Amor a primer costalazo trajo cola

El otro día iba manejando mi auto y cerca de la Plaza Italia, o Plaza Dignidad como le llaman ahora, vi como un tipo se caía en una moto...

Doctor Cariño:

El otro día iba manejando mi auto y cerca de la Plaza Italia, o Plaza Dignidad como le llaman ahora, vi como un tipo se caía en una moto por un tremendo hoyo que había en plena Vicuña Mackenna. Paré mi cacharro y partí a ayudarlo. Cuando le saqué el casco me encontré con una mujer hermosa. Era una venezolana exuberante, morena, ojos verdes y estaba llorando. Y ahí me bajó la cosa, la abracé y la llevé hacia la vereda en brazos para luego recoger su moto. Conversamos y como si fuera de agradecimiento, me besó en la boca. Me dio su número y me dijo que nos juntáramos, pues me encontró muy romántico. De cuerpo para qué le digo, me la imaginé vestida de Eva. Estoy casado hace un año, pero esto es un regalo divino. Ayuda.

Ale

Don Ale:

Muy linda su historia, pero con un final como la corneta, pues usted debe darse cuenta que no le voy a decir que la haga feliz con la venezolana y que después vuelva calladito a su casa. Está loco. Pero sí lo felicitaré por el hidalgo gesto al ayudar a esa motociclista, que en primera instancia era un hombre. Hubiese sido mejor, porque me imagino lo que le debe haber pasado cuando una fémina guapa lo agarró a calugazos. Sin embargo, le recomendaría que se quedara con ese recuerdo jugoso, agarrara el celular y borrara el contacto de la hembra que le puede matar su lindo matrimonio. No sea pajarón, lleva recién un año casado y es el mejor momento para pololear bien con su esposa. Más ahora con la cuarentena viva.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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