Hacer bailar al mundo, los sueños de DJ Pablito Pesadilla

Pablo Garrido Pacheco es sin duda el disc jockey más importante de la escena urbana en Chile, uno que tiene entre sus méritos el haber metido el trap a las discos de reggaeton y el reggaeton al trap, fusión que llevó al movimiento urbano al siguiente nivel.

Imagínate un compilado de escenas tipo Pablito Pesadilla haciendo saltar y bailar a más de 10 mil personas el 2019 cuando tocó junto a Paloma Mami en Lollapalooza el 2019, en La Pampilla ante un público de 200 mil personas o más recientemente un Movistar Arena repleto en la antesala del show de Young Cister, o para el acto de cierre de la Teletón tocando ante un Estadio Nacional lleno.

O quizá protagonizando el desacatado video de “Baby Otaku”, la canción que hizo junto a Polimá Westcoast, NickoOg Clk y Fran C.

Pero quita la música, las luces, las multitudes, la ropa nueva y las zapatillas. Retrocede aproximadamente al 2012 y en específico a la comuna de Puente Alto en Santiago de Chile.

En su pieza, acostado en la cama, está Pablo Andrés Garrido Pacheco, aplastado por una depresión que lo tiene hace cinco meses sin poder ponerse de pie, ni menos comer. Su mamá, desesperada, sentada a sus pies le pregunta cómo puede ayudarlo.

Pablo ha contado en varias entrevistas que cuando tenía 17 años la presión entre una muy joven paternidad y el no saber muy bien qué hacer con su vida y cómo sacarla adelante lo tuvieron fuerte contra las cuerdas. “La música me salvó”, aseguró en el programa Entre Chorizos.

“Tenía una amiga tan carretera que hacía fiesta todos los findes, y me empezó a invitar a tocar. Literalmente me levantaba solo a eso, me salvó, porque a esas fiestas iba gente de discotecas, que me empezaron a llevar a eventos y así partió todo”, cuenta.

Pablo quería ser DJ y eso era uno de los choques que tenía con su familia y le provocaba frustración. Estamos hablando de una época donde una idea así era igual o más descabellada que ser músico o artista de cualquier tipo. Pero Garrido tenía una visión, una idea fija que se le había revelado cuando un amigo suyo le enseñó a mezclar y él aprendió en una tarde cosas que una persona normal se demora meses en aprender.

“Tenía un don”, reconoce.

Paloma mami y la verdadera mami

En retrospectiva, todas las cosas tienden a calzar y hacer más sentido que cuando se están desarrollando, pero la realidad es que el destino del hoy día por lejos el DJ y productor más reconocido de la escena urbana chilena estaba delineado desde el momento de su nacimiento.

“Mi mamá era fanática de la radio Pudahuel y me puso Pablo en honor al locutor Pablo Aguilera”, cuenta en el vodcast Alegría Máxima. Su nombre artístico, Pablito Pesadilla, también estaba listo desde hace tiempo. En el programa Fuera del área con Mauricio Pinilla en radio Agricultura, cuenta que cuando tenía entre 6 o 7 años, su hermano mayor, fanático de Colo-Colo, lo llevaba con el al estadio Monumental.

“Me llevaban a la zona de niños y desde ahí yo me pasaba a la barra”, cuenta. Su hermano era parte del piño “Los Pesadilla de Puente Alto” y de ahí viene su apodo de Pablito Pesadilla, porque era el más joven del grupo.

El DJ cuenta que le costó convencer a su familia que su sueño de convertirse en disc jockey iba en serio. Por lo mismo, luego de salir de cuarto medio, se puso a trabajar con su papá, que es técnico electricista, en la construcción.

“Ahí junté unas lucas para comprar mis máquinas, antes tocaba con el puro compu, un mac con teclado aparte y mouse, que incluso se me pegaba a veces”, le reveló a Matías Alegría.

“Había que ir demostrando de a poco”, dice. Agrega que en los primeros eventos que le pagaban cifras cercanas a los 20 mil pesos, se los gastaba para poder volver en taxi a su casa desde Bellavista a Puente Alto. Antes de eso, hacía ese mismo viaje pero arriba de la conocida micro 210. “Me sentaba adelante porque como atrás iban carreteando y yo con mis equipos corría el riesgo de que me cogotearan”, recuerda.

“Me hice un poco adicto, estaba realmente todo el día tocando, cerraba las cortinas de mi pieza, ponía luces y me imaginaba una discoteca. A mis papás les preocupó un poco, incluso un par de veces mi mamá no me dejó ir porque pensaba que iba a puro huevear”, contó en Entre Chorizos.

Pero el momento clave vendría de una visión de marketing que tuvo. “En esa época nadie sabía quién era el DJ porque estaba en una caseta, mi idea siempre fue cambiar esa mentalidad y hacer entender que el disc jockey es también un artista. Recibí muchas críticas por eso, y muchas veces toqué gratis a cambio de aparecer en el flyer, como un artista más”.

Así fue como Pablito Pesadilla empezó a hacerse un nombre dentro de la noche santiaguina, mientras en paralelo, desde el underground empezaba a gestarse el trap y el llamado movimiento urbano empezaba a tomar forma. En esa época, Pablo Chill-E le reconocía a Pablito que siempre admiró su estilo para vestirse y Polimá le agradecía por poner sus canciones en las fiestas.

Si bien hoy día es algo completamente natural que las y los artistas urbanos experimenten con el reggaeton, antes no era para nada así. De hecho en el último capítulo 02 de Ultra Todo, el manager Diego Sagredo cuenta cómo le costó convencer a Polimá Westcoast de hacer canciones de estilo más bailable, avizorando que post-pandemia la gente solamente iba querer bailar: así nacería “Cu4tro” y “Ultra Solo”.

En un perfil realizado por Pousta el año 2019, un poco antes que la pandemia detuviera el mundo, ya se destacaba el trabajo de cruce de fronteras que estaba haciendo Pesadilla, que para ese entonces ya despuntaba como el DJ de Paloma Mami, y telonero del show de Bad Bunny en Chile y empezaba a incursionar en la producción musical justamente con la cantante chilena más famosa del mundo.

Capaz lo que hizo que Pablo Pesadilla destacara de entre sus pares es que logró unir dos mundo que muchas veces, por prejuicios, parecían como agua y aceite: el trap con el reggaeton. Sobre aquello cuenta: “Cuando recién empezó a salir el trap latino con estos artistas internacionales, en las discotecas no lo tocaban. Yo y dos DJS más nos atrevimos a tocar estas cosas y funcionó. Después se me ocurrió incluir un dembow de reggaeton en una canción de trap. Era “Don’t Talk About Me”, de Paloma Mami”.

Además de Paloma Mami, Pesadilla ha producido canciones junto con el Barbero Exótico, Harry Nach, Kidd Tetoon, Pablo Chill-E, Marcianeke, Santaferia y La Combo Tortuga.

Sin embargo, Pablito Pesadilla califica otro como el momento más importante de su carrera hasta el minuto. “La meta más grande para mí es ser el orgullo de mi mamá y de la familia. Me costó hacerles entender, pero se dio así que soy feliz de tenerla de fan n1, nunca nadie va tomar ese puesto”, contó.

“Invité a mi familia a verme en un evento de la Teletón que fui a tocar en la municipalidad de Puente Alto. Cuando terminé me llamó el animador al escenario y pide un aplauso para mí. Estaba toda mi familia, mis papás, hermano, abuela. Al otro día cuando me desperté estaba mi mamá esperando sentada en la cama para pedirme disculpas por no haberme apoyado en un principio”, relata emocionado.

En esa línea, otro de los motivos de orgullo de Pablito es su trabajo como embajador de la fundación ‘Deportistas por un sueño’. El futuro es auspicioso para el joven de 28 años que actualmente trabaja en el lanzamiento de su marca de ropa que se va a llamar “Nightmare”.

Como varios exponentes del movimiento, están enfocados en que el estado actual del arte es solo el comienzo. “Los mejores DJ del mundo en mi opinión están en Chile. Lo digo porque escuchando djs de otros países me doy cuenta que somos brigidos, pero falta atreverse más, salir de la disco donde son residentes, hacer más cosas”, sugiere.

“Ahora ya existe esa mentalidad de poner al DJ en el flyer, se le considera como un artista más aunque sea desconocido. Siento que logré eso. El siguiente paso es crear una industria, porque de afuera ya nos ven con otros ojos a todos: los dj, productores, bailarines, diseñadores, personas encargadas de vestuario, todos”.

En el programa de Mauricio Pinilla, revela su anhelo: “Mi sueño es hacer bailar al mundo entero, es que bailar es un momento de paz, de ser feliz, mi mensaje es ese, entregar amor”.

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