Esteban Cisterna llega con 27 años a presentarse por segunda vez en el Festival de Viña. Esta vez no como feat sino encargado de cerrar la noche chilena. Calificado como “su hermano” por el Presidente Boric y admirado por Rosalía, Young Cister llega a la Quinta tranquilo: “He pisado muchos escenarios para estar ahí”.
-Felicitaciones y gracias. De verdad, por lo que estás haciendo.
-No, gracias a ti. Yo sé que estás ahí, trabajando mucho en terreno.
La conversación breve y cordial es una que se dio en el tras bambalinas del evento Juntos Chile se Levanta ocurrido en el Movistar Arena el día viernes 16 de febrero.
El diálogo se da entre Esteban Cisterna y el Presidente de la República de Chile, Gabriel Boric. El cantante, cuyo nombre artístico es Young Cister, le comenta a Boric que su madre se puso extremadamente feliz porque anteriormente lo había mencionado. El Presidente sonríe y le dice “ahora te voy a presentar”. Cister exclama “¡En serio?!”
Minutos después está el Presidente sobre el escenario. Tras un breve discurso dice: “Y le doy el paso a Kidd Voodoo y a mi hermano, Young Cister!”. El Movistar Arena se une en un solo alarido de emoción.
¿Cómo fue posible este suceso?
Los primeros años de vida de Esteban transcurren en Conchalí, en la población La Palmilla. “Es una realidad muy distinta a la del resto de Chile, de Santiago incluso. Era brígido, por un tema de seguridad nos fuimos a Quilicura, a la villa Los Industriales”, contó en una entrevista para la plataforma Hi Hat el 2019.
Allí también relata: “Empecé haciendo cumbia villera, me influenciaba la cultura argentina. Es que en Quilicura, en la villa, se escuchaba eso. Tenía una banda donde tocaba teclado con mis amigos, y nos grabábamos en casete”.
Cister, nacido en el año 1996, cuenta en un capítulo de Vamo a Calmarno del 2022: “Nunca fui pokemon, me cortaban el pelo muy corto y no me vestía como pokemon porque se necesitaban luquitas para la ropa y yo no tenía nada de eso. Siempre fui villero. Cuando era niño tenía ese corte, andaba con buzo y el pelo teñido rubio”.
El tatuaje en el pecho de Young Cister da cuenta indeleble de ese pasado no tan olvidado. “100% negro cumbiero” se lee sobre su pectoral izquierdo. La frase o afirmación da título al cuarto disco de “Damas Gratis” y según ha contado Cister, se lo hizo en Argentina después de conocer al cantante del grupo, Pablo Lescano, dueño del tatuaje original.
La transición de la cumbia al rap vendría de la mano de su conexión con otro artista insigne de la comuna de Quilicura, Matías Moena, más conocido como NFX.
“Cuando conocí a mi amigo NFX hicimos el grupo New Way. Empezamos a experimentar dentro del rap, que en esa época era algo muy estricto. Si ibas a una tocata con pitillos te mandaban a la chucha, cosas así. En esa época hacíamos trap, rap noventero, letras de amor y de calle también. Cuando tocábamos en las canchas de Quilicura para la gente era un poco raro”, recuerda.
Un perfil realizado por el periodista Raimundo Flores para revista Anfibia fue un poco más atrás y encontró canciones del entonces extremadamente joven Young Cister en Youtube y que datan de hace más de una década.
En el primer capítulo de La Junta donde participó, el cantante contó que su vínculo con la música empezó a los 4 años, cuando aprendió a tocar la batería. Luego a los 8, comenzó a practicar con la guitarra y el piano.
Desde entonces, a ser presentado por el Presidente de Chile ante un Movistar Arena repleto en el marco de un evento en ayuda de las víctimas del voraz incendio que afectó a la Quinta Región, ha pasado un largo trecho. ¿Sabía Young Cister que su voz y su historia en algún minuto serían agente de cambio? ¿A ese nivel?
Una entrevista con Ignacio Molina, autor de “Historia del trap en Chile” para Vice el año 2018, da cuenta de que algo de aquello sospechaba.
“En algún momento sé que voy a tener mucha llegada a muchas personas, sobre todo jóvenes. Como persona quisiera lograr cambios que: las injusticias que están pasando, como el fascismo se va acercando cada vez más a nuestro país y a Latinoamérica, los derechos humanos, la desigualdad, todos esos temas para mí son muy importantes. (...) Que yo cante trap no significa que no tenga el análisis crítico para ver lo que está pasando en mi entorno.
Escenarios pisados
El jueves 29 de febrero, Young Cister cerrará la “noche chilena” del Festival de Viña del Mar, en una edición con enfoque solidario. No será la primera vez que el artista se presente en este evento. Hace exactamente un año estuvo en ese escenario como invitado con quien fue en su momento su dupla artística: Polimá Westcoast, junto a quien formó el icónico y recordado proyecto Broke Boyz.
El abrupto final de ese dúo, que incluso llegó a estar firmado con bombos y platillos por Sony Music fue uno de los golpes más duros que tuvo que soportar el joven Cisterna en su carrera. Por entonces, en 2018, el joven ya era un veterano en la escena musical.
Antes de ser reconocido como cantante, Cister fue un miembro embrionario de la escena urbana en Chile, cuando se hablaba solo y tímidamente de trap. Por entonces, Cister era productor y estuvo detrás de hits claves para la masificación del género, como “Siempre triste” de Gianluca o “Pablo” de Pablo Chill-E.
La mencionada nota de Vice titula derechamente así: “Young Cister, el cantante y productor de trap que ayudó a forjar la escena chilena”.
“A los 12 años, ya producía mis primeras bases con un piano Casio que tenía mi papá. Me gustaba mucho la cumbia villera y hacía mis bases de cumbia en ese piano, escribía letras que hablaban de la villa, de los momentos con los amigos, del fútbol y todo eso”, relata ahí respecto de ese ámbito menos conocido de su carrera artística.
“Elegí el trap porque el ritmo, primero que todo, me encantó. También porque entendí que el trap es muy diferente al rap en el sentido de que es mucho más libre (...) Mis referentes siempre fueron A$AP Rocky. Southside, que es el productor de 808 Mafia. Todo lo que es A$AP MOB, Future, Young Thug, Waka Flocka. Después conocí la movida de España y también me gustó harto PXXR GVNG, Yung Beef, Papi Trujillo, Cecilio G”, ahondó.
Cuatro LP (96, Xtaciss, EQILIBRIO, PLANES DE MEDIANOCHE) y varios EP (desde Little King a The Life of Xulo) después, más colaboraciones que las que podríamos enumerar acá sin transformar este texto en una entrada de Wikipedia, el reconocimiento de Rosalía (que pidió incluirlo en su radio para el videojuego GTA), una casa comprada a su madre, el paso exitoso por Lollapalooza y el premio La Junta a mejor reggaetonero, son algunas de las medallas con las que llega a la edición 2024 del Festival de Viña.
“No puedo quitarme de la música, es que por algo pasan todas esas cosas buenas, no le pasan a cualquiera”, dice con humildad en Vamo a Calmarno cuando explica sobre las varias veces que la ansiedad y las tribulaciones mentales- tema que ha abordado con tal sinceridad que ha forjado un lazo único con su audiencia- lo han hecho cuestionarse su propósito.
Hoy día, asegura, lo tiene más claro que nunca. Así se lo dijo a Julio César en la más reciente edición de La Junta refiriéndose al show de la próxima semana:
“No estoy nervioso. Confío en mí y en mi equipo. Va a estar bonito. Me he preparado y voy a ir a hacer lo que a la gente le gusta, cantar y hacerlo bien. Quiero mostrarle al mundo que tenemos ese talento, porque hay un prejuicio con los artistas urbanos respecto al en vivo. En mi caso reconozco que sigo aprendiendo, pero he avanzado mucho. He pisado muchos escenarios para llegar ahí”.
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