Valeria Sanhueza posee un talento de alto impacto para convertir en canciones emociones incómodas y para fluir del reggaeton al trap hardcore. A punto de sacar su nuevo disco “Destellos”, el 2025 bien podría ser la temporada de Fresasalvaje.
La escena transcurre de noche, casi de madrugada, en una casa en la comuna de La Cisterna, en Santiago de Chile. Ahí una adolescente llamada Valeria Sanhueza está en el closet de su pieza intentando grabar una canción sin que la reten por meter bulla, pero sin demasiado éxito. Porque la retaban igual.
“A veces cuando grababa, mi mamá que estaba en la pieza del lado me decía que estay haciendo que hacis esos ruidos, y yo le decía que nada y me quedaba callada”, recuerda.
“Mi primer tema lo hice en cuarentena, a las 4 am, para que nadie me escuchara. Esa canción la produjo Dolore$. La subimos a Soundcloud pero después la borré”, contó Valeria, cuyo nombre artístico es Fresasalvaje y actualmente tiene 23 años, a Ciudad de Beats.
Ese evento acaso canónico se enmarca de un gran evento canónico, generacional, que fue la pandemia, un momento que congeló el espacio y tiempo y que hizo germinar a buena parte de la actual generación de músicos.
Ese momento fue la coronación de una serie de factores que empezaron a converger antes.
“Para una navidad me regalaron un mp3 y le pedí a una prima que me pasara sus canciones para escucharlas. Ahí conocí a Rihanna y varios artistas de ese momento. Después pasé por una etapa en que me gustaba Paramore, Green Day y Cranberries. De ahí me dio full por escuchar rap”, relata a La Cuarta.
“En el colegio aprendí a tocar guitarra y bajo. Siempre me llamó mucho la atención la música. Hacia letras y les ponía base con la guitarra o ukelele pero nunca las publiqué, si no que las hacía para mí. En tercero medio empecé a ocupar Soundcloud y ahí descubrí otro tipo de música como XXXTentacion y Sybyr”, cuenta.
Ahí ocurriría otro hecho fundamental de su biografía.
“También caché que en Chile había gente haciendo música así, principalmente a $lum, que de casualidad era amigo de una amiga. El verano antes de la pandemia mi amiga me llevó a una tocata de los cabros de NOLVIDESTUSUR, que por ese entonces se llamaban LOS CIEGOS y me quedó gustando tanto su música, que eso fue como mi primer impulso para crear”.
“Cuando empecé a sacar mis temas en la cuarentena, me pescaron para entrar al piño”, complementó en la entrevista con CDB sobre su ingreso al colectivo NOLVIDESTUSUR donde comparte con el mencionado $lum, Romansito, Vicentesinatra y Quate.
La historia eso sí comienza bastante antes y la cuenta por primera vez en exclusiva para La Cuarta.
“Cuando pequeña fui de esas niñas que se aprendían todas las canciones que escuchaban. Andaba cantando todo el dia, cambiando las letras etc. Desde comerciales de la tele hasta lo que escuchaban en mi familia, Mis tíos, mis abuelos, mi mamá y mi hermano, todos escuchaban cosas diferentes y siempre me nutrí de eso. Mi abuela escuchaba todo lo que sonaba más en la radio, onda el pop tipo Nelly Furtado o Paulina Rubio. Mi mamá escuchaba mucho reggae, mis tíos eran más de escuchar hardcore y punk. Mi hermano mayor, escuchaba reggaetón”.
El más reciente sencillo de Fresasalvaje es justamente un reggaetón titulado LA UNO.
“Es un tema para el verano y toda la hueá. Encontré entretenido hacer un tema bailable, para la disco. Es chistoso porque mi música es generalmente más atrapada y triste, más dura. Salir de ese personaje fue muy entretenido”, confiesa sobre la canción producida por Cherry y en conjunto con la artista 666ata.
EMOCIONES NO TAN CÓMODAS Y DESTELLOS
El primer EP de Fresasalvaje se llama LUZ DE LUNA (2021). “Ese fue el primer proyecto como profesional que hicimos con Dolore$, fue una forma de preparación para el disco que hicimos después y con el que decidí dedicarme de lleno a la música”.
Ese disco se llama ANHEDONIA. “Estaba viviendo un momento duro y salió así. La verdad es que no busco necesariamente que me escuchen, o sea es bacán que pase, pero yo hago lo que me sale natural en el momento, y eso a veces son emociones no tan cómodas”, dijo en Ciudad de Beats.
“Me siento cómoda en el rap o trap más oscuro”, reflexiona.
Consultada al respecto por La Cuarta, profundiza: “Estudié 2 años y medio Producción Musical en el Arcos. Pero comencé en la pandemia y me costó harto ese formato. Después vinieron las clases presenciales y tenía muchos atados en mi casa, hasta que me tuve que ir a vivir a otro lado, así que nunca pude enchufarme del todo en la carrera. Pero sí hice amigos porque estudiaban ahí el Emferio, yung roska , El Dream y Nnn86. Aprendí mucho. En ese tiempo también saqué el disco”.
Entre sus principales influencias, la artista menciona a Rosalia, Girl Ultra, Young Beef y Miranda.
“Suelo trabajar en lo que sea que salga”, cuenta. “Hago distintas cosas, trabajé en un super de Macul, siendo la persona del micrófono del Totus. Fue chistoso. También trabajé en una empresa de electrónica, donde venden cables para las antenas, aprendí a soldar y toda esa mierda. También me ha tocado trabajar cuidando escenarios mientras los arman de noche, para Lollapalooza y en el Monumental también, para el concierto de Feid”, cuenta.
Actualmente Fresasalvaje está trabajando en su próximo disco “Destellos”. Es un disco más movido, bailable, pero con tintes melancólicos, como las hueás que me gustan a mi, va salir a fines de enero o principios de febrero”, adelanta.
Sobre sus pretensiones en la música, lo adelantó en la sección “Filete Urbano” el 2023.
“Pretendo tener un sonido que la gente pueda reconocer, tener una estética bien formada. Tocar en lugares bacanes con mis amigos, estar tranquila y que la música me dé pa’ comer. Ojalá en algún momento pueda armar una banda y hacer un espectáculo más orgánico”.