El jueves pasado ayudé a una niña a arreglar su bicicleta. Se le había salido la cadena y me acerqué a asistirla.
Doctor Cariño:
El jueves pasado ayudé a una niña a arreglar su bicicleta. Se le había salido la cadena y me acerqué a asistirla. Lo que nunca pensé es que ella me iba a empezar a hablar puras cosas depravadas, como si fuera obsesionada con las frases sexuales.
Me dijo como 10 veces la palabra penetración, sin motivo alguno. Y después me besó. Todo en 10 minutos, mientras le reparaba su bicicleta. Para serle franco ella es bella, tremendo cuerpo y me dejó marcando ocupado.
El otro día la vi y me dio miedo hablarle. Pero sé que pasará de nuevo pedaleando y no sé qué hacer.
Fito
Don Fito:
Es bien rara la historia. Como que no tiene ni pies ni cabeza. Es como que la niña fuera la versión femenina de Supertaldo, pero en fin.
Qué quiere que le diga, vaya a la pelea nomás, si al final usted no tiene ningún compromiso y si ella tiene un drama al hablar es cuento de ambos. Disfrútense y pásenlo chancho. Al final en esta vida hay que aprovechar todo y si le llegó una mujer extraña, quizás se puede hasta enamorar, más allá de las cochinadas que le pasan por la cabeza.
Puede ser hasta excitante que lo agarren a garabatos al momento del amor. ¿O es muy tonto lo que le estoy diciendo?
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com