El puentealtino hizo un balance sobre lo logrado con su exitoso disco Hot, en el cual colaboró con diversos astros urbanos. También adelantó que proyecta un álbum cumbiero, género que le fascina desde muy joven. Por otro lado, confesó que se alegra del remix de “Una noche en Medellín” con Karol G, aunque cree que, si hubiera salido antes, habría tenido mayor “exposición”.
“Me levanto temprano, a las 9 o 10 de la mañana, ejercito y ahí en el estudio. Después comparto un rato con mi familia, almuerzo con ella y subo a mi estudio de nuevo, donde estoy full. Recibo artistas, estoy todos los días en esa dinámica”.
Así relata su día a día Fran C, uno de los productores chilenos más respetados de la industria, en una etapa que lo toma como un profesional, como él mismo dice al Diario Pop.
A través de videollamada, y con sus clásicas gafas, atiende a nuestro medio para hablar de su constante crecimiento. Pero esto no es de la noche a la mañana, todo comenzó en Puente Alto, cuando Francisco Burgos inició en la música gracias a la movida tropical.
“Yo empecé escuchando a La Gran Magia Tropical, Grupo Alegría, Amerika’n Sound. Mi papá y un tío eran bien de la onda sound, se vestían y todo eso. De hecho, ahí me metí en el piano”, rememoró.
Incluso, ahora adelanta que alista un disco de cumbia, un género que para él es transversal y que, según cree, en el futuro pegará fuerte con una nueva corriente que una este estilo con el género urbano.
“La gente chilena le gusta bailar, entonces el reggaetón, el mambo, la cumbia… todos esos estilos de música entran acá full”, es la tesis del músico sobre nuestra afinidad por el ritmo.
Pero no fue por el sound que llegó al estrellato, sino gracias al reggaetón y su trabajo con Kevin Martes 13. “Perco con mari” y “Jarabe” fueron sencillos importantes en la década pasada para el ascenso del género urbano local.
Aunque también existieron momentos de desencanto. Hubo una época en la que Burgos tomó sus cosas y partió a tierras brasileñas para tomar un nuevo aire.
“Un tiempo después de Desafío Music, que es un sello que tuve, como que ahí no resultaron las cosas y me encontré perdido musicalmente. Me fui de Chile, estuve en Brasil, ahí me reencontré con la música y cuando empecé a mirar lo que estaba pasando acá (llevaba cuatro meses fuera), vi que estaba saliendo un Pailita, Marcianeke, Cris Mj estaba empezando… Dije: ‘Algo está pasando allá’”.
Hoy celebra la gran recepción de su LP Hot, placa compuesta por 14 canciones y estrenada el 17 de octubre del 2024. En esta producción hay diversas colaboraciones: Jere Klein, Galee Galee, Kevin Martes 13, Pablo Chill-E, Lucky Brown, Shamanes Crew, El Jordan 23, Julianno Sosa, entre otros.

—Llevas un buen presente, bien enriquecedor: Grammy con Karol G, salió tu disco Hot… ¿Se puede decir que ha sido un buen año el 2024?
—Sí, fue un buen año, hartas cosas y cerrarlo con mi álbum fue lo mejor de mi carrera hasta el momento. Un trabajo de tres años que tuve que hacer con los artistas y consolidarlo con todo lo que hay detrás de un disco.
—Un álbum que ha dado que hablar, le ha ido bien en los rankings...
—Un álbum de un productor… Esa imagen, por lo menos en Chile, no se da mucho: que un productor junte a muchos artistas en un disco. Creo que la recepción ha sido buena, siento que es un proyecto que, mientras más pase el tiempo, más se va a ir valorando.
—¿Sentiste que encontraste tu sonido?
—Encontré un concepto musical, es un mundo que se estudió. La gente que conectó con él entiende la idea, le da su escucha y cacha la línea musical. Es bonito que haya tantos artistas, tantos estilos diferentes. No sé… Escuchar desde El Jordan 23 hasta Shamanes.
“Una noche en Medellín”
—Fran, encuentro que con el tiempo el punto de quiebre en tu carrera fue “Una noche en Medellín”...
—Sí, creo lo mismo, porque fue una canción que se internacionalizó, de las primeras canciones urbanas chilenas que alcanzó el éxito. Me abrió muchas puertas, pude cerrar mi disco con la major, viajar a otros países, conectar con otros artistas. Yo tuve un tiempo perdido antes de esa canción y, cuando salió, los nuevos artistas me buscaron para hacer sus trabajos.
—Lo que te pasó es un mensaje para varios productores más jóvenes que, a falta del hit, tiran la toalla...
—La generación de hoy se frustra muy rápido. Y, aparte, igual se entiende, porque todo está muy acelerado: las redes sociales, lo que ven ellos. La gente quiere resultados instantáneos y, en la música, en realidad no es así. Lo único que sé es que lo que me ha resultado a mí es que nunca he bajado los brazos ni he dejado de crear. Yo tengo 300 canciones y hit tengo tres.
—¿Cuál es la importancia de “Una noche en Medellín” para el género chileno?
—Aportó mucho a la exposición de los urbanos chilenos, a que los artistas y la gente de afuera de la industria se fijaran en lo que estábamos haciendo acá.
—Siento que el remix de “Una noche en Medellín” salió muy tarde, podría haberse manejado de otra forma. También iba a estar De La Ghetto...
—Sí, obviamente. Si hubiera salido con De La Ghetto, bien; con Karol G, bien igual. O sea, cualquiera de los dos escenarios. Pero quizás si hubiera salido antes habría tenido más exposición. Aunque también es importante que Karol G haya pescado esa canción y la haya sumado a su álbum. Es bonito y no es menor.
—¿En esos casos, el que manda es el artista?
—Esa canción en particular tiene mis derechos autorales, pero el master no es mío. Yo solo firmo los papeles para que salga, pero quienes toman las decisiones son los dueños del master. En ese caso, era Star Music, que trabajaba con el Cris.
—¿Cuándo sacas otro tema con Cris MJ?
—Tenemos varias canciones. Él anda en otra, lo entiendo, está súper arriba. Hemos hablado, sí, así que todo bien.
“Antes había mucha armonía”

—Para llegar aquí también hubo harto recorrido. Tuviste tu origen en la cumbia, el Desafío Music, el mambo, Kevin Martes 13. Cuéntame cómo fueron tus inicios...
—Antes ni siquiera nos imaginábamos todo esto que está pasando ahora. Hacíamos música porque era algo súper real, algo que queríamos expresar. La música, para mí, era una vía de escape por todo lo que estaba pasando. Nunca pensamos en monetizar, en hacer shows, en dar entrevistas. Nadie tenía en mente eso, solo nos estábamos divirtiendo. Ahora que trabajo, siempre trato de volver a esa esencia y no olvidar. Ahora todo es diferente, se está generando una industria y una responsabilidad.
—Hace un par de semanas entrevisté a Pablo y me contaba que, en esa época, todo era más de nicho. Todos se conocían con todos. La gente que iba a los conciertos era casi la misma que iba a otro concierto en otra fecha. ¿Extrañas algo de esos inicios?
—A veces se extraña la energía de esa época. Antes había mucha armonía, no había equipos detrás o una parte ejecutiva, era todo tú a tú. Había una energía mucho más colaborativa. Siento que eso se ha ido perdiendo un poco. Obviamente, con los equipos de trabajo, cada artista tiene su visión, pero entiendo que es parte de la industria.
Hot 2
—Igualmente, sacaste tus fiestas Hot...
—Fue un éxito total, estaba lleno de famosos. Se vienen más fechas, vamos a seguir anunciando durante el año en las redes.
—Hay un Hot internacional, me mencionaron...
—Es un Hot 2, pero todavía no sabemos.
—¿Pero va a tener un artista internacional?
—La idea es que haya artistas chilenos y de afuera. Tenemos algunos grabados ya por ahí, así que lo estamos armando. Durante el año podría salir en el segundo semestre.
—Una misión más complicada. Para Hot 1 tardaste tres años, pero para esta nueva versión será solo un año…
—Va a tener mucho menos tiempo, pero lo más fácil, entre comillas, es que el concepto ya está hecho.
—¿Y a quién te gustaría producir? ¿alguien soñado?
—Se retiró Daddy Yankee, me hubiera gustado mucho trabajar con él. De los que están ahora, me gusta Chencho Corleone. Siempre he pensado que un beat mío rompería brígido con él. Anuel también.
—¿Tus tres canciones favoritas?
—Yo creo que “Jarabe”, también “Shishigang” y “Una noche en Medellín”. Esos tres temas han aportado mucho.