Acoso XL

Doctor Cariño:

Ayer leí La Cuarta y y me quedé pegado en lo de la Miss XL de La Pintana y la organizadora del concurso, la exquisita Leonor Allende. Lo que pasa es que mi drama es que me gustan las mujeres robustitas, con exceso de curvas y belleza.

Yo sé que eso no tiene nada de malo. El problema viene ahora. Conocí una chiquilla así hace unos meses en el Metro. Simpática, entradora, buena pa’ los tocomples y con una delantera y una  defensa que se la quisiera Sampaoli. Lo penca, doc, es que la mina me está acosando brígido. Me llama a cada rato, me manda mensajes por Whatsapp, me tiene el Facebook tapado con fotos. Un cacho.

La gordita me ha hecho replantearme la vida y parece que me voy a ir por las flacas aunque sean fomes y no halla de dónde agarrar.

Rupe

Oiga Don Ruperto:

La mujer chilena de verdad, no la de la tele, es rellenita, con curvas peligrosas y generosas de carnes. Y esa es la que le gusta a la mayoría. Las flacuchentas hechas con pura silicona igual salvan, pero no son calentitas en el invierno. Se lo digo por experiencia personal.

Acá el tema mi amigo, no tiene que ver con el peso, sino con que la chiquilla al parecer está embalada.

Póngale el pie al acelerador, pero hágalo con sutileza. Dígale que va muy rápido, que se calme. Si usted le da la cortá en seco ella va a pensar que es porque es gordita y esa no es la razón. Así que pórtese como caballero, vaya lentito y cómo sabe si la cabra resulta ser una fiera en el ring. No diga que no se lo dije.

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