Balsúo jura que le hace al delivery del cacheteo

Doctor:

Le escribo, porque tengo cero atado con mi vida. Es más, lo hago para puro florearme y que me envidien los hombres de Chile y el mundo. Soy repartidor de pizzas, o sea, le trabajo al delivery. Soy rápido y por eso puedo atender varios pedidos, incluso en hasta tres o cuatro en una misma salida. Y desde hace un mes le trabajo al delivery de amor.

Pasa que hice una entrega a una casa, la última de la jornada, y me atendió la señora. Me hizo pasar, revisó el pedido y me ofreció algo para beber y comer. Le dije que no, porque tenía un brillo, pero insistió y acabamos varias veces en el sillón, la cocina, la alfombra y las escaleras. Me dio una tremenda propina y quedé de volver. El fin de semana siguiente, me hicieron entregar un pedido y era el mismo domicilio. La señora pensé, pero no. Al llegar me atendió una cabra, igual de guapa que la señora. Era la hija y ocurrió lo mismo, algo para beber, algo para comer y ella me cenó a mí.

Empecé a hacerle el delivery a las dos, pero por separado, hasta que una vez me las topé a ambas en un mal y cacharon todo. Me dio lata y a la primera que me llamaron de la casa, le hice el quite al despacho. El compadre que me reemplazó volvió con el tremendo atado que le armaron y le devolvieron la pizza. Mi jefe calentó la pizza y me pidió entregarla o PLR. Lo hice y puse cara de palo, pero me invitaron a pasar y lejos de retarme o hacerme el show me zamparon las dos. Y estoy pochito, con las propinas y los pedazos de pizza que me como.

Eso no más, doctor.

David

Don cachetón:

No sé por qué me parece que su carta es un bluf, una balseada de un péndex que se lo pasa viendo porno y encumbra volantines sin hilo. Es más, se me ocurre que es onda aceite de oliva caro: ¡extra virgen!

Pero bueno, sigamos el juego. Si fuera verdad su sueño del pibe, le diría que debe andar con cuidado, porque usted debe estarse comiendo a las féminas de dos machos, que si lo atrapan le van a dar la mansa frisca de propina. Y eso de disfrutar del "mal de la lagartija" (primero la mamá y después la hija) es peligroso, más aún si se lo zampan las dos en una misma cama y al mismo tiempo. Eso, porque al toque surgen los celos y además -si lo que cuenta es cierto- está ayudando a que algo tan importante como la relación madre-hija se vaya al tacho. Aunque ya debe estar podrida la cosa en ese hogar.

Mi consejo es que vire del delivery del amor y se concentre en su pega, los estudios y en buscarse una cabra seria y ajena al payaseo. Eso si lo que cuenta es verdad, don balsa. ¡Cambio y fuera!

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

Temas Relacionados

COMPARTIR NOTA