El autor del hit global “Ultra solo” busca repetir la gracia con la recién estrenada “Baby Otaku”. Acá te contamos el desconocido lado espiritual y el remix de influencias que dieron vida al cantante más exitoso del año.
Junio del 2022 será un mes que Polimá Westcoast difícilmente podrá borrar de su memoria.
“Estoy con el teléfono explotando, como si estuviera de cumpleaños. Feliz y orgulloso con el trabajo y el sacrificio, disfrutando del amor que me están dando”, decía con una sonrisa de oreja a oreja.
Lo que había pasado parecía un sueño pero era bastante real.
Dua Lipa, una de las cantantes más famosas del mundo entero subía un carrusel de fotos a su Instagram con la leyenda “ultrasolo”. El día anterior, la artista había sido grabada junto al cantante-y-actor Arón Piper, bailando la canción de Polimá y Pailita y luego compartiendo mimosamente en el vip de una discoteca de Madrid.
O sea que el registro fue noticia por el hecho de dos superestrellas teniendo una cita, y luego la canción que acompañaba el tierno momento se hizo masivo mundialmente.
“Le escribí y le dije ‘¿Hermano que está sucediendo?’”, contaba un sorprendido Polimá al respecto. Lo cierto es que Arón y el cantante chileno se habían conocido y habían colaborado juntos anteriormente por lo que el cruce no era exactamente improbable.
“Me dijo que le había mostrado la canción y que a ella le gustó”, contaba Westcoast. Unos días después se lanzaba el remix que incluía a Paloma Mami, Feid y De la Ghetto.
No sería la única sorpresa de magnitud global. A comienzos de julio, el mismísimo Bad Bunny escuchó por algunos segundos la canción en un live con 200 mil personas conectadas.
En el mapa mundial del trap
Rewind a 2018. En ese entonces el cantante presentaba “Actitud” junto a Young Cister, un partner con quien formaría después el proyecto Broke Boyz con que llegaría en su momento a firmar por Sony, después separarse y recientemente volverse a juntar tímidamente.
Un entonces debutante en la escena Westcoast, declaraba su objetivo en la música.
Sin soberbia, solo con tierna esperanza decía: “Mi sueño es poner a Chile en el mapa mundial del trap. Hay muchos que piensan que uno no tiene que salir del underground, que ahí es donde hay que quedarse, yo no”.
Un año después pasaba esto en Lollapalooza, junto a Pablo Chill-e, cantando “My Blood” una de las canciones clave del ascenso al mainstream del género.
Y el 2022, el sueño se hizo realidad.
Remix cultural
El 29 de agosto Polimá cumplirá 25 años y lo más probable es que lo haga celebrando un nuevo hit, porque “Baby Otaku”, la canción que acaba de lanzar junto con Pablo Pesadilla, Nickoog Clk y Fran C ya se encumbra en el #5 de tendencias en Youtube.
Polimá Ngangu es el nombre que aparece en el carnet de Polimá Westcoast. Sobre su biografía, el joven de entonces 21 años contaba:
“Mi papá es de Angola, África. Es refugiado de guerra, se vino a Chile solo, sin conocer a nadie. Conoció a mi mamá y el 97 nací. Él se fue cuando yo era chico y nunca más tuve contacto con él así que me crié solo con ella, en Independencia. Mi mamá siempre me inculcó la música, me metió en el coro del colegio y de la iglesia. Antes que eso, tengo recuerdos de mi papá poniendo música africana y todos bailábamos”.
En La Junta contó a Julio César Rodríguez que su nombre significa “Inteligencia” y “Respeto”. Sobre sus primeras influencias musicales, reveló a unos sorprendidos JC y DJ Atenea que eran La Oreja de Van Gogh, Juanes y Alexander Pirés.
No era lo único en el remix neuronal de Polimá.
“Cuando era chico me gustaba mucho el rap, pero también tenía el ejemplo de mis primos grandes, que escuchaban Blink 182, Linkin Park, Sum 41. En mi cerebro tenía una combinación de ideas. Durante un tiempo no encontraba cómo combinarlas todas. Hasta ahora, que descubrí cómo combinar rap, pop, rock, punk y trap”, explicaba en entrevista con Pousta.
“Mis referentes estéticos son Asap Rocky, Playboy Carti, Jimi Hendrix, Kurt Cobain. Me gusta combinar lo futurista del 2018 con lo clásico de los 90. Al final solamente soy Polimá, la gente puede encontrar raro que un negro ande con cosas como punk, onda puntas. Es raro pero a mí me gusta y la gente ahora acepta y respeta los gustos de todos y que las diferentes culturas se mezclen. Para mí el 2018 significa eso”, decía.
Quizá sin imaginarse en sus ilusiones más esperanzadas que el 2022 su música estaría sonando en una disco madrileña y que dos superestrellas se iban a grabar bailándola, que Bad Bunny lo iba escuchar en un live, que iba a unir fuerzas con otros ascendentes cantantes internacionales como C. Tangana y Duki.
El espíritu santo de Poli
Antes de ser el Polimá Westcoast de “Ultra solo”, “Te quiero ver”, “My Blood”, “Luismi”, “Cu4tro” y una sesión de Bizarrap con 24 millones de visitas, Polimá estudió ingeniería en electricidad.
“Pensé en su momento que era una buena idea y una oportunidad, pero después caché que era un crédito y bueno, le debo un crédito al Estado. A los 3 años dejé la carrera y por suerte mi mamá me apoyó, creyó en mí y ahora somos felices”.
Su madre, contó el artista en Pousta, fue su mayor apoyo desde antes incluso, cuando en tercero básico lo eligieron para participar del coro de su colegio.
“Ese día me fui a mi casa y le conté a mi mamá, le dije que quería hacer música. Me apoyó de una, porque es bailarina y le encanta el arte”.
El estilo demasiado formal y religioso terminó por alejar a Poli. “Eran demasiado estrictos, muchas veces nos equivocábamos y nos retaban, éramos muy chicos. Me espantó estar ahí de cierta manera”.
Sin embargo, la espiritualidad, e incluso la cercanía al cristianismo es algo central en la persona del cantante, que luce una gran cruz tatuada en su pecho.
“Dedico todas mis mañanas a orar. Así comienzan mis días, desde siempre. Leo la Biblia desde muy pequeño, antes revisaba un libro que se llama Pan Diario, que te enseña a leerla. Al final se transformó en mi horóscopo. Lo que me pasa siempre está presagiado ahí, no para de sorprenderme y me encanta. Es especial, por eso le dedico mi vida”, revela al sitio en una entrevista donde además se reconoce creyente en “Jesús, en el Espíritu Santo, en la energía, la magia, la brujería, las vidas pasadas, el karma y la reencarnación”.
En una reciente entrevista explica en Mega aseguró que “no quiero que mis hermanos chicos escuchen y canten cosas obscenas, igual hice ‘Cu4tro’ y ‘Sextime’, pero porque son cosas naturales”.
“Con ‘Ultra solo’ demostré que con luz y música buena se puede llegar alto, si voy hablar de sexualidad lo hago de una forma natural y amplia, pero no siento que estoy faltando el respeto”, agregó.
Justamente sobre su penúltimo single, el que lo hizo sonar en una disco de Madrid e hizo bailar a Dua Lipa, explica que está logrando su propósito, poner a Chile en el mapa de la música mundial “sin ser un meme, sin hacer cosas que generan morbo en las personas, sin ofender a nadie, solo con la fe y el poder que te da Dios”.
Luego cierra: “Quiero seguir demostrando esa oportunidad y motivar a que los chicos sigan ese camino de libertad de expresión, pero natural, sin una doctrina”.
Temas Relacionados
