El chilote es un artista inclasificable en la escena local. En un momento puede estar en un reggaetón, R&B o hasta en un corrido a la chilena, como ha sido la tónica de la última etapa de su carrera. El oriundo de Ancud conversó de varios temas con el Diario Pop: su venidera colaboración con Julianno Sosa, su canción “Xokó” con Shirel, cómo es ser un provinciano en la capital y abanderado de un nuevo movimiento, y más.
Para los antiguos habitantes de lo que hoy es Ancud, Chiloé, el nombre del lugar se debe a que es una zona rica para cultivar. Y si hablamos de cultivar y cosechar, Ignacio Ruiz representa bien el significado de su tierra. Con una carrera a pulso, tomó sus cosas a los 19 años y fue a probar suerte a Valparaíso y luego a Santiago.
Primero, trató de compatibilizar una carrera universitaria con hacer música, para luego volcarse a seguir sus sueños, aunque dividiendo sus esfuerzos entre el arte y trabajos de turno para solventar sus gastos. Una realidad que vivió hasta hace apenas un año y medio.
En ese entonces, venía de lanzar su EP Fulbo, con su reggaetón introspectivo y una portada que recordaba al icónico look de “El Fenómeno” Ronaldo. En esa pasada, fue entrevistado por el periodista Luis Gajardo, en una conversación que fue una especie de carta de presentación.
“Recuerdo que cuando salió la nota, estaba trabajando en un supermercado en Las Rejas y no podía creer que había salido en La Cuarta. Trabajaba solo con mi productor (Melora1n) y mi director visual (Fabian Andrade). Ahora, el equipo ha crecido bastante. Ya dejé de trabajar, acabo de firmar con una distribuidora, entonces ha cambiado bastante mi vida y espero que quede mucho por cambiar”, relató sobre su actual panorama, ya con un talante de profesionalidad.
El ancuditano recientemente firmó con Virgin Music, una compañía discográfica donde han pasado nombres como Janet Jackson, Queen, Smashing Pumpkins, Daft Punk, entre otros destacados artistas. Un paso importante en su carrera, especialmente para alguien que viene de región.
Pero el punto de quiebre en toda esta historia tiene un punto de partida, y hay que remontarse al 18 de febrero de 2024, fecha de lanzamiento del videoclip de la canción “Nuevo Himno de Xiloé”. Una pieza audiovisual de primer nivel que rescata la idiosincrasia de los chilotes, registro que se viralizó ampliamente en TikTok y otras redes sociales. Fue el primer gran zarpazo mediático de este cantante.
“Queríamos mostrar Chiloé de una forma no caricaturizada como lo hacen en Santiago, sino que presentarnos a nosotros mismos de manera épica, hacernos cargo y sentirnos orgullosos de las cosas que nos caracterizan”.
De esta forma, este joven dio los motivos que le dieron identidad y las razones para realizar este videoclip, el cual se construyó al más puro estilo de Chiloé, en una verdadera minga, con cosas prestadas de distintos vecinos.
—Tú eres como una bocanada de aire fresco, no vas por la apuesta de los grandes números, sino con una propuesta que uno recuerda. Por ejemplo, el “Nuevo Himno de Xiloé” es algo que todos recuerdan, hasta a mi papá le salió en TikTok. Tiene personalidad…
—No sé si el urbano chileno es el nicho en el que voy a estar. Creo que siempre sigo los grandes números, solo que ahora mismo a mí y a varios artistas que también están haciendo corridos, nos toca crear una escena de cero, una escena que aquí no existe tanto. No hay artistas que hagan este tipo de música o que hagan nuevas canciones. Y es por eso que es nuestra labor ahora mismo crear una nueva escena, como lo hicieron los chicos del trap hace unos cinco años.
—El corrido tumbado en México lo catalogan como urbano, ustedes quieren hacer algo distinto...
—Yo lo defino como corrido chileno, tanto en las temáticas que toco como en los instrumentos, con el sello del sur de Chile. La banda que he logrado formar está compuesta por músicos de regiones. También hay una diferencia entre el corrido mexicano y el chileno.
—¿Y cuál sería esa diferencia, Ignacio?
—Lo que decía, las temáticas. Siento que el público chileno que escucha o que puede estar abierto a escuchar corridos no es el mismo que en México. Todo este maleanteo y ese tipo de cosas que se tocan en México, ese espacio ya lo tiene de cierta forma relatado la música urbana chilena, siento yo. Nosotros tenemos que ir por otro lado. También en mi propuesta he tratado de poner samples de algunos virales de cosas que todo chileno tiene en la mente. Y al mismo tiempo, igual que en el reggaetón chileno, uso nuestro propio lenguaje.
—La zona sur tiene un amor por la música mexicana, cualquier asado en el campo tiene ranchera…
—Es la música con la que uno crece escuchando, y no siempre queriendo escucharla. A mí me pasó que, en cierto momento, cuando estaba en el reggaetón, sentía que me estaba estancando, no podía explotar. Y en el momento en que me puse a hacer corridos, todo fue mejorando y me sentí mucho más cómodo, y todo se ha ido dando súper bien.
—¿Cómo ha sido todo este recorrido?
—Difícil. En una entrevista me preguntaron qué le diría a las personas que vienen de afuera, y el consejo que di fue que traten de hacer redes de contacto. A mí me pasó que cuando vine no conocía absolutamente a nadie aquí, y eso, sumado a que soy una persona tímida, hizo que la vida se me dificultara mucho por mi timidez.
—¿Qué te gusta de Ancud y qué no te gustaba de estar en Chiloé, como artista y también como persona?
—Lo que no me gustaba es que estamos lejos de todo y hay muy poca actividad musical. Siento que no se puede vivir de la música, no conozco a nadie en Ancud que viva de la música tocando. Eso es lo penca, que todo lo que pueda pasar, ya sean conciertos o lo que sea, el acceso a todo está en Santiago o, como mínimo, desde Puerto Montt hacia arriba.
“Lo que me gusta de Ancud es que, si caminas cinco minutos, tienes playas, hay mar, hay muchos lugares. No está esa densidad poblacional que hay en Santiago, donde, vayas donde vayas, te encuentras con gente, y tienes que hacer un largo viaje en auto para poder estar tranquilo o alejarte del ruido de la ciudad”.
Corridos chilenos vol.2
“Xokó” se titula el primer apronte de su nuevo trabajo llamado Corridos chilenos vol.2. Este track refleja una melancolía amorosa digna para esos días fríos donde se recuerda una vieja relación. Es un sencillo feat. Shirel que denota una mayor producción en sus capas sonoras y que tuvo un video rodado en la mismísima Cordillera de los Andes.
A primera vista y escucha, se siente el crecimiento del equipo, el mismo Ignacio fue enfático en destacar este impulso:
“El primer EP de corridos lo hice con mi productor de toda la vida y un guitarrista que es de Chacao, a quien conozco desde segundo medio. Ellos fueron mi equipo de trabajo. Ahora el equipo ha crecido mucho: tengo un trombonista, un bajista, un director musical... entonces, el sonido en sí ha mutado bastante”.
—Junto con eso, sacaste otro tema en esta nueva etapa, ya firmado por Virgin, que es “Xokó” con Shirel. Una artista que, al igual que tú, no se puede catalogar simplemente como urbano, pues hacen de todo. ¿Cuéntame cómo nació esta colaboración?
—Era fan de Shirel desde hace tres años. Yo me vine a estudiar, me salí de la universidad y me puse a trabajar para costear los videos y el arriendo, porque también me fui a vivir con un amigo. Cuando trabajaba en una pizzería, siempre ponía música, y muchas veces era de Shirel.
“La canción siento que era como para ella y la mejora bastante. Es una artista súper bacán. A veces admiras a alguien y luego lo conoces y te decepcionas. A mí no me pasó eso con ella, la encuentro aún más increíble. Y afortunadamente, todo se dio súper bien”.
—Escuchando la canción, tiene ahí unos tintes más espaciales. La producción está interesante, no es un corrido de Natanael Cano o Peso Pluma...
—Claro, esa es la idea mía, es que eso ya está hecho. Nosotros estamos tratando de ir por otros lados. Tengo una banda diversa, y todos aportan su granito de arena. Recuerdo que los chicos me mandaron el beat y yo de inmediato escribí la canción.
—“Xokó” es una canción que se puede decir será la puerta de entrada de este volumen dos…
—El sonido está mucho más nutrido. Al mismo tiempo, también me siento mucho más empoderado al momento de dirigir lo que quiero. Ahora somos más personas, y siento que tenemos que estar todos en la misma sintonía, pero todo se está dando bien. Desde que empecé a trabajar en el volumen dos, en un mes hice ocho canciones, y ahora llevamos dieciséis.
—Siento que cada vez te estás profesionalizando más, con conexiones, se nota hasta en tus palabras…
—Sí, es bonito. Tengo la fortuna de que todo ha sido gradual, nada se me ha dado fácil, he estado disfrutando el camino. Siento que uno valora más cuando las cosas se dan así. He tratado de siempre ir con la mente templada, no cometer errores y siempre estar abierto al aprendizaje. Eso es lo que hago todos los días: escuchar a la gente que me rodea y que sabe más que yo.
—Siempre estás en el péndulo entre el amor y el desamor. ¿Ignacio Ruiz es un hombre que le canta al amor?
—Sí, totalmente. Le canto a todo lo que me pasa. Hubo un tiempo en el que estaba muy enamorado, y todas esas canciones están permeadas por eso. Pero, a medida que mi vida se vaya decantando, lo que sea que me vaya pasando va a estar plasmado en mi música, sí o sí. Quizá, más adelante entre en otra etapa, pero en este momento estoy en esa etapa del amor.
—¿Recomiéndame tres canciones que estén muy pegadas en tu playlist?
—Bueno, hay una canción que siento que está muy bien escrita, que es de Shirel, y se llama “Xk el amor no”, me gusta mucho. También hay una canción que se llama “Se divisan” de Calle 24, unos mexicanos. Y “Lunes feriado” de Akriila, que también lo tengo pegado.
El junte con un referente
Una colaboración muy esperada es la de Ignacio Ruiz con el trapstar Julianno Sosa en un corrido. Y ojo, no es un campo ajeno para la voz de “Cochinae”, ya que en su álbum Finalmente rico también exploró este género musical.
“Es otro tipo de componer, de sentarse a grabar. Yo soy una persona que escribe la canción en solitario y después va y la muestra, y él se pone a improvisar en el micrófono, y es bacán. Todos, de alguna forma, tienen su método de trabajo”, develó el joven exponente sobre cómo fue grabar en el estudio con uno de los músicos urbanos más famosos del país.
“Además, él es una persona súper humilde, alguien que aconseja mucho, y es bacán sentir esa validación”, agregó.
El estreno de “Mi pana anda triste” está programado para el jueves 5 de agosto, pero esto no es todo, ya que también tiene otra canción guardada con Julianno.
Igualmente se viene al menos una canción más durante el año, para luego salir a tocar y, en 2025, liberar Corridos chilenos vol.2.