Doctor cariño:
Sea sincero conmigo y dígame por qué no agarro minas. No soy feo, tengo trabajo estable y una situación económica decente. Pero con mis 30 años he pololeado una sola vez y por más que busco a alguien, no encuentro nada. Me estoy salvando en puros topless y gastándome las lucas para satisfacer mis necesidades. Voy a una discoteque y no saco a bailar, porque me da miedo al rechazo. Mis amigos me tratan de gil y cada vez que salimos, ellos conocen mujeres y yo me quedo ahí mirando para la carnicería. Necesito que me diga qué pasos seguir, porque ando puro dando la lata y ya quiero tener una mujer que me haga cariños y que me quiera. Eso nomás, doctor.
PELAO
Don calvo:
Lo que necesita usted es un empujón para quedar con pachorra y levantado de traste frente a una mujer. Créase el cuento y déselas de ganador aunque no lo sea. Actúe igual que cuando paga en los cabaret por un ''ñé''. Porque seguramente ahí, con su billetera, se debe creer La Roca. En la vida no necesita desembolsar de su chauchera unas monedas para pasarla bien con una mujer. Primero, no busque una diosa como la Olivari. Sea piolita, una mujer vale por lo que piensa y no por lo que le ofrece para tocar y comer. No es un objeto, y muchos pailones creen que es así. Mi esposa es preciosa por dentro y por fuera, y más interesa que por dentro sea una reina. El cariño y el amor es impagable. Por eso le digo que en una disco, en un nigth club o en un sauna quizás no aparecerá la hembra de su vida, aunque podría haber una excepción. Mire para el lado en su trabajo, en las amigas de sus parientes, en el almacén. Abra bien los ojos, porque usted se ve buena persona y podría tener a su media naranja al lado y no se da cuenta. Un poquito más de seguridad y la hará de oro.