Compipa quiere vivir entre la espada y la pared del amor

Doctor Cariño:

Necesito un buen consejo, porque mis amigos me recomiendan que engañe a mi esposa nomás.

Y claro, para ser franco, estoy andando con una compañera de pega hace dos meses. Es una hembra que le fascina el catre y me deja feliz, pues me dice que soy una máquina sexual.

Me halaga todo el tiempo, mientras mi señora no me da la pasada y lo único que hace es ver tele.

Y acá estoy, medio confundido y con pena, porque veo a mis cabros chicos y me siento sucio al engañar a su madre.

Pero pucha, mi doc, entiéndame que uno necesita hacer el amor y si no me dan la pasada qué miéchica voy a hacer.

Mati

Matías:

Creo que su drama más allá de que le ponga los cuernos a su mujer, va por la falta de comunicación con ella.

Sin embargo, tiene un gran punto a favor y es, precisamente, que usted mismo se cuestiona el tema. Piensa en sus brocas y en su pierna oficial.

Pero al momento de ir a la pelea ni la duda en gorrear. Le falta una gran conversación con su pierna suave y pídale que le dé la razón de su indiferencia.

Quizás usted es el gran culpable de ello al sólo pensar en su persona y no se da cuenta. Abrácela, bésela, reconquístela.

Así ella valorará lo que tiene y capaz que le tire la pérgola si también se luce con ella en el ring de cuatro perillas.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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