El arduo camino de Teorema hacia el título, el ingenioso Rocki como gran sorpresa de la jornada y, en general, un nivel altísimo fueron la tónica de un evento que tiñó Concepción de freestyle y movilizó a toda la escena improvisadora del sur de Chile.
Todas las miradas se posan en Teorema. La presencia del cañetino es el mayor acontecimiento de la final regional sureña de Batalla, cuya narrativa se alimenta de la épica que le provee su regreso luego de una temporada caminando por el desierto.
La de hoy es una historia de redención teñida de emociones, no solo para su protagonista, visiblemente conmovido por estar de nuevo en la competencia con la que sueña desde chico, sino también para la comunidad del freestyle chileno que, con los brazos abiertos, vuelve a recibir a su hijo pródigo.
Sobre la espalda de Teorema reposa el sueño todavía inalcanzado de ver a un chileno alzando el título mundial.
Han pasado los años, pero sigue siendo la gran esperanza blanca de los que comparten ese anhelo.
El propio Teo está consciente y lo manifiesta en una de las rimas que lo hicieron pasar a la final: “¿Cómo termina la novela del freestyle chileno? / Con un título mundial con Teorema como el primero”.
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El nivel de la zona sur es brutal y no deja espacio para la misericordia. Durante el filtro antes de octavos, una carnicería express donde solo sobreviven la mitad de los 32 competidores que llegan, la incertidumbre respecto a los clasificados se apodera de los participantes.
Tras escuchar el llamado al repechaje por el cupo número 16, y ver que entre los convocados están freestylers de alto calibre como Bigtamina (que rompió el día antes en DEM) o Emcigah (de buen cometido en la primera pasada del filtro), Esezeta expresa su duda acerca de si quedará o no en la nómina para disputar octavos.
Al final su nombre sí fue cantado, haciéndole justicia a la gran calidad que desplegó, pero, como no hay piedad para nadie en un torneo tan apretado, aun así se convirtió en uno de los primeros en quedar fuera tras encontrarse con los múltiples punchlines de Askel, que también se encargaría de cortar la cabeza de otro rival poderoso, de rimas temibles y larga experiencia: Temple.
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Desconocido por los fans más casuales, aunque respetado por los conocedores, el talquino Rocki llegó a la regional sin nada que perder y todo por ganar.
Con los hombros livianos por no cargar el peso de las expectativas, su avance etapa tras etapa se terminó convirtiendo en la sorpresa de la jornada. Con su estilo bienhumorado, ingenioso y buscador de risas, Rocki desde el principio generó fuertes contrastes al enfrentarse en tarima con exponentes de ceño fruncido y talante mucho más serio, forzándolos a entrar en su juego y convirtiéndolos en objeto de sus chistes.
“¿Y ese flow? Mejor el de Marcianeke / Tu flow se lo escuché a MC Browen en el 2007″, le dijo a Reyes en octavos, ganando el pase a cuartos, donde liquidó a uno de los más sólidos de Conce, Nano, para luego frenar a uno de los que parecían imparables, Askel, en la semifinal.
El propio Rocki lo dijo en una rima hacia el final del evento, mientras disputaba el título con Teorema: “¿Han cachado a los que rapean enojados? Yo he estado todo el día contento y hasta estoy clasificado”.
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Teorema no la tuvo nada fácil en su camino hacia la redención.
Cada uno de sus contrincantes lo dio todo, partiendo por Erreka, el verdugo que el 2021 lo mandó al descenso en FMS, una mufa que se sacó al momento de liquidarlo con palabras sencillas pero letales que hicieron explotar al público que llenó Havana: “El freestyle es no tirar pensadas / El freestyle es no tirar preparadas / El freestyle es no tirar recicladas / Erreka: materia reprobada”.
De ahí en más, el pase fue suyo para acceder a las rondas siguientes, en las que derrotó consecutivamente a los hermanos Korioto de la improvisación sureña: Elemental (subcampeón nacional del 2018) y DeafC (campeón el día anterior en DEM), dos competidores con suficientes razones para clasificar a la nacional, aunque solo el segundo pudo hacerlo.
El primero, sin embargo, le sacó una réplica antes de caer derrotado en un fallo fotográfico.
Todos los obstáculos que Teorema tuvo que sortear lo dejaron parado frente a Rocki en una apasionante final de polos opuestos que sería su última prueba antes de alzarse como campeón sureño de Batalla y empezar la cuenta regresiva hacia una nacional donde nuevamente cargará con la presión de ser el favorito.
En su talento para el freestyle reposa (otra vez) la ilusión de toda una comunidad que quiere verlo triunfar.
Revive la final regional sureña de Batalla
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