Doctor Cariño:
Sufro con un pololo que es entero pastel, en serio: bueno para chupar, para las fiestas, los bautizos y para bailar.
Además, gana plata a manos llenas y la pierde prestando o pagando los carretes.
Estoy choreada de su actitud, lo reto y hasta le pongo su cachetada de lo pajarón que es...
Y todo se me acaba cuando me besa los pies, mi punto débil, y me hace el amor como ninguno en mis 26 años lo ha hecho.
Es que como que nació para ser un Adonis, un guerrero griego o algo así, no sé.
Lo amo, pero sufro por su actitud. ¿Lo pateo y me busco otro?
Lola
Mi Lolita:
Usted está entre la pared y el sable amoroso del compadre que le da en el gusto como nadie.
Lo penca de todo, aparte de que sea bueno para la fiestoca, suelto de mano para los amigos y el alma del jolgorio, es que usted lo casque, mi reina.
Recuerde que eso de la violencia doméstica es para los dos lados: usted está ejerciendo violencia sobre él, y eso no se hace.
Aclarado el punto, Lolita, lo aconsejable es que no le ponga la PLR y menos los charchazos, sino que lo lleve para el lado del amor, que le hable de que usted quiere formar familia y él es pieza fundamental en esa historia.
Verá que solito se pondrá ahorrativo y de a poco dejará de gastarse las monedas con los amigotes.
Eso es lo que tiene que hacer, porque si lo descharcheta al final va a terminar sufriendo usted, pero de dieta de amor.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com