César Lorca tiene casi 40 años, aproximadamente el doble que muchos de sus colegas del género urbano. Forest empezó en el hip hop pero su naturaleza y algo de visión de marketing lo llevaron al mambo, un estilo gracias al que hoy se rodea con los más grandes productores del mundo y es el rey indiscutido en Chile.
Sentado en un estudio musical en Nueva York donde en algún momento grabó Notorious BIG y Tupac Shakur y quizá cuántas leyendas más, está Forest, el rey del mambo chileno.
El cantante fue a Estados Unidos y Puerto Rico por 20 días, de los cuales 18 estuvo encerrado en estudios grabando canciones para su disco El Rey, con productores que han trabajado también con Ozuna, Mike Towers y Cosculluela, entre otros.
Mientras está sentado ahí observando su alrededor, absorbiendo el momento que está viviendo, reflexiona: “¿Qué hace un flaite, tartamudo y dientón, con un productor así de renombre, acá?”
Luego, comiendo en Times Square Garden junto a sus amigos, les preguntará: “¿Se dan cuenta dónde estamos? ¿Cómo pasó todo esto?”
“Estar ahí es como para un futbolista estar en el Maracaná”, intentará explicar en el programa Entre Chorizos.
“La verdad es que hasta el día de hoy me cuesta entender que este es mi trabajo”, reconoce en ese espacio.
Sobre el escenario de los premios La Junta, instancia en la que recibirá por segunda vez consecutiva el galardón a mejor artista de mambo, dirá antes de interpretar “Mi Progreso”:
“Nunca pensé llegar tan lejos, mira donde estamos ahora brother”.
Sacando ojos y lenguas
César Lorca Abarca nació y creció en la Villa O´higgins de La Florida, en Santiago de Chile. Sus compañeros de curso le pusieron Forest porque lo encontraban parecido al coipo antropomórfico de Conaf. En este punto y porque es probable que para las generaciones actuales Forestín no sea un referente muy directo, cabe mencionar que a diferencia de la inmensa mayoría de los cantantes urbanos, César tiene casi 40 años.
“Desde chico me dicen así, de siempre, en el colegio, porque por el comercial de la Conaf, que sale Forestín. Es porque soy dientón. Y bueno, cuando me fui a Estados Unidos a los 10 años y después volví, pasé de ser Forestín a Forest”, contó en su capítulo de La Junta.
En el programa Entre Choros relató que sus primeros acercamientos a la música fueron en fiestas familiares donde cantaba Marc Anthony. “El ritmo siempre ha estado presente en las poblaciones. El merengue y la cumbia suenan más incluso que el hip hop, y además le gusta a niños y adultos, a todos”, reflexiona en ese programa.
Aun así, en su juventud, Forest era rapero. Hip Hopito dice él. En entrevista con Diego González relata que cuando escuchaba a sus amigos improvisando se metía también: “Rapeaba, aunque de la perra. Pero fui perseverante, seguí seguí seguí, hasta ahora que ya no canto rap, lo mío es más de trabajo, porque de talento tengo poco. Trabajé sabiendo mis limitaciones, y a mis virtudes les saqué provecho. No canto así super bien, pero canto”.
“Andaba pelado al cero, bien delincuente, vestido ancho, hiphopero total”, le cuenta riendo a Julio César. Pero algo sucedió en su oído en esas andanzas. “Iba a las tocatas de hip hop, y me parecía que las pistas eran siempre parecidas, entonces pensé en hacer pistas. Como me quedaban buenas, los hiphopitos me las compraban”.
Mientras de a poco empezaba a desarrollarse como productor de cantantes que empezaron a sonar, como Chocolate Blanco y Chandía, Forest trabajaba de empaquetador en supermercados y también en un matadero, donde tenía que sacar las lenguas, ojos y sesos de vacas
“Produje a muchos cantantes, muchos que se hicieron conocidos incluso. En un momento hice un estudio de mercado y ahí descubrí que en los barrios más que reggaeton o hip hop lo que se escucha es cumbia, merengue”, cuenta.
“Lo que pasa es que el mambo se puede vacilar a pesar que la letra sea brígida y calle. Es como la cumbia villera, siempre va sonar, es música hecha para el barrio, y el barrio se identifica con esa música”, explica. En ese tránsito, reconoce que su mayor inspiración fue Elvis Crespo.
“Empecé a hacer merengue y salsa, mezclado con urbano, el primer tema de mambo que hice fue el 2000, se llama ‘Yo voy por ella’, y en ese tiempo, en un mes tenía 20 mil visitas”.
Por esa misma época también saca “Por más que traten”, una canción que, cuenta, se hizo extremadamente conocida en los barrios. “Yo la escuchaba saliendo de los autos, por las ventanas, en todos lados, pero nadie sabía que era yo el que la cantaba”, le contó a JC.
“Es que hace diez años tu decías que eras cantante y te miraban como que cantante hueón anda a trabajar ctm”.
Charlie Zaa y Dr Dre
Forest tiene dos hijas y recientemente anunció que se casaba con la mujer que ha sido su pareja hace más de 15 años. Fueron ellas las que lo impulsaron a decidir convertirse en un cantante profesional y finalmente en nada menos que el rey del mambo, uno que al día de hoy tiene colaboraciones con Pablo Chill-E, Santa Feria, Drefquila, Arte Elegante y trabaja con los productores más reconocidos del género en el mundo.
“La música y mi novia me salvaron”, le contó a Rodriguez. “Cuando la conocí yo era calle de lunes a lunes: copete y plata fácil principalmente”.
“Cuando me decidí a ser cantante fue una prueba de fuego. Cuando mi hija nace, la empresa donde estaba trabajando quebró y no había nada, ni seguros ni nada. Quedamos con mi novia sin saber qué hacer, sin tener ni plata para pañales. Es en ese momento que yo le digo que voy a ser cantante, que lo iba a hacer 100%. Ella solamente me preguntó si estaba seguro, y empezamos juntos”, contó en Entre Chorizos.
A Julio César le contó que su viaje fue distinto al de otros artistas del género, porque ya tenía 25 años, una hija, y que en esa época era muy distinto todo. “Yo nunca pensé que una canción mía iba a salir en la radio Corazón, pero pasó”.
“Con el tema que salí a la luz era muy flaite, se llamaba ´Naci para la calle’, y el video igual, ultra flaite, tenía la finalidad de ser una provocación. En ese tiempo tener 1 millón de visitas era raro, yo lo logré con eso”.
“Saqué las armas de los videos y las canciones, porque mi hija me preguntó, a los 7 años, por qué salían mujeres sin ropa, yo quedé loco. Además del colegio me llamaron porque a ella la molestaban en el colegio por mis videos, y entonces dije, chuta, esto no puedo hacerlo más”, confesó en La Junta.
El 2018 Forest lanzó su primer disco, uno que tituló simplemente El rey del mambo. El 2022 a su segundo trabajo de larga duración le puso El rey. “Me pone feliz ser el rey, es una responsabilidad grande eso sí”, dice en el webshow La Polar Gang. “Ha sido un camino largo y complicado, pero que ha valido la pena 1000 veces”, agrega.
“Mi objetivo ahora es hacer que el mambo sea más músical, con instrumentos, quiero tener una banda y dejar la cagá”, le contó a Diego González, revelando que su sueño es tocar en el Festival de Viña. Y entre sus colaboraciones soñadas, le dice, están Tommy Rey y Elvis Crespo.
Sobre esa escena del comienzo, de Forest sentado en el estudio de Biggie Smalls esperando para grabar, le comenta a JC: “Siempre me ha gustado mucho el hip hop, por ejemplo a Dr Dre lo admiro como productor, pero como cantante me quedo con Charlie Zaa”.
Si quieres conocer más sobre la vida, pasión y obra de Forest, este miércoles 4 de enero a las 22:30 y por TVN se estrena el programa Urbanos dedicado al rey del mambo.