Doctor:
Estoy con poca plata y ando entero caliente por meterme a un hotel de esos cinco estrellas con una mujeraza caribeña que me robó el corazón en la pega.
No tengo ni uno, pero ya estoy que me embarco en un crédito de consumo para consumirme entre las carnitas y el fuego de ese minón.
¿En qué topo? En que después de la pedida de plata voy a quedar más helado aún y con deuda. Pero con la satisfacción del deber cumplido, dejando muy bien puesto el nombre de Chile ante la mujer del Caribe.
Seguro que usted me va a alentar, aunque me va a pegar su raspada por lo de la plata que voy a pedir fiada.
Felipao
Felipinho:
Así, con diminutivo portugués empiezo la respuesta. ¿Sabe por qué, perrito? Porque usted es poca cosa, un buche tirado a galán, sin ni uno para el merecumbé y a pidiendo nada menos que un nidito de amor de cinco estrellas para gastarse la guasca.
Me tinca que lo suyo es pura apariencia, que tras unos porrazos termina cayéndose a pedazos.
Aún cuando no tengo por costumbre humillar a los iñi-piñi, me tinca que usted es cortito en todo y quiere suplir las carencias haciendo aspaviento de pachá.
Si fuera tan galán, la llevaría a su pieza y aunque no tenga jacuzzi igual la dejaría con los ojitos blancos. Pero como no, quiere hacer faramalla y encima con plata al fiado.
Váyase a "laar".
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com