Doctor:
Estoy en un manso forro, caballero, ya que entré a patita pelá en una relación de a dos. O sea, soy el patas negras de una cabra extranjera que llegó desde Estados Unidos con su pareja.
El es re buena persona, vecino, atento y siempre a la mano para hacer una gauchada. La gringa es hermosa, como para Hollywood, con carita de ángel y de vestidos amplios, medio artesa.
Nos juntamos con mi pareja a darles la bienvenida y terminamos con un asado en su casa. En medio de la conversa y el copete, nos encontramos con la rucia en la cocina y terminamos atracando.
Días después, aprovechando que estaba solo se vino a quedar por medio día, y fue onda película triple equis. ¿El atado? El gringo nos pilló y le pidió no vernos más.
Yo ando de churreta, porque el gallo es onda marine, pero ella insiste en irse encima y hemos tenido cualquier round.
¿Viviré?
CLAUDIO
Perrito:
A las encamadas con la gringa califa y onda estrella porno, de más que sobrevivirá. Son contados con los dedos de las manos los afortunados que mueren en pleno galope.
Pero lo más seguro es que se vaya al patio de los callados si lo llega a pillar el maceta onda marine.
Lo más lúcido que puede hacer es decirle a la rucia que pare el leseo, ya que su vida corre peligro, la de ambos, si al fortacho le da un ataque de furia.
Váyase a otra parte, ponga tierra de por medio, pero no siga más ahí.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com