Doctor:
Nunca me habían conquistado con cosas materiales. Pero esta vez, con un poco de vergüenza quiero decirle que no aguanto más a mi pololo.
Es apretado, me lleva a moteles rascas y nunca me invita a comer. Tiene buena pinta, pero miserable.
En cambio el fin de semana pasado conocí a un hombre de unos 40 años, no muy apuesto, pero con un auto deportivo de aquellos, una billetera gigante y es súper simpático y canchero.
Me gusta, y de verdad me atrae más que mi actual pareja. No sé si entregarme al tiro con el último tipo, pero de verdad siento que mi pareja actual es fome y no me proyecto para nada.
El señor maduro me tiene loca.
Ayúdeme, consejero del amor.
Juanita
Mi dama Juana:
Al final las cosas materiales siempre, pero siempre deben pasar a segundo plano. Y fíjese que le creo eso de que el último hombre la conquistó.
No porque se gaste un Fórmula 1 y no tenga que invitarla a un restorán pagando en seis cuotas precio contado. Lo que a usted le gustó del cuarentón es su seguridad, su forma canchera de ver la vida.
A veces hay personas que no tienen ni uno, pero se creen el cuento y conquistan a cualquiera sólo con su forma de ser. Eso pasó aquí.
Su pololo debe saber todo esto antes de que le ponga los cuernos. Él no se merece que lo engañen gratis. Córtelo, pero con mesura. Es una persona y tiene sus sentimientos que hay que respetar.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com