Tuve un hijo con una mujer harto mayor que yo. De hecho, siempre me dijeron que iba a terminar mal, pero cuando la conocí me puse baboso, quizás porque me destetó y mojé las sábanas blancas con ella.
Doctor Cariño:
Aunque me diga que me equivoqué y que en vez de escribirle a usted debería estar llorándole la carta a un abogado, necesito que alguien me oiga. Tuve un hijo con una mujer harto mayor que yo. De hecho, siempre me dijeron que iba a terminar mal, pero cuando la conocí me puse baboso, quizás porque me destetó y mojé las sábanas blancas con ella.
Todo fue normal hasta que la doña empezó con mañas y yo también nunca dejé de chupar con los cabros del barrio. Cuento corto, me separé y ahora ella se desquitó con una pensión alimenticia que me está chupando la sangre, con decirle que llevo menos de un año pagando y ya me la reajustaron. No sé qué hacer, estoy desesperado y he pensado hasta engrupírmela de nuevo, porque sé que todo esto es por despecho. Ayuda.
Brayan
Don Brayan:
Tiene razón. No soy abogado y la única ley que conozco es la del hielo, sobre todo cuando se trata de mezclarlo con bebida y la "malicia". Pero tal vez no haga falta ser leguleyo para entender que cuando una pareja llega a sacarse los ojos en la justicia es porque las cosas fallaron antes.
Usted habla de que la veterana que le dio la papa se puso mañosa y por eso ahora se está desquitando en la chequera, pero también admite que se caía al litro con los amigotes. Pero volver sólo traería una tensa paz. Vaya a un abogado y vea si hay una ley que lo ampare, pero igual trate de acercarse para hablar con el corazón. Sé que es difícil, pero por el cariño que una vez hubo capaz que ella recapacite. Además piense en su hijo, él no tiene la culpa.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com