La historia de cómo Eladio Carrión y Bad Bunny se descubrieron mutuamente

La historia de cómo Eladio Carrión y Bad Bunny se descubrieron mutuamente.
La historia de cómo Eladio Carrión y Bad Bunny se descubrieron mutuamente.

El autor de Coco Chanel y Mbappé no existiría si no fuera por un consejo de Bad Bunny, pero el conejo malo tampoco si no fuera por una mano de Eladio Carrión. Una escena de película para una vida de película.

Antes de ser un artista escuchado por un poquito más de 20 millones de personas en Spotify mensualmente. Antes que sus canciones acumulasen un poquito más de cinco mil millones de reproducciones juntando las diferentes plataformas.

Antes de que ganara un Latin Grammy y consiguiera posicionar una canción en el número uno del ranking estadounidense Latin Pop Airplay de Billboard con Sol María, el primer single de TQMQA (Te quiero más que ayer).

Mucho antes por supuesto de que hiciera un exitoso Tiny Desk y se convirtiera en uno de los nombres estelares de la versión 2025 del Festival de Viña del Mar, Eladio Carrión estuvo súper cerca de ser un deportista olímpico.

“De chiquito me gustaba mantenerme activo siempre, el deporte me tranquilizaba. El que más me gustó fue la natación, un deporte individual en el que encontré paz”, partió contando en una entrevista con Ibai.

Mi última competencia fue el mundial en Barcelona. Participé en Panamericanos, Mundiales, incluso califique a las Olimpiadas, pero me retiré antes porque me enamoré de la música”, relató causando un impacto mundial con la revelación.

“En la natación es difícil hacerte un buen ingreso si no eres Michael Phelps. Es un deporte que no paga. No es como el basket, o el fútbol americano donde la gente paga entradas y hay merch. Entonces yo en un momento me vi pagando apartamento, carro, entrenando 8 horas al día, teniendo otro trabajo además y no me daba. Finalmente me aburrí y decidí dedicarme a hacer dinero”, profundizó.

En el canal PlayZ de RTVE dijo: “En la natación comencé tarde en comparación a los demás empecé a los 10, pero soy super competitivo, siempre supe que iba hacer algo grande, pensé que podía ser el deporte, la comedia, pero cuando me enfoqué en la música me di cuenta que era lo que verdaderamente quería hacer”.

Rap y mudanzas

“Me crié en Estados Unidos hasta los 11. Como mi papá era militar, me mudé para muchos Estados, estuve cada 2 años mudándome constantemente. Cuando él se retiró nos fuimos a Puerto Rico. Allá aprendí español y fue como empezar de cero”, contó en PlayZ.

“Mi infancia fue super buena, mis padres me aman mucho y están juntos todavía. Mis hermanas son espectaculares, prácticamente me crié con ellas porque mi papá estaba fuera por su trabajo y mi mamá igual. Por los constantes cambios, desde muy joven aprendí a acoplarme. Siempre eran retos, creo fue algo bueno porque siempre me gustaron los retos”, relató.

“Desde que tengo memoria, la música ha sido una constante en mi vida. Mis dos hermanas mayores, que me llevaban dos años, solían escuchar de todo, y creo que eso influyó en mis primeros acercamientos. De pequeño, me quedaba pegado escuchando a Eminem, Nas, Kanye, Jay-Z, Dr. Dre. Más adelante, llegó Lil Wayne. Le debo mi creatividad a varios de esos artistas, como Big Sean, 50 Cent”, le contó a Ibai.

Allí agregó: “De chico, escribía poemas; luego, aprendí a tocar el saxofón, la batería, la guitarra, el piano. Me encanta, es lo que he hecho por más tiempo en mi vida. Dependo de la música. Es mi refugio, mi cable a tierra. Cada vez que entro en la cabina, es un desahogo necesario. Un despeje”.

El factor Bad Bunny

En la canción “MONACO”, Bad Bunny dice: “Hace rato me quité del trap, yo se lo dejé a Eladio”, en una frase que causó una importante polémica porque básicamente le dejaba la corona del trap en español al puertorriqueño.

Cuando en Dominican TV le preguntaron si se sentía el mejor dijo: “Me considero entre los mejores, no diría que soy el mejor porque todos tienen su opinión. Pero yo siento que soy el mejor, es decir, el trapero que no siente eso, no se que está haciendo en esto. Cuando me levanto y estoy haciendo lo mío, siento que soy el mejor del mundo”, dijo.

La amistad entre Bad Bunny y Eladio es de larga data y de una profundidad importante. No es exagerado decir que mutuamente son personajes fundamentales para el despegue de sus carreras. Que no existe Eladio sin Bad Bunny ni viceversa.

Corría el año 2014 o 2015. Por entonces Carrión era un influencer, un creador de contenido de humor que hacía imitaciones de cantantes como Arcángel, Ñejo o Cosculluela. Y le iba bien, tanto así que había firmado un contrato con una entonces pequeña compañía de management llamada “Rimas”.

La historia la contó en el podcast de Chente Ydrach. Dice que por entonces estaba aún indeciso sobre su vida, así que decidió matricularse en el Colegio de Cinematografía, Artes y Televisión de San Juan de Puerto Rico.

Parece de película, pero las vidas de película tienen efectivamente escenas como de película. “Ese día cuando él entraba por la puerta del establecimiento iba saliendo un joven Bad Bunny, con quien se conocían medio de vista.

Cuenta Carrión que Benito le mostró la versión original de la ahora mítica “Diles” que había subido recientemente a Soundcloud. “Yo tengo un oído cabrón, pero realmente cabrón”, dijo Carrión. “Esto es lo más duro que he escuchado”, pensó. Así fue como le habló a Noah Assad, co fundador de Rimas, que rápidamente fichó a Bad Bunny.

En la misma entrevista, Carrión dice que Benito por su parte, le habría sugerido no matricularse en la institución a la que estaba entrando. El encuentro, hizo que Eladio decidiera entrar con todo a la música.

El resto es una historia que el viernes 28 de febrero sumará un nuevo capítulo cuando Eladio Carrión pise por primera vez el escenario de la Quinta Vergara.

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