Desde Colombia, cuenta cómo se ha preparado y cómo lidia con la presión de poder convertirse en el primer rapero nacional en ganar este título.
Este sábado se disputará la Final Internacional de Red Bull Batalla 2023 en Bogotá, Colombia, instancia en la que Nitro (Cristian Espino) representará a Chile con sus rimas ante otros 15 raperos de diversas nacionalidades.
Y por supuesto, también ante más de 10.000 fanáticos del rap que se reunirán en el Movistar Arena de dicha ciudad, para así sorprenderse con las improvisadas e incendiarias líneas de sus MCs favoritos.
Si bien, el campeón vigente de la versión nacional ha construido una carrera con la que hoy goza de reconocimiento mundial, este 2 de diciembre buscará concretar un logro en específico: convertirse en el primer chileno en coronarse en este certamen.
Todos los ojos de la escena están puestos en él y Nitro lo tiene más que claro.
Aunque nombres como Kaiser, Jokker, Teorema y El Menor —por nombrar solo algunos— han puesto la bandera en una posición alta —en este torneo o ganando otros de relevancia global—, la Final Internacional de Red Bull Batalla es una conquista pendiente, una deuda que este sábado podría darse por saldada.
“Han sido días de muchas ganas y mucha ansiedad, mucho nerviosismo, pero principalmente ganas”, cuenta el freestyler a La Cuarta en Bogotá, a menos de dos días del evento.
Su mirada es fija y sus palabras son enfáticas: “Llevo 14 años en esto. Creo que la trayectoria, el talento y el camino ya están”.
¿Cómo te has estado preparando?
—Lo que uno puede hacer estos días es rapear un poco para soltar la lengua, para fluir, para ver qué tan rápido de mente estás, pero no hay mucho más que hacer. Yo creo que lo hecho, hecho está. Estoy intentando disfrutar. También la ansiedad es muy fuerte, porque sé que hay muchas expectativas, así que quiero dar lo mejor de mí.
Si consideramos que Chile nunca ha conseguido el primer lugar en esta competición en particular, ¿sientes la presión de ser tú quien cambie este escenario el sábado?
—Sí, tengo un peso ahí. Intento no pensar tanto en eso, pero sé que está. Eso también me motiva, me da ganas. Me gusta escuchar a mis compañeros que saben de freestyle decir que están ilusionados. Por eso es un poco de las dos: las ganas están, la ansiedad también y los nervios también.
¿Qué haces para lidiar con esos factores sin que te afecten?
—Siempre ha sido algo con lo que tenemos que convivir. Intento transformar en adrenalina toda esa presión del momento, de estar en el escenario. Trato de pensar en mí, en mis mejores versiones, recordar que he sido capaz, que he estado aquí. Eso me ayuda a tranquilizarme.
¿Tienes alguna suerte de ritual personal al que recurras previamente?
—Tengo algunas costumbres. Antes de competir me gusta escuchar a mi viejo, a mi vieja. Siento que a pesar de que no saben tanto de rap, me dicen cosas que me llegan y que me motivan. Como una cábala puede ser que siempre dejo la botella a un lado y que me gusta usar una camiseta que no haya ocupado antes. No tiene mucho trasfondo, pero son cosas que me hacen sentir cómodo ese día.
¿Por qué crees que los exponentes chilenos, a pesar de ser de categoría mundial, nunca han logrado ganar la final de este certamen? ¿La suerte del momento juega un papel?
—Bueno, creo que son muchos factores y que incluso la suerte, aunque no es lo principal, va incluido. Son varias cosas las que pasan, desde qué temáticas tomas hasta de cuáles terminas hablando. Puede que abordemos algo de lo que yo sé mucho más. Todas las cosas influyen: la energía del día, cómo te levantaste, si estás inspirado. Pueden ser todos muy buenos, tener su trayectoria y ser el número uno, pero si no estás en tu día, aparece otro y te tumba (...) Yo creo que, sobre todo para los que hemos estado últimamente, el hecho de mirar hacia atrás y ver que Chile no lo ha logrado es un peso extra. Es algo que te hace decir: “Ojalá sea yo, que este sea el momento”. Pero son demasiados factores y no podemos culpar a ninguno de los cabros, porque todos dan lo mejor de sí.
En caso de que te corones el sábado, ¿hay alguna promesa que hayas hecho contigo mismo, con tus seres queridos o con la escena nacional?
—Primero me gustaría ganar, la verdad. Me he imaginado levantando la copa, me he pensado haciendo cosas después, pero quiero ir paso a paso. La promesa que puedo hacer es que voy a dar lo mejor de mí. También tengo proyectos musicales a los que les quiero dar más tiempo, porque sobre todo ahora que venía esta competencia, he estado muy enfocado en el freestyle (...) Eso a nivel general, yo creo que (después) voy a enfocarme un poco en meterme más al estudio.