Trabajador del amor:
Ando más asustado y saltón desde hace dos semanas.
Estoy arrepentido, porque algo me sucedió en medio de una fiestoca y terminé en un motel con una mina que en mi perra vida conocía.
El problema no quedó ahí, sino lo que vino después, ya que me agarré una infección donde usted sabe.
Yo pololeo hace cuatro años y mi mina me pide que hagamos cosas y no puedo, ya que estoy con tratamiento y no quiero que le pase algo.
Está dudosa conmigo y creo que llegó el momento de contarle, siempre y cuando doc, usted me diga cómo hacerlo.
Kako
Oiga, suelto:
Lo único que le puedo decir para partir es que es un descriteriado, curado, cochino, infiel y rasca.
Segundo: le pido mis disculpas, pero estoy clarísimo que lo que le señalo es porque lo que hizo es muy de poca monta y eso me tiene muy enxuxado. Es que no puede llegar y meterse entre las sábanas con cualquier cosa que tenga respiración, ya que después vienen las consecuencias y, por lo que cuenta, se le está cayendo el niño a pedacitos. Qué feo mi amigo, muy feo.
Lamentablemente en esta pasada, estoy furioso, y le voy a tirar la pura y santa verdad. Su polola no se merece un rufián como usted, que la engaña de esa forma. Pero si le cuenta toda la verdad y ella lo acepta, váyase a pata pelá a Arica ida y vuelta. Sólo un milagro lo salva.
