Valentina Ramírez es de Pichilemu. Su música posee la calma pero también la fortaleza del mar. Bajo el nombre de Leva, su proyecto tiene dos misiones trascendentales: traer calma a este mundo enloquecido y cumplir el sueño de Soul Boy, un músico que la ayudó en sus comienzos y que falleció muy joven.
Cuenta Valentina Ramírez que cuando conoció a Soul Boy, un joven músico emergente, la conexión fue inmediata y profunda.
“Él me enseñó a escribir letras, yo por ese entonces escribía nomás. Por ejemplo, la canción “Mi Lugar”, él me la arregló”, cuenta en La Junta Plus.
La historia de esta amistad entre dos jóvenes tomaría un giro inesperado. “Soul Boy se enfermó gravemente. Cuando supo que iba a dejar este plano, me dejó su computador con sus beats y algunas letras”, recuerda.
En una entrevista con Pichilemu TV profundiza. “Él me dejó su sueño, por eso es que mi sueño es ambicioso porque no es solo mío sino el de él, aparte del de todo mi equipo”.
“Estuve con él y su familia en sus últimos días, me pude despedir y él me encomendó su sueño. Por eso no tengo permitido rendirme, aunque lo he querido muchas veces”, dice en La Junta.
“Él me tomó la mano y me dijo lleva mi sueño contigo”, recuerda.
Valentina cuenta que guarda varias canciones de Soul Boy y que su plan es darlas a conocer cuando tenga una mejor tribuna, para poder ayudar a la familia de su amigo con las regalías.
“No apurarme o acelerarme ha sido mi mayor desafío, porque uno ve a personas que se están pegando y es difícil no caer en por qué yo no, y la respuesta real es porque no es tu tiempo aún. Esto no es una competencia, hay que tener una mente fría, porque habrá gente que te va cuestionar, y hay que saber qué opiniones tomar y cuáles no”, comenta.
El R&B también es música juvenil
Esta historia comienza en el agua.
“Nadé desde los tres años, hasta que un día me lesioné, con las pocas herramientas que había en mi familia no pude hacer una rehabilitación completa entonces me deprimí”, cuenta Valentina en una entrevista con Pichilemu TV.
Pichilemu es una zona de la sexta región conocida principalmente por sus balnearios ideales para el surf.
Para enfrentar la frustración de no poder dedicarse a lo que entonces le apasionaba se volcó a la literatura. “Escribí mucho. Indagué en mis emociones, hice poesía. La música me llamó y me nutrí de rock, punk, pop, rap. En un momento sentí que mi vida iba ligada a hacer y escribir música”, recuerda.
En La Junta relató que junto a su mamá emigró a Santiago a causa del trabajo de ella.
“Fue abrumador llegar desde la playa donde nos conocemos todos, donde iba a almorzar a la casa y después volvía a clases, tenía mis amigos cerca, caminaba a todos lados. Fue impactante, una terapia de shock, pero también descubrí mi ámbito artístico”.
La pandemia, al igual que para muchos artistas de su generación fue el detonante. “Viví un proceso de depresión, porque quería hacer esto, pero me causaron inseguridad los prejuicios sociales o qué iba decir mi familia. Era mucha la inseguridad que me llevó a la depresión y la música justamente me hizo revisar muchos procesos internos”, asegura.
Dice que en paralelo a su búsqueda artística asistió a terapia donde le diagnosticaron “apego evitativo”. “Me cuesta expresar emociones entonces la música me ayudó a comunicar lo que sentía en mi corazón, mis sentimientos”, dice.
En Pichilemu TV explica su nombre artístico: “Necesitaba algo corto y rápido que se quedara. Estamos en una era donde todo tiene que ser así, entonces pensé Vale o Negra, después empecé a jugar con el nombre y así llegué a Leva, se pronuncia Liva. Creo que se escucha bien”.
Su estilo llegó desde la investigación: “Me gusta mucho el UK Garage, que siento que no suena tanto acá. Y el R&B me gusta mucho, siento que está reviviendo desde lo contemporáneo. A mi me gusta jugar con las voces, las distintas armonías, es algo que me caracteriza”.
También ha mencionado que sus influencias vienen de lugares disímiles como el R&B coreano de artistas como Colde. O también de exponentes de ese mismo género pero de Estados Unidos al comienzo de la década del 2000 como Usher y Mary J Blige.
Entre sus influencias chilenas ha destacado a Diego Dinnamarco y Vlntna B con quien colaboró en una canción. “La conocía desde el 2019 y siempre la he admirado mucho. Empezamos a hablar por Tik Tok, fue un sueño poder colaborar con ella”, dijo en una entrevista con Sonido Radar.
En ese mismo espacio destaca: “El R&B actual está tomando harto peso. Hay harta colaboración entre artistas y el público también se está dando la oportunidad de disfrutar esto, que también es música juvenil”, afirma. La idea la refuerza en La Junta.
“Cada vez hay más personas que están empezando a unirse. Preguntando y buscando hacer crecer esta escena. En general, la música juvenil está influenciada por el reggaeton, trap, drill, pero el R&B también es juvenil. Con mi equipo estamos viendo meticulosamente que escucha nuestra generación en el mainstream, para poder encontrar un lugar en la escena”, desliza.
El primer EP de Leva lo lanzó el año pasado y se tituló “Inmarcesible”. El concepto, sinónimo de inmarchitable lo encontró leyendo en un momento que no tenía nombre todavía para el proyecto y le pareció perfecto. Son 6 canciones que forman un gran relato conjunto, en distintas piezas.
“Lanzar este EP fue como tener un hijo. Me siento feliz y realizada. Ese proyecto me dio valentía y calle en esta industria”, le dijo a La Junta News. “Inmarcesible me trajo enemistades y amistades. Muchos sentimientos, ha sido un gran desarrollo de carácter, mucho crecimiento”.
En Pichilemu TV contó cómo fue el post: “Después de mi primer EP pasaron varios meses y mi distribuidora necesitaba cosas nuevas. Me bloqueé y sentí esa presión. Cuando me llegó el beat de Just Junior, un productor de Miami, lo estudié e hice pruebas durante tres semanas hasta que un día le di al palo con las melodías y sentí que era algo nuevo”, relata.
Así nació De Piel.
El otro sencillo que ha sacado post EP es PUPPY LOVE con $lum.
“La vida, el mundo, está todo tan rápido que es bueno encontrar un espacio de música más calmada. Una especie de terapia musical, personalmente soy una persona muy ansiosa y esto me ha servido”, reflexiona sobre su música y la vida misma.
Sobre la posibilidad de un disco completo, dice que está esperando terminar la universidad para luego dedicarle toda su energía a eso. Mal que mal, Valentina no solo tiene la misión de cumplir sus sueños, sino también los de su amigo que, asegura, la acompaña a todas partes.