirme, que fue una vez que me ahogué con un hilo de apio”, contó, luego de que se le quedara atascado en la garganta cuando tenía tan solo cinco años.

Pero, aunque tras esa pregunta todo terminó en chacota, en algún sentido, el fenómeno trapero ha tocado el tema de dejar una marca, una huella. “Sé que voy a causar controversia con lo que voy a decir, porque yo no tengo ni la mitad del talento que él tenía, pero me siento como Víctor Jara cuando voy a las poblaciones”, dijo a La Cuarta el 2019, con tan solo 19 años. “¿Has visto los videos de él, las fotos cuando iba a las poblaciones y le cantaba a la gente y ellos lo amaban? Así me siento”.

En marzo del 2022, entrevistado por VTR, tras la adrenalina de su show en Lollapalooza, declaró: “Siempre, desde chico, tuve la visión de querer hacer música, de dar un mensaje, pero nunca pensé que a tan corta edad iba a llegar tan lejos”.

Pablo Chill-E
Pablo Chill-E en Lollapalooza 2022.

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