Martín Acertijo, referente del corte chilenero: “La música urbana ha tomado ese rol que antiguamente tenía la cueca”

Más que autotune al compás del seis octavos, el corte chilenero, este nuevo estilo está marcando un refresco al folclore, uniendo lo tradicional con las tendencias. Uno de sus abanderados es el rapero que recientemente estrenó “Estación Central”, su primera cueca. Acerca de este lanzamiento, el nuevo género que está desarrollando y su futuro en el freestyle conversó con La Cuarta.

Marco Oyarzún

martes, 17 de septiembre de 202407:16 hs

Desde 2023, Martín Acertijo (29) está en la cruzada de expandir el corte chilenero, que, en pocas palabras, es la unión de la cueca con los ritmos urbanos. Sin embargo, esta definición queda corta, ya que representa un bálsamo para las escenas en las que convive este estilo musical. Esta decisión le ha dado una personalidad única a su carrera como artista, convirtiéndolo en un precursor.

Acertijo, conocido por su talento en el freestyle, con un palmarés notable que incluye haber ganado la final nacional de Red Bull y representar a Chile en la Internacional de esa misma franquicia, ha dado un verdadero salto de fe en este campo donde todavía quedan muchas cosas por descubrir.

El oriundo de Concepción resume este camino como “exponencial, adrenalínico y motivante”, y junto a otros colegas señaló que buscan renovar el folclore.

En septiembre de 2024, escribió un nuevo capítulo con el lanzamiento de “Estación Central”, una cueca en homenaje a su actual lugar de residencia.

Este lanzamiento es un examen para él, ya que es su primera cueca auténtica. “Una de las mayores críticas que recibí sobre el corte chilenero es que no era cueca. Y sí, efectivamente no era cueca, era una mezcla de cueca”, confesó al Diario Pop durante una videollamada, mientras aprovechaba un espacio de su tiempo en medio de una de sus clases de freestyle que imparte.

—Se está generando una movida importante. Hace poco entrevisté al Primer Corte, está Ignacio Ruiz, varios artistas urbanos están fusionando géneros de raíz latina con lo urbano...

—Claro, conocí hace poco a los cabros del Primer Corte, a Ignacio Ruiz no lo conocía. Pero la diferencia es que nosotros sí tomamos la cueca. A diferencia de todo el movimiento de los neocorridos que se están haciendo en Chile, nosotros como corte chilenero lo hacemos desde la cueca, no desde un ritmo de otro país. Lo hacemos desde el seis octavos y desde la mata del compás.

—¿Y para ti qué significa la cueca? ¿qué te produce?

—Mira, de partida, hay dos cosas que siempre me han gustado mucho: la historia y el arte. Me gusta el sentido de continuidad, de sentirme parte de algo que me trasciende un poco. Incluso tiene un lado espiritual, te conecta con otras generaciones, con otras sabidurías, con otros momentos.

—¿Y tú cómo sientes que se ve la cueca a nivel social? ¿sientes que faltan más espacios?

—Se sabe poco, porque en general el chileno no tiene mucha relación con su cultura. Y la manera en que nos enseñan cultura es súper rígida, no digo que esté mal, pero la cultura es algo vivo. El chileno cree que la cultura es algo pasado, de museo. Te lo aprendí de memoria, y después vuelves en septiembre y pones la playlist con las cuecas más conocidas como “La consentida”. Cuando nosotros tratamos de hacer de la cueca algo vivo, algo que cambia, que se desarrolla, que se transforma y toma colores, hay gente que se enoja. Obvio, si tú hablái con un cuequero que está todo el año haciendo cueca, le va a gustar lo nuevo, le va a gustar que se mueva y que tome forma.

Martín Acertijo en evento del Corte Chilenero.

—¿El chileno está desarraigado de su cultura?

—No desarraigado, siento que está orgulloso de su cultura, pero no la practica. Es como un adorno. La chilenidad está en todos lados. Lo bacán de la cueca brava, por ejemplo, cuando habla de los barrios bravos, es que rescata desde el pregón del que vende fruta, esa cotidianidad.

—Un origen muy parecido al de la música urbana...

—Sí, totalmente. De hecho, la música urbana ha tomado ese rol que antiguamente tenía la cueca, que era relatar la realidad popular. Nosotros estamos tratando de recuperar ese espacio para resignificar lo que es la cueca chora.

—¿Y cómo se recupera ese espacio? ¿hay que generar una movida, números, estar en un top 50?

—Buena pregunta. Obviamente es algo que aún no tenemos contestado. Creo que primero es atreverse a generar cosas, un movimiento, visibilidad, discusiones y no ser rígidos.

—¿Con qué artista te gustaría hacer una cueca?

—Con cualquiera que se motive, pero tienen que querer abrazar su cultura. Las puertas están abiertas.

Cantante y freestyler

Actualmente, el también sociólogo divide su tiempo entre la música y el freestyle. De hecho, compite en la FMS Chile, donde marcha octavo en dos jornadas de competencia. Ciertamente es un trabajo arduo rendir en ambas disciplinas.

—¿Cómo se compatibiliza la música con el freestyle?

—No se compatibilizan mucho. Por eso tengo que patinar entre todas las disciplinas que me gustan, pero hay materia para darle.

—Falta ese campeonato de FMS...

—Estoy tranquilo, hermano, porque ya he representado a Chile y tengo ganas de hacerlo de nuevo, ahora a través de la música. Igual estoy haciendo lo que me gusta.

—¿Estás pensando en dejar el freestyle para enfocarte cien por ciento en la música?

—No, de momento no. El freestyle es una disciplina que amo y practico a diario. Solo que claro, a veces el enfoque competitivo hay que ajustarlo más, pero eso no significa querer salirse ni nada.

—¿Vas a seguir haciendo ambas cosas, tanto en la música como en el freestyle?

—Voy a ver...

Estación Central: un homenaje a una clásica comuna

Un lugar histórico es Estación Central, donde actualmente reside el músico urbano. En su nueva canción y videoclip rinde tributo y cuenta “las tantas historias de sus vías”.

”Mi vida muchos saben sus peligros, mi vida pocos de su poesía”, reza este single que busca relatar y cambiar la cara de este emblemático sector de la capital.

—Volvamos a “Estación Central”, ¿cómo se dio esto de hacer tu primera cueca?

—La cueca como que te tira. Te van enseñando y cada vez vas aprendiendo más. En un momento, para seguir aprendiendo, hay que practicarla. Cuando entendí que la cueca tiene una estructura métrica y poética, dije: “Bueno, yo quiero hacerlo”. Me puse a practicar y, sin darme cuenta, ya escribí mi primera cueca. Es como un punto de llegada.

—¿Y por qué Estación Central?

—Vivo en esa comuna, y también es una comuna muy clásica para la cueca brava, pero muy mediática respecto al tema de la delincuencia y todo eso. En la cueca uno relata lo que ve, su cotidianidad, y yo quise hacer lo mismo: hablar de mi comuna. A pesar de que me ha tocado representar a Chile en hoteles en Madrid, todos los días tengo que tomar el metro en San Alberto Hurtado. Paso por la “pequeña Caracas” y escucho cuecas que los mismos inmigrantes no conocen. Ellos no saben que existe la cueca, y me pareció interesante hablar de esa disonancia.

—¿Qué es lo que más te gusta de Estación Central?

—La historia. Me gustan los barrios históricos. Cuando tení que ir a comprar al Homecenter, pero tienes que pasar sí o sí por Romualdito, ese santito que está ahí... Me gusta hacer esa dicotomía entre lo moderno y lo pasado.

—¿Tres cuecas que recomiendes?

—Vale, me gusta “Si tu pecho fuera cárcel” de Daniel Muñoz. No es de él la cueca, pero tiene una inspiración y es buena, la melodía es muy bonita. “Bandío de menor” de Los Puntudos, que son otros del corte chilenero. Y siempre me gusta “La Quintrala”, para todas las babies malas.

¡Qué la cueca no pare!

Acertijo tendrá una agenda ocupada durante septiembre, presentándose en diferentes partes del país para llevar todo el sonido del corte chilenero y mostrar este nuevo estilo. Uno de estos lugares es la reconocida Fonda Permanente, donde se presentará el 18 de septiembre.

En el plano artístico, Martín solo desea empezar a tocar. Sobre nuevas canciones, dijo que no ha trabajado mucho en eso, aún está decidiendo hacía qué lugar apuntar. Aunque una de las posibilidades es armar un EP de cuecas.