Doctor Cariño:
Hace unos años, cuando recién comenzaba con mi polola, yo era su patas negras. La cosa es que al poco tiempo ella terminó con su pololo y empezó conmigo. A los meses, me enteré que tuvo un remember con el ex. Y quedó la mansaca. Ella dijo que ''nunca más''. Me costó, pero la perdoné. Pero siempre me quedó el bichito dentro.
Ella se porta bien, es una buena mujer, preocupada, esforzada, trabajadora, cariñosa. Una verdadera princesa.
Pero la espina esta clavada, doc, esa traición nunca la he podido perdonar. Y resulta que ahora tengo la posibilidad de vengarme. O al menos quedar con la mente tranquila. Apareció una ex, que me escribió solo porque quiere juntarse a un tochangou. Una cosa a la hora de almuerzo, un par de horas. Solo eso. ¿La hago y me saco la espina? ¿O sigo cargando el dolor, pero no traiciono a mi pierna?
Aproblemado
Don clavado:
Cuando leía su carta me acordé de una canción de Los Fabulosos Cadillacs que decía ''Pero esta herida que llevo encima / no pesa nada solo es dolor / y todo el peso de tu mentira /toda la vida va a estar sobre vos''.
Yo creo que la jermu que tiene hoy es fruto de esa traición. Ella toda su vida estará pagando por el peso de su mentira y se dedicará a atenderlo y a cuidarlo. Es su manera de redimirse, mi rey.
Pero qué quiere hacer el muy pavo: vengarse. Acuérdese del Chavo del 8: ''la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena''. Por dos horitas de un porrazo a la rápida puede perder como en la guerra, amigo. Mejor aprenda a perdonar. Ya pasó el tiempo y al final, el que ganó fue usted. No haga leseras.