No sé si es relevante, pero quiero decirle que cuando estaba soltero no me pescaba nadie. Me casé hace un año y tengo cuatro minas que para mí eran amores imposibles y todas, pero todas, ahora me quieren comer. Estoy que peco, mi señora es más fome que chupar un clavo y más encima no me da la pasada. Mis amigos me dicen que parece que me pone los cuernos, pero yo creo querer que está estresada. Aunque sí le re’ juro que llevo dos meses y medio sin ver la luz. De esa onda, no me deja ni agarrarle una presa. Y eso que antes, cuando pololeábamos la hacíamos todita, doc. Quedábamos secos en los moteles. Las cuatro féminas me llaman, me mandan Guasap y cada vez que veo los mensajes levanto carpa como condenado. Sin hacer nada y de manos amarradas le pide su ayuda.
LEONARDO
Don Leo DiCaprio:
Está esperando que las cuatro se le pongan en ese número para hacerles el Titanic a potope. Espera a las mujeres para atacar como condenado, mientras su esposa vela por su ausencia. Es raro que su pierna no le dé la pasada, pues un año de casado no es nada, pues hijo. Yo llevo con mi señora más de 30 años y aún la encuentro rica y ella me halla pulento, pese a mi guata y a mis arrugas. Acá hay gato encerrado. Lo del estrés es un factor clave. Hay muchas pegas que causan depresión en las personas y al mismo tiempo genera frigidez. Converse con ella, dígale que está que revienta y manifiéstele que no es normal que una pareja “recién casada’’ no piense en hacer el amor. Si es como el chocolate, rico, adictivo, y juguete nuevo. Llevan la nada de casados. Es como un pololeo. Hágase el loco y no pesque a las cuatro aves rapiñas y acompañe a su fémina al sicólogo para que cache qué onda. Ahora si la razón es un “venado’’, como le dicen sus amigos, llore con hartas ganas y después se desquita.
