Otra cosa es con guitarra

Romansito tras una presentación en vivo - Foto por: Bastian Venegas (@bastiiaaann)

“La pulsión por recuperar músicas que traemos en la sangre ha generado improbables combinaciones sonoras”

Últimamente mi antena capta con nitidez una señal que viene desde el pasado. Se trata de estilos y sonidos que pertenecen a la tradición popular y folclórica de Chile y Latinoamérica. La novedad es que ahora son recreados digitalmente y las voces llevan Auto-Tune.

Sin ir más lejos, mi tema favorito del 2023 es el bolero “K corte le da usted” de Benjitalkapone, un cantante y productor de Quinta Normal que en su EP “Mal de amores” dejó de lado por un segundo el reggaeton sutro para adentrarse en otros ritmos como la salsa y la cumbia.

Ahora Benjitalkapone está presentando una nueva colección de temas, “Va volándome”, que debajo del nombre lleva un subtítulo que lo dice todo: “Puros corridos tumbados flaites”. Se trata de una chilenización absoluta del estilo que este año se la robó en el mundo.

En la misma senda, mi otra canción chilena del año es “Idilio/Cama vacía” de Romansito, un poeta y artista urbano de La Cisterna. El tema es un cover inspirado en la versión del bolerista colombiano Óscar Agudelo para un viejo tango del argentino Carlos Spaventa.

Una guitarra acústica comanda “Idilio/Cama vacía” de Romansito. Parece el sample de un viejo vinilo, pero en realidad fue interpretada por el productor del tema, Donttt, quien luego la pasó por un filtro digital para simular el sonido de una polvorienta grabación antigua.

Tanto Romansito como Benjitalkapone se valen de los giros lingüísticos del coa para imprimirle un sello de origen chileno a la música que están haciendo. En sus letras, los códigos del habla flaite se vuelven un recurso artístico que subraya su identidad y su época.

Ese rasgo es compartido por varios artistas más. En la bachata “Soy villero”, el temucano Kamilito canta: “Y pa’ cualquier logi que venga a buscar le saco la chipetiá / nunca pasa ná y qué weá / voy a salir a buscarlo, a quebrarlo / y si son chala puro que voy a ignorarlo”.

La pulsión por recuperar músicas que traemos en la sangre ha generado improbables combinaciones sonoras. Por ejemplo, en “Atakama”, el trapper antofagastino Wander Bill y el productor Nevy Allen se atreven con una especie de trote tarapaqueño digital.

Igualmente aventureras son las fusiones de cueca y ritmos urbanos de Feis6, quien aparte de su carrera solista forma parte de la banda de Martín Acertijo, cuya búsqueda también remite al folclor criollo. Hasta bautizaron el estilo que comparten como el “corte chilenero”.

Desde las bachatas con Tune posteadas en SoundCloud por el nortino Daflaideluxe en 2020, hasta el bolero recién anunciado por Akatumamy para su próximo EP, sobran las razones para convencerse de que en nuestra herencia latina hay mucho futuro por delante.

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