“De forma inexplicable, Gino Mella y su equipo consideraron que fingir una crisis mental era una buena idea para promocionar su show”.
Con un talento nato para el reggaeton melódico y bastante repertorio antes de pegarse, Gino Mella está en una racha comercialmente ganadora desde que decidió enfocarse por completo en la creación de contenidos musicales de corte viral.
Apostando sus cartas por Tik Tok y por escribir letras a partir de frases meme (o en su defecto escribirlas para convertirlas en frases meme), Gino Mella pudo al fin capturar la atención que no tuvieron proyectos anteriores suyos como el excelente disco “¿Cuál normalidad?” (2021).
Especializándose en singles para capear la pesadumbre emocional (alias el carro), Gino Mella encontró su fórmula y no la soltó más. A punta de canciones sobre rupturas y otros dolores del corazón propios de la juventud, su nombre se volvió habitual en los rankings.
El anuncio del primer Movistar Arena de Gino Mella es un triunfo mayúsculo para su carrera y una señal positiva sobre la salud del género urbano chileno. Sin embargo, en el mareo por seguir capturando el interés de la audiencia, hubo un desatino imposible de pasar por alto.
De forma inexplicable, Gino Mella y su equipo consideraron que fingir una crisis mental era una buena idea para promocionar su show. La “estrategia” consistió en activar el algoritmo de Instagram explotando la legítima preocupación de los fans al verlo mal en las historias.
La campaña partió con un mensaje igual a los que dejan sus colegas al pasar por momentos difíciles. “CHAO CON TODO. NADA ME SALE BIEN WNN. ME RETIRO DE LA MUSICA POR UN BUEN TIEMPO”, escribió Gino Mella para alentar la especulación en torno a su figura.
El remate, al día siguiente, fue la subida del spot publicitario del concierto, ambientado en la consulta de un terapeuta y protagonizado por Gino Mella en el rol de paciente y superestrella musical estresada. Según la trama, su Movistar sería parte del tratamiento.
Que la salud mental se incorpore al relato y al concepto artístico de un cantante no es algo nuevo. Ya vimos con la elegancia que Young Cister administró ese imaginario en “La terapia”. Gino Mella, en cambio, abordó la temática con la delicadeza de un boxeador.
“No creo q sea marketing depsues de todo lo q ha pasado no creo q sigan jugando con los fanáticos de esa forma. Recuerden a Galee Galee”, dice un comentario del sitio Chilecontalentourbano que sintetiza muy bien los desaciertos en la campaña de Gino Mella.
Escenificar con semejante liviandad y falta de tacto una problemática tan real no hace más que banalizarla. Felicitaciones a Gino Mella y su equipo por el Movistar, pero en criterio, forma y timming sus métodos publicitarios en esta pasada fueron por lo bajo cuestionables.
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