¿Y la música? Así fueron los shows en vivo de los premios LaJunta

Princesa Alba, Cris MJ y Chyste MC.

Con muchos altos y algunos bajos, La Brígida Orquesta, Princesa Alba, El Forest, Young Cister, Chyste MC y Cris MJ desplegaron el amplio abanico sonoro del movimiento urbano local durante la ceremonia.

La Brígida Orquesta

La Brígida Orquesta

Un detalle que un nerd de la música no puede dejar pasar: hubo una cita al clásico jazzero John Coltrane en la apertura del show principal que hizo La Brígida Orquesta. Específicamente al primer track del disco A Love Supreme, una obra tan espiritual (en el sentido amplio, no de panfleto religioso), psicodélica y libre como los momentos más inspirados del combo que encabeza Matiah Chinaski. Ese guiño al jazz tiende un puente con la historia de un género que, al igual que el urbano, tuvo que pelear desde lo más bajo para sacarse el estigma de ser la banda sonora de la perdición. Desde el simbolismo, tal vez fue uno de los aspectos más poderosos de un contundente show que dejó la vara por los cielos para los artistas siguientes en subirse al escenario del Teatro La Cúpula.

Princesa Alba

Princesa Alba

Princesa Alba, que en el preshow anunció que lo suyo estaría a la altura de los VMAs, cumplió su palabra usando a JC Rodríguez (en su primera aparición en los premios, porque la ceremonia partió siendo animada por el rostro de LaJunta+, Big Makako) para una intro en clave matinal de TV que dio paso a un bocadillo de su nueva etapa como performer en vivo, con un foco cada vez más intenso en el lado visual, coreográfico y atlético. Full inspirada en los dosmiles, desde las gráficas corte Y2K que usó hasta los ecos del Team Mekano en “Ya no soy tu baby”, Princesa Alba desarrolló su concepto estético de manera inmaculada tal como lo viene haciendo desde el 2017. Un solo reparo con su show: ¿por qué no apareció Ms. Nina en “Nasty” si la argentina estaba entre los presentes?

Forest

El Forest

Sumando instrumentos a su puesta en escena, El Forest desbloqueó todo el potencial sonoro del mambo chileno en una retrospectiva de su carrera llena de guiños históricos y que partió con un tributo a otro género que viene de abajo, la salsa, mediante un cover de “El Cantante” de Héctor Lavoe, a su vez un fetiche de los cantantes urbanos por su fama de rockstar latino y su vida asimilable al trap. Luego vendrían uno tras otro, con el ritmo justo y bien dosificados, momentos tan emocionantes como dejar la pista vocal de El Cangri sonando en “Andamos de pana” a modo de homenaje póstumo o subir a Pablo Chill-E para cantar “Honey” generando una postal con los reyes del mambo y el trap juntos. Sin miedo a ser repetitivo: el mambo chileno con instrumentos suena como un cañón. Escuchar “Dele cotelé” con bronces elevó ese tema, que ya es un clásico de nuestra música popular, a nuevas alturas que sí o sí deberían ser exploradas a futuro.

Young Cister

Young Cister

En una nota inversa a El Forest, la presentación de Young Cister evidenció ciertos de los dolores de crecimiento normales para un género que todavía está resolviendo cómo transitar desde los estudios de grabación hasta los escenarios. La pregunta de cómo llenar el espacio “vacío” que deja un cantante acompañado de su DJ suele encontrar su respuesta en los instrumentos. En el caso del Joven Cisterna, una banda con claras inclinaciones rockeras y tics heredados de ese estilo, algo especialmente audible en “Ganas”, donde el guitarrista metió unos arreglos muy poco sintonizados con la naturaleza reggaetonera de la canción. Young Cister, en todo caso, estuvo impecable en su rol protagónico, haciendo gala del oficio que da presentarse en vivo con frecuencia. Ojalá su evidente deseo expansivo sea acompañado a futuro con músicos más sensibles a la estética urbana.

Chyste MC

Chyste MC

Lo de Chyste MC pertenece a una categoría aparte. Su presentación fue sencillamente cinematográfica: un recorrido por su biografía, pero no solo por las partes lindas, sino también por los pasadizos oscuros. Necesarios porque solo así se valoran las luces que aparecen en el camino, como descubrir el hip hop y hacer amigos gracias a él, todo parte del relato que el floridano articuló en una muestra clara de por qué el movimiento urbano necesita al rap en sus filas, a pesar de las evidentes diferencias estéticas y generacionales (pero sobre todo morales) que friccionan cada encuentro entre ambos mundos, como cuando el propio Chyste el año pasado hizo notar la misoginia de las letras de sus colegas. Verlo rapear en el contexto de los premios fue un recordatorio de que en el rap están algunos de los más esenciales pensadores, filósofos e intelectuales del Chile actual. Y toda tribu precisa tener a sus sabios.

Cris MJ

Cris MJ

Algo similar a lo de Young Cister, pero más dramático en lo sonoro y bastante más comentado en las redes, le pasó a Cris MJ con la idea de sumar coristas a su presentación. Con una sonoridad derechamente popera y fácil de asociar a ídolos latinos de antaño, pero poco acorde a lo que sus propias canciones pedían, El Más Ke Suena cerró la noche interpretando versiones que hacían extrañar a las originales. Eso sí, la decisión, por errática que haya sido, comunica el deseo de sacarle partido al éxito del cantante y hacerlo crecer. En cuanto a lo desplegado por el propio MJ, el carisma escénico y la desenvoltura están ahí, esperando a desarrollarse con el tiempo. Incluso tiene la confianza para presentarse sin Auto-Tune y jactarse al respecto. Crecer en público no es nada fácil, menos con la presión de un éxito tan explosivo, pero al menos el apoyo popular lo cobija mientras consolida una impronta como artista en vivo. La que probó anoche, eso sí, no lo es.

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Revive en este link todas las presentaciones.

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