Doctor:
Tengo miedo, porque el próximo viernes voy a la primera despedida de soltero de mi vida.
He pagado 30 lucas y somos 20 compañeros de colegio.
Estoy casado, soy fiel y nunca he visitado ningún local nocturno con minas.
Me contaron que el evento es un asado y que tipo 12 de la noche van a llegar unas bailarinas y que ellas agarran al novio y a sus invitados para hacer juegos eróticos.
Me da lata doctor, pero no quiero quedar como un mamón frente al tremendo lote de compadres que son buena onda, pero a la vez se cacha altiro que me molestarán. ¿Voy igual?
Marco
Don Marquito:
Pero claro que tiene que ir igual y hágase hombre alguna vez. No tiene nada de malo participar de una despedida de soltero. Se pasa chancho y no significa que eso sea una infidelidad.
Imagínese: se come el tonto asado, se mata de la risa con sus compipas y después comienza el show. Ahí usted tiene que demostrar seguridad. No se le vaya a ocurrir inventar que le dio diarrea para arrancar al baño, y por ningún motivo se tape la cara con las manos.
Porque ahí, la morena que estará vestida de puro hilo dental, lo va a cachar que es macabeo y capaz que le haga ver la luz.
Así que ponga rostro de “experimentado’’, pues las féminas del rubro siempre agarran pa’l tandeo al más cara de pavo. Así se evitará un mal rato. Y eso de los bailes, es una cosa normal.
Para qué va a ir más allá ante una desconocida. Bueno, en este mundo hay harto “cirujano’’ con mucho estómago y bastantes “ultramanes’’ que les gusta ir a la pelea con monstruos.
