Con una historia sacada de película, de venir de abajo a ser un referente de la escena urbana, así se ensalza el trapstar de 24 años, quien actualmente radica en Miami, y que habló con el diario pop de su reciente estreno “El rey de los trenches”, el sueño americano y adelantó que su regreso a Chile está más cerca que lejos. “Y si no lo hacía de alguna manera legalmente positiva, iba a seguir en lo que estaba, metiéndome en problemas, más tiempo preso”, manifestó el joven a corazón abierto, dando entender que la música le dio un giro a su vida.
“Fue por dinero, si hicimo’ algo malo en la vida lo siento fue por el dinero”, así pregona uno de los éxitos más pegados y sinceros del trap nacional. ¿Su autor? Julianno Sosa, uno de los creadores más verosímiles del género urbano.
Apenas cumplió los 18 años partió a Norteamérica a ganarse la vida, a base de la música y actividades del bajo mundo. Incluso fue apresado en el país del norte, pero la meta era clara: todo era por el dinero. Los verdes eran la manera de tener un buen vivir para él y su familia, el sueño de la casa propia o cosas más mundanas como ropa y joyas, escapando de esa dura infancia en las poblaciones de Puente Alto.
Pero antes de salir del país, creó y forjó tal vez una de las relaciones de amistad más duraderas de la escena local, con su gran amigo Pablo Chill-E. Todo comenzó cuando el líder de la Sosamafia tenía 16 años y el Shishiboss 14, el motivo: la música.
Muchos fans del género urbano conocieron a Julianno por Pablito y todo este movimiento de la Shishigang, que ya es una marca registrada tanto en estas tierras como afuera. Sin embargo, Julianno Sosa comparado a sus colegas, siempre mostró una visión cruda, dolosa, de su día a día: “X dinero”, “Vida peligrosa”, “Desaogo”, “Otro día”, son fieles ejemplos.
Aunque, la fama y alcanzar el mainstream lo consiguió con el reggaetón, con la explícita “Cochinae” feat. King Savagge. Single que se hizo viral en plataformas digitales y el TikTok. Un fenómeno viral, un virus como los mismos cantantes lo tildaron.
Un trayecto que va más de la carrera artística, una historia de vida que tocó fondo, que sabe de los barrotes de la cárcel, del retiro, pero que también sabe lo que es ser finalmente rico.
El músico acaba de estrenar El rey de los trenches, un trabajo de 7 canciones que tiene esa mixtura que ha cultivado en su carrera, la dualidad entre el reggaetón y el trap, aunque adelantamos que el hi hat y los bajos 808 son sus favoritos.
Juli contó a La Cuarta detalles de esta nueva obra recién publicada, su historia en Estados Unidos y explicó por qué quieren que lo recuerden como artista.
El rey de los trenches
Lo último que sacó este letrista de las calles fue El rey de los trenches, grabado de manera independiente, tónica de la carrera de Julianno Sosa. Un conjunto de temas, en los cuales se pueden destacar la real “En el trap” o este reggaetón titulado “Bandido”, el cual nos transporta perfectamente a un paraje del videojuego GTA Vice City.
—¿Por qué El rey de los trenches? ¿es Julianno Sosa el rey de los trenches?
—Sí, hermano, soy el rey ja, ja, ja. Le pusimos El rey de los trenches porque los trenches básicamente significa como la población, el ghetto, la parte fea que nadie quiere hablar, pero de ahí fue donde vinimos, entonces siempre vamos a llevarlo en la sangre: mi población y los barrios en general. El rey de los trenches porque gracias a Dios nos pudimos superar, pudimos cumplir el sueño de niño en poder llegar hasta donde estamos hoy en día, que es la meta de toda persona que viene donde hemos venido nosotros. Vai pasando etapa, etapa y coronái, y te conviertes en El rey de los trenches.
—El rey de los trenches tiene el reggaetón y el trap, géneros que has hecho anteriormente, una mezcla...
—Lo que pasa es que el trap nunca lo voy a dejar a un lado, la verdad a mí lo que me encanta es hacer es el trap. O sea, es mi fuerte, como mi esencia. Yo lo he dicho en todas las entrevistas, pero para mí hacer reggaetón no me gusta tanto porque lo encuentro muy monótono, siempre lo mismo, denigran demasiado a la mujer, que la disco o la botella, pero lamentablemente es lo que a veces el público consume, es lo que realmente nos paga, entonces si hay que hacerlo, lo hacemos. Pero a mí me encanta hacer el trap, porque en el trap yo realmente puedo cantar sobre algo, un sentimiento, una vivencia, y donde yo creo que uno realmente hace a los fanáticos verdaderos.
“Por ejemplo, “Cochinae” es un hit mundial, a todo el mundo le gusta, pero siento que los fanáticos de “Cochinae” quizás no son los mismos que los fanáticos de “X dinero”, donde realmente hay un sentimiento real en una persona, donde un trap te lo pueden escuchar levantándose en la mañana, almorzando por la tarde, si están tristes o están felices. En cambio, el reggaetón solamente lo escuchan para fiesta”.
—El valor del trap...
—Siento que con la música trap uno puede llegar más a los corazones de los fanáticos y crear un sentimiento real hacia ti. El día de mañana si sacái un tema fome te van apoyar igual. Por eso siempre me ha gustado más que nada hacer el trap sentimental y por eso nunca voy a dejarlo, siempre en mi proyecto va haber uno que otro trapcito pa’ que la gente que esta desde el comienzo sigan sabiendo que el Juli del trap nunca se va ir, aunque tenga que hacer un puro reggaetón pa’ poder sonar o vender, del trap nunca nos iremos.
El sueño americano
Con 18 años llegó a Estados Unidos a buscarse la vida, un cuarto en el Bronx, Nueva York, lo recibió. De ahí adelante fue un camino de triunfos y derrotas, de aciertos y errores. Todo por el cumplir el cinematográfico sueño americano.
—Estás en Estados Unidos, estás en la meca del trap, ahí se creó todo. Cómo es estar ahí para un primero fan del trap, ¿cómo se siente estar ahí musicalmente?
—Es bacán, es como cuando tú abres un negocio de papa fritas y te vai a un lugar donde lo único que hacen es papas fritas, terminái aprendiendo sobre la cultura, de cómo encajar en los ritmos, con colores diferente, jugar con la música, de manera que te empezái a adaptar. Yo no soy americano, pero quizá tiro como uno, grabo como uno, hago ritmo como uno. Trato de llevar la música mía a otro nivel, siempre tratar de subir. Vamos a probar con esto, vamos a intentar esta melodía, vamos a hablar de esto.
—También viendo el transcurso de tu carrera, siento que cada vez le has puesto más una visión artística, con explorar, siento que te sientes cada vez más artista...
—Yo cuando empecé a hacer música siempre me enfoqué en que yo quería hacerme millonario de esto. Hay muchos artistas que siempre dicen, ‘que yo lo hago de corazón’, yo lo hice porque quería ser millonario y para ser millonario tenía que atreverme a cantar. Siempre lo he hecho por el dinero, más que por el real sentimiento porque a la larga eso es lo que busca todo el mundo en la tierra. Mis fanáticos no merecen que les mienta y les diga que yo lo hice de corazón, yo lo hice porque era pobre y quería ser millonario, comprarme mi casa, mi carro, mi cadena, ayudar a mi familia. Y si no lo hacía de alguna manera legalmente positiva, iba a seguir en lo que estaba: metiéndome en problemas, más tiempo preso. Decidí hacer las cosas bien, siempre la visión ha sido buscar la bolsa y ayudar a mi familia, a los que lo merecen, a los que han estado conmigo. En el mundo nadie te va a ayudar, si no lo haces tú, no lo hará nadie.
—Hablando de surgir, por eso llegaste a Estados Unidos, ¿a qué edad llegas?
—Con los 18 recién cumplidos. Yo cumplí los 18 el 8 de agosto y el 22 de septiembre me vine a los Estados Unidos, a New York. Y no me vine antes, porque yo como no tengo papá no podía conseguir la firma para irme antes siendo menor de edad. Lo vi como de esta manera dije ‘ya tengo 18 años, esta es la edad de que uno empieza a conocer más cosas, ir a más lugares’. Pero ahí es cuando los jóvenes empiezan a perderse, a meterse en problemas, en drogas. Lamentablemente ahora en Chile, como que ha evolucionado en ese sentido de las cosas malas, cuando yo me fui fumábamos porro y ahora la gente anda con el tussi, con las pastillas, siento que si yo hubiera estado ahí quizás me hubiese involucrado en todo eso. Creo que la mejor decisión que pude haber hecho fue cumplir mis 18 y virarme de Chile, de decir aquí no voy a estar porque aquí me voy a ir a la mierda, me voy a contagiar tarde o temprano, y gracias a Dios tomamos la decisión correcta.
—¿Y cómo ha sido el sueño americano? ¿existe el sueño americano?
—Sí, totalmente. Aunque solamente para quien realmente tiene los huevos para luchar por el sueño americano. He tenido muchos amigos que han venido pa’ acá y han durado tres meses y se devuelven porque extrañan mucho a la familia, o que esto, que lo otro, que la vida es muy cara. El que va a venir con excusas pa’ acá, es mejor que se quede en Chile, aquí se viene realmente a luchar, a sacrificarse, a sacarse la cresta, pero tarde o temprano esos días van a valer la pena y se te paga.
“El sueño americano, gracias a Dios, lo he cumplido, como muchos saben ya me compré mi casa, tengo mis carros, me traje a mi familia. Se hacen realidad los sueños, se hacen realidad las cosas, siempre y cuando uno luche fuerte por ello. Cada una de las metas que yo tenía, cada una de las visiones que yo tenía de mí, gracias a Dios se cumplió y vivo agradecido de eso y agradecido también de todas las cosas malas que viví, todos los portazos que me dieron en la cara”.
—¿Cómo fue el cambio cultural con los gringos?
—Un cambio demasiado brígido, llegái a un país donde no es solamente de gringos, es de todo el mundo, aquí hay peruanos, colombianos, venezolanos, musulmanes, africanos, haitianos. Hay una mezcla tan grande de nacionalidades y de culturas que se juntan aquí, aprendes un poco de todas. Hay un punto en el que te adaptái y ya entraste en el sistema americano, quizá uno habla de Estados Unidos y todos se imaginan a los gringos, pero esa es la gente que menos se ve. Aquí los chilenos es una minoría, aunque está cambiando, ya se están viniendo varios chilenos. Por ejemplo, aquí en Miami hay una comunidad grande de chilenos que me hacen sentir súper contento, me hace sentir como en casa un poco, pero antes era realmente una minoría, era super poca la gente chilena.
—Estái en Miami también, la ciudad más latina de gringolandia...
—Ahora mismo llevo seis meses aquí en Miami. Yo viví en Nueva York cuatro años y un año también en Los Ángeles, en el desierto de Mojave.
El éxito lejos de casa
El boom de la música urbana made in Chile no es un hecho que se desconozca, en el caso de la voz de “Ganas” este furor lo ha visto desde lejos, a varios kilómetros, claro, los hits virales han pasado las fronteras, pero qué pasa con el cariño en los conciertos y la fiebre en su país de cuna.
—Hablando de tierras gringas, en tierras gringas te pegaste. Es un fenómeno bastante raro porque nosotros te conocíamos, pero estabas en Estados Unidos, ¿cómo fue ese sentimiento de estar pegado en tu país, pero no estar en tu país?
—Yo creo que el sentimiento más fuerte que siempre tuve fue la ansiedad, porque como tú decí, me pegué no estando en mi país, entonces no he hecho ni un show en mi país... es una ansiedad brígida, que a veces también me jugó en contra, pero la hemos siempre sabido sobrellevar y decir, ‘tranquilo, va a llegar el momento, hay que seguir trabajando, hay que seguir luchando’.
“Siempre me han dicho en la vida hay dos caminos: el camino corto y fácil, y está el camino largo y difícil, créeme que si agarrái el camino largo y difícil, la recompensa va a ser mucho mejor. Entonces yo me metí eso en la cabeza y tomé el camino más largo. Si aún no puedo viajar a Chile, eso va a llegar y cuando llegue, será grande. Ya estamos planeando varias cosas importantes porque ya viene, no te voy a decir cuándo ni nada porque es para mí un tema delicado y yo creo mucho que a veces la gente aprieta, te tira las mentales, lo único que sé es que viene hermano, va a pasar y vamos a llegar”.
—¿Y qué se piensa?
—Yo antes pensaba ‘voy a llegar a hacer una discoteca, después vamos hacer un Teatro Caupolicán’, y ahora estamos pensando en hacer un Movistar... Ojalá Dios lo permita y así sea, que vamos a llegar en grande y poder cumplir mi sueño de cantar en mi país. Lo que más quiero es estar un escenario y compartir con mi gente, con mi público, escuchar como cantan mis canciones, y yo creo que al final eso llena al artista, más que la plata y más que todo. Igual a la larga creái un cariño y un sentimiento hacia tu música, que si hay alguien más cantándola, decí ‘llegué a un corazón, llegué a alguien más’.
—Escuchando tu discurso y viendo tus entrevistas en tu carrera, ha existido como un desarrollo de personaje, un Julianno diferente, más sabio...
—Uno va aprendiendo a través de los golpes, de las caídas, uno va madurando como persona. Cuando llegué a los 18 años y agarré mi primer cuarto, aprendí primeramente lo que es independizarse totalmente de tu familia, de tu gente, de todo y encontrarte realmente solo. Entonces toda esa presión mental te hace decir ‘madurái o madurái’, no hay otra, si no, te vai a la mierda literalmente, nadie te va a regalar nada de nada. Todo me enseñó a ser líder, no un jefe, sino como un líder, en apoyar mi gente, preocuparme de ello y tomar decisiones.
“Aquí en mi casa yo soy el líder, vivimos ocho personas, pero nadie se mueve sin que yo diga: ‘Sí, está bien’. A la larga es una carga, un peso que se te sube a tus hombros a pesar de la música, pero estamos puesto para eso, cada uno se toma el cargo que quiere y si te lo podí aguantar bacán. Y en esa situación, yo aguanto mi cargo de líder, la experiencia va formando el maestro. Yo tengo solo 24 años, y como te digo, he evolucionado bastante en eso porque siempre he aceptado los cargos, nunca le he hecho el quite, el ‘no puedo’ no existe para mí, si nos equivocamos -nos equivocamos, vamos a aprender-. Al menos siempre he tenido eso de aceptar las cosas y aceptar cuando me he equivocado, eso no me va a hacer menos hombre ni nada. He aprendido con el tiempo de aceptar los errores, muchas veces nos podemos equivocar y muchas veces podemos decir ‘sí, me equivoqué'. Eso ha formado a un Julianno maduro, a un Julianno totalmente diferente al que se vino de Chile”.
El disco más grande de su carrera y un mensaje
Dos trabajos prepara para este 2023 el creador de “Perrea KTM”, un EP y un álbum que adelanta será el trabajo más profesional y grande de su carrera hasta el momento. Junto con eso alista conexiones internacionales y finalizó con un emotivo mensaje.
—¿Y tu futuro qué trae? Te vimos con los boricuas Hades66, Yovngchimi, Ñengo Flow y Ankhal en un video con un cameo tipo Marvel...
—Hemos sabido, como se dice, sobrellevar la situación, hemos representado bien, hemos ganado el cariño de otro países, tengo varios proyectos, con venezolanos, colombianos, boricuas. Nos consideran, por ejemplo, lo de lo que estái hablando, lo del video del remix de “Lukeando” fue algo espontáneo, que nos invitaron, no es algo que andemos presionando. La gente te considera, ellos ven que tú no andas desesperado, ellos notan que ‘los cabros son de corazón’ y eso trae fruto.
—¿Y qué nos podías adelantar de las conexiones que se pueden saber? Sé que hay algo con el Ovi, con los venezolanos Big Soto y Neutro Shorty..., ¿qué más hay?
—Viene algo también con Luigi 21 plus, con Jory Boy, estamos trabajando, haciendo varias cosas, dándole caña y quién sabe... poder llegar a un featuring élite o algo donde realmente vamos a sobresalir duro. No quiero adelantar tanta cosa, pero se vienen cosas bacanes y de nuevo vamos a estar dando la cara por Chile. Igual con todo el respeto a los boris, ellos no son el género. Mucha gente de varios países estamos haciendo varias cosas internacionales, como tú mismo dijiste con Big Soto de Venezuela, con la gente de República Dominicana también que está metiéndole duro al dembow, probando colores nuevos, ver por dónde nos podemos meter.
—Ese junte Julianno Sosa y Yovngchimi estaría bueno...
—Eso viene, no sé cuando, pero eso viene. Él es super buena gente, tengo contacto con él. Varias veces estuve en Puerto Rico en su caserío, me trato súper bien.
—¿Preparas sencillos o también su disco? Ya que te das tu tiempo para hacer trabajos más grandes como un LP o EPs...
—Estamos trabajando harta música y vienen dos proyectos bien importantes ahora por este año que van a ser un EP y el álbum que hemos estado trabajando mucho tiempo, con mucho cariño, dándole todo lo que realmente se merece un álbum, si Dios lo permite nos vamos mundial. Estamos haciendo una selección de temas, selección de video, directores nuevos, algo bien, no a la tonta y a la loca, sino algo realmente trabajado.
—¿Tu trabajo más grande?
—Será uno de los trabajos más grandes que vamos a tener y vienen muchos más, pero este será el primero que realmente le estamos dando el cariño.
—Y por último Juli, como última pregunta, ¿cómo te gustaría que te recordaran por tu música?
—Yo creo que por mi letra, si alguien realmente se detiene a escuchar un poco mi letra y no solo a escuchar el tema, sobre todo en el trap, creo que el mensaje le puede durar para toda la vida. Ahora mismo en El rey de los trenches hay un tema bien especial que no se pegó tanto, pero que es “En el trap” donde yo decreto: ‘Oro, familia, abundancia / Que mi familia nunca vaya de una ambulancia / Voy a llegar pa’ Chile y terminar con toda mi ansia’.
“Son cosas que realmente me nacieron del corazón, porque ahora último desarrollé el talento de que ya no escribo, yo me fumo mi blond y empiezo a zumbar. Entonces tienen un sentimiento bien duro, hermano. Yo creo que esa es la manera más importante que me gustaría que me recuerden, que digan que lo que cantaba ese hueón era la realidad, así me gustaría que me recordaran que la lírica más brígida era la de Julianno Sosa”.
Julianno Sosa apuesta por un 2023 en grande, si el año pasado fue exitoso, ahora busca redoblar lo conseguido. Un EP y LP se visualizan en el futuro, en lo que se espera sea una temporada bastante productiva para continuar la construcción de uno de los relatos más reales y crudos del panorama local.
Escucha El rey de los trenches en todas las plataformas digitales aquí: