Desde el primer número de La Cuarta, el 13 de noviembre de 1984, siempre ha estado presente una de las secciones más leídas del diario: La Ventanita Sentimental del Doctor Cariño.
Se trata de un imperdible de emociones e historias para descargarse cuando el corazón está apretado por el desamor o los problemas que enfrentan las relaciones afectivas de los que habitan este país.
Y también para cargar las pilas, ya que los consejos del "Galeno del Amor", el "Titán de los Corazones", el "Gurú del Cachascán", el "Ayatola de los Catres", han servido para aclarar el rumbo y sincerar la vida de muchos.
Aquí se aprecian y se disfrutan las diez mejores historias del especialista en parchar los corazones de los chilenos, desde que estaba en la página 2 de La Cuarta, en su primera aparición.
Obvio que todos deben tener su consulta favorita o más emocionante, incluso algunos esperarán ver publicada las suyas.
En todo caso, aquí primó el gusto del propio galeno del corazón.
Historia 1: Marinero teme que la esposa la está pegando en la nuca
Doctorcito:
Soy un marinero porteño que pasa muy poco tiempo en Valpo. Vivo embarcado, pero no le voy a decir que lo paso mal, porque he bajado anclas con cuanta pícara encuentro en lejanas caletas. Pero eso no me preocupa. Voy al grano. Me casé hace ocho años con una morena estupenda y tengo dos hijos. Cuando retorno les traigo regalitos a los cabros y luego me encierro en la pieza con mi morena y no salgo hasta que la sirena de mi barco me anuncia la partida. Todo marcha bien, pero ahora pienso que se anuncia una tormenta. Mi señora me ha pedido que le traiga regalos extraños, como pipas, tabaco, camisas y otras prendas masculinas. Como notó mi extrañeza, me dijo que eran para regalar a unos primos y unos parientes pobres que no conozco. Yo le dije que bueno, que siguiéramos jugando al amor, porque cuando uno viaja tanto aprende tantas cosas. Bueno, eso usted lo sabe. Pero tampoco me aguantó los excesos eso me ha puesto extremadamente "cachudo", a tal punto que he pensado que mi adorable esposa está castigándome en la nuca. ¿Qué opina usted? ¿Realmente me está engañando? ¿Existen sus parientes? ¿Está cansada de las emociones fuertes que yo le brindo cada vez que toco puerto en casa? Deme una luz en este mar de tinieblas. Atentamente
POPEYE
Ay, marinero:
Me estaba acordando de una sensual canción que entona con tanta gracia la lindura española que se llama Maciel. En esa canción, el marinero es casi tan choro como este modesto doctor. Pero si lo comparamos con usted, vamos a tener que llegar a la conclusión de que si usted es marinero, debe ser de algún barco manicero. Pero no se trata de que lo siga sermoneando. Si es caído de la litera, ningún santo lo va a mejorar. Pero le voy a dar algunas pautas interesantes. Que su mujer le pida pipas y tabaco puede que pase. En estos instantes las mujeres son tan imprevisibles, que a lo mejor le gusta fumar y echar más humo que chimenea de acorazado. Pero que le pida ropa de hombre para unos primos, ahí la cosa cambia y no hay por dónde perderse. Tiene que ponerse definitivamente serio, tranquilito y poner las patitas en la tierra. Yo no creo que sepa tanta maroma nueva como producto de sus viajes. Los chilenos podremos ser subdesarrollados en muchas cosas, pero tenemos fama de buenos para el cacheteo. Y eso lo saben nuestras pollitas, sean porteñas, santiaguinas, sureñas, pobres o pirulitas. En consecuencia, trate de fondear sus dudas o de otro modo buscar la verdad. Diga que va a partir en un viaje muy largo y vuelva dos días después. De nochecita y despacito. Sin malas intenciones, porque hay que buscar el consenso. Si al atracar el bote en la bahía nota que hay otro, , calma compadrito y busque el diálogo. No se ponga a pegar espolonazos, porque a lo mejor lo hace con violencia y a muchas pinturitas no les gusta la guerra a muerte. Yo pienso que su mujercita está cansada de sus ausencias y de sus cachiporreos. Tal vez por eso ha buscado una caleta más tranquila, menos fogosas, pero más segura. Y en ese caso debe respetar su pensamiento. De ese modo su naufragio no será tan catastrófico. Eso es todo. "Ay, marinero…".
Historia 2: DJ la llevó al vicio y la echó al olvido
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Doctor:
Tengo un lío amoroso y no sé qué hacer. Necesito de su maestría para poder guiar mis pasos y poder iluminar mi camino... Usted es un oasis en mi desierto. Soy una estudiante universitaria, tengo 22 años y caí con un hombre muy diferente a mí en todo aspecto. Antes de conocerlo yo era virgen, casta, pura, inmaculada (hasta esa edad), no por falta de proposiciones, sino porque yo siempre me negué. No sé por qué fue él el único aceptado en mi vida, pero ahora es muy especial para mí. Este "taladrador" tiene 30 años y es un DJ muy jovial. Él me llevó al vicio y ahora me echó casi al olvido, en realidad no podría estar en la cama con otro, sólo él me ha dado y me da esa confianza. El problema es que casi ni me pesca, como buen trabajador nocturno, pero sí somos amigos. ¿Qué puedo hacer para recuperar lo que fuimos hasta hace un mes? ¿O su consejo es pasarlo a la bitácora de mi vida y alejarme de él como hombre y sólo aceptar esa amistad?
DESESPERADA
Mi perrita:
¿Cómo una joven universitaria casta, pura e inmaculada, rodeada de muchachones puntudos y que siempre andan con la maldad adelante, termina rindiendo la plaza y el honor ante un DJ de la noche? Por deducción, pienso que le gusta el carrete y con un par de copetes se tentó con el jovial treintón. ¿Sabía usted, mijita, que estos gallos agarran como locos en esos locales de humo y vaho alcohólico, porque muchas de sus clientas los consideran "artistas"? Por eso, apostaría que su "taladro" ahora está haciendo nuevas perforaciones, complaciendo pedidos de las loquillas. Al roto mal agradecido le importó un rábano que usted lo eligiera para hacer sus primeras armas, para debutar como mujer. Ahora, el frescolín le ofrece su amistad en circunstancias que lo necesita para que le aumente el kilometraje y ajustar así bien su motor. El desaire que le hizo no es para perdonarlo, así que bájele la cortina de un viaje. Le garantizo que muy pronto encontrará otro gallo que le inspirará tanta confianza como para tirar el colaless a la chuña. Pasando a otra cosa, ¿cómo va en los estudios, linda? Recuerde que éstos deben tener prioridad.
Historia 3: Lo echó porque la gorreó pesado, pero ahora lo extraña
Mi doctor:
Mi marido toca el teclado y yo soy del coro en una orquesta tropical. Actuamos en matrimonios, bautizos, eventos y nos va re' bien. Salvo el domingo pasado, que fuimos a un casamiento de día y mi esposo se puso a besuquearse y agarrarle el traste a la hermana de la novia. Ella se curó y cuando hicimos un receso del baile, la tipa salió a buscar a mi hombre. Y él se hizo el leso y se la llevó a unos árboles. Ahí hizo de todo hasta que la pilló el hijo de la veterana. Llegaron otros parientes a encarar a mi marido, le pegaron, nuestros colegas saltaron y se armó la mansa mocha. Volaban las trompetas, la batería se rompió y quedó la mansaca. Terminaron todos presos, menos yo. Obvio que llegó mi esposo en la tarde. Le cerré la puerta, cambié la chapa y le dije que se fuera de la casa y no volviera más. Yo lo extraño y mis hijos también.
CINDY
Estimada:
Siempre he dicho que un músico siempre está cercano a la tentación, al copete, al sexo y al "rocanrol''. Pareciera un estigma, pero todos mis amigos que tocan, aparte de la corneta, son buenos para la palanca y las mujeres. Su marido no es la excepción, porque además de ejecutar el órgano también se preocupa de andar joteando a cuanta mina curá se le cruce en un evento. ¿O acaso cree que la hembra lo buscó a él, porque es Brad Pitt? No pues, mi reina. Acá el hombrón lindorfeó mientras hacía las coreografías arriba del escenario. Y de ahí ella lo va a buscar, y ahí mismo el caballero se hizo el vivo y la llevó a los arbustos. Está bien que le hayan sacado la cresta, está bien que lo hayan pillado, está bien que haya quedado preso. Pero acá no puede mezclar las cosas: sus hijos quieren ver a su taita y usted también quiere a su príncipe. Que se arrodille bien arrodillado y nunca más otro pastelazo así. Si se lo jura de estómago, ábrale la puerta y siga con su familia completa.
Historia 4: No se decide entre la rubia que no lo pesca y la crespa que le tiene ganas
Doctor Cariño:
No tengo polola pero casi. Estoy jugando entre dos opciones, por eso le pido ayuda. Voy en cuarto medio y me gusta una niña de otro liceo. Es muy pero muy linda, rubia, hemos pinchado un par de veces, pero como que no toma tan en serio y la encuentro muy coqueta. La otra es una crespa, a la que no he pescado nunca, pero me manda mensajes tirando los cortes. No es tan linda como la rubia, pero tiene sus cositas. Quiero tener una pareja, pero no sé por cuál de las dos jugármela.
PEPE
Pinguinillo:
Considerando su edad, está más que claro por qué tiene tantas ganas de tener polola. Sus papás deben estar hasta la tusa con la cuenta del agua por sus largas duchas y la amiga Manuela debe estar toda tullida pidiendo un arito. Pero no se apure, que todo tiene su momento. Siendo tan chico, lo que tiene que hacer es ir de a poquito sumando experiencias, lo que busca es una polola y no la mujer para toda la vida, así que no se enrrolle tanto. Si le gusta la rucia, vaya con toda confianza, nada tiene de malo que la cabra sea coqueta. Invítela a un panorama choro y pídale pololeo. Si se va de negativa, mala suerte no más, nada se pierde con intentar. Ahora, si va por la morocha -donde parece que tiene la mitad de la pega hecha- vaya convencido y no como premio de consuelo. Pero sea con la que sea que le resulte, pórtese bien, mire que es muy chico para andar haciendo leseras.
Historia 5: Peluquero atina con clientas y después tiene cargo de conciencia
Doctor:
Disculpe que no lo llame como los que regularmente le escriben. Es que mi caso es serio y ya me he gastado harto tiempo y dinero en él. Soy estilista femenino, peluquero de mujeres, para decirlo en vulgo. Y para evitar pensamientos errados de quien empiece a leer las primeras líneas, le digo al tiro unas cosas: no soy gay (no tengo nada contra otra forma de practicar el sexo), soy medianamente educado, no soy buenmozo, soy discreto y tengo una polola que amo mucho, muchísimo. ¿Claros? Bueno, en esto de atender público femenino y aprender de la belleza de las mujeres, de aprender a conocer sus formas de expresar y querer verse lindas, uno va entendiendo algo de su mundo especial y hermoso. Así me he acercado a muchas de ellas y, sin querer, he terminado teniendo intimidad con varias. Pero después de cada encuentro, del placer que me dan, quedo vacío y me siento mal, culpable, cuando acaricio a la mujer que amo. Somos felices, pero no doy más con mi conciencia. Estoy yendo al siquiatra y como que no hallo luz sobre esto. ¿Puede usted hacer algo?
SEÑOR Z.
Don Fígaro:
Ese era el nombre del famoso Barbero de Sevilla, una ópera tirada a lo cómico, donde un hombre que trabaja con los pelos de los otros hace una serie de pilatunadas por el amor de otros. Bueno, algo tiene que ver con usted, que es peluquero de mujeres y tiene enredos con las clientas y el manso lío con el "tonto Morales", ese que nos remece la mala conciencia. Para ir al grano, le diré que en esta pega de doctor de almas me llegan muchos casos de chacales del catre que andan con cargos de conciencia. Son mis hermanitos débiles del amor. Y hay que ayudarlos, para eso estoy. Entonces aquí va la receta: se deja de peinarles la chasca a sus clientas en hoteluchos de mala muerte o se separa de su pierna querida. Así se deja de sufrir y no hace sufrir a la "pierna". Amigo, sólo hace falta fuerza de voluntad, para una u otra decisión. Vea cuál le duele menos. ¡Figaro qua, Figaro la, Fígaro su, Fígaro giu! ¡Fíiigaroo, Fíiigaro!
Historia 6: Teme que la polola lo rechace por el maní
Estimado doctor:
Necesito que me ayude, pues mi tema es demasiado fuerte. De chico me han molestado mis amigos con típicas bromas sobre el tamaño de… usted sabe. Me decían maní, timbre, el "na' ni na''', y un sinnúmero de sobrenombres que me tuvieron enfermo de los nervios. No me duchaba en educación física, cuando nos revisaba el doctor me hacía el enfermo y me iba a la inspectoría y me ponía hasta calcetines en la delantera para no quedar corto. Han pasado más de 15 años y el problema se mantiene. El asunto es que aún no veo la luz. Estoy virgen, me enamoré de una mujer adorable y el temor es que me rechace por no tener mis cosas bien puestas. Este tema me tiene muy preocupado, y creo que puede terminar con mi hermosa relación.
TOMMY
Don Tommy:
Creáme que no es el primero que debe entubarse el llamado de la selva. Pero cuando las puñalás de carne ya no sirven de nada, y uno anda con el casco romano marcado como las calugas de Alexis, no queda otra que recurrir a otras artes. Pruebe la "Gran Mati Fernández", a ver si calladitos le mete una rabona a la esposa y se saca los balazos. Ahora, si a usted le gusta el cacheteo en HD y la patrona es gritona, le aconsejo que se arranque al Cajón del Maipo, porque sale harto más barato que un motel, y ahí cerca del río hay arbustos que le permitirán darle de comer al niño. Ojo con las hormigas, eso sí, que no respetan ningún hoyo y puede terminar con el popó mordido. Usted es el que tiene que funcionar. Así que agarre una abeja, chántese miel y espere que le pique. Esa es una técnica antigua, que lo hizo un conocido cantante de rock y que ahora se luce en el ring. No, mi amigo, es una broma. Usted debe estar tranquilo con los consejos que le di. Mentalícese y repita: el tamaño no importa. Usted es el que va a debutar y lo hará espectacular.
Historia 7: No rindió con la profe y ahora no lo pesca
Doctor:
Me enamoré de mi profe y ella no está ni ahí conmigo. Sin embargo, en la fiesta de fin de año, que fue el viernes pasado, me tiró los corridos, entré al toque y me dio la pasada. Pero quedé prendido y le escribo y no me responde. Eso me tiene triste, porque creo que el motivo de que me ignore es porque fallé en el catre aquella vez. Duré menos que un candy y la mujer quedó con ganas. Más encima no me pude recuperar, pese a que tengo recién 24 años. No sé qué hacer. Los problemas son dos: soy malo para el catre y requiero un médico y amo a esa veterana y no me pesca. A sus pies, doc.
PENCA
Don corneta:
No me sorprende que le haya fallado el pilín en aquella oportunidad. Lo que pasa es que debe estar tan enamorado de la mujer, que se puso ansioso y disparó como el vaquero más rápido del oeste. Y cuando intentó ir a la pelea por segunda vez sus nervios se lo comieron. Ese es un problema común en varios jóvenes, así que cero drama. Por siaca, vaya al urólogo, pero el problema es de la cabeza de arriba. Sobre la hembra, le puedo decir que la respete en todo sentido. Ella no lo pesca, pues considera que fue una linda aventura y ella está en otra. Se encuentra en todo su derecho y si no lo agarró más allá del encatramiento de dos minutos fue porque es una mujer libre. No creo que lo haya cortado por penca para el bombín, sino que no quiere nada formal. No se eche a morir, mi perro.
Historia 8: Lo echaron de la casa por califa y él jura que es puro bluf
Doctorcito:
No sé por qué resulté ser tan califa. Y prueba de ello es que mi esposa me dejó botado, porque me pilló haciéndome el lindo con la profe de mi hija menor. No hice nada malo, sólo le conversaba por Guasap. El problema es que le hice un video cochinón y se lo mandé. Justo en ese momento mi mujer me sorprendió y me echó al tiro de la casa. Llevo dos semanas llorando y sin poder ver a mis cabros. Le juro por el de arriba que nunca le he puesto el gorro. Sólo he hecho cosas con mujeres como las que le conté, pero más allá de eso no hay beso, ni corrida de manos ni menos un cacheteo. Soy puro bluf, porque mi señora es la única que me merece. ¿Pero cómo me va a creer?
CUCHARA
Oiga, compadrito:
Ojalá que no se un cuentero de cuarta categoría, ¿pero, sabe qué?, le creo, pues conozco varios socios que son puro hoci nomás y al momento de los quiubos tiran pa' Colina, porque no les funciona el manguaco o se van en 30 segundos para la casa. Capaz que usted sea de esos, o quizás un enfermo que sólo disfruta con palabras sucias e imágenes de sexo duro y sin hacer nada. Ahora para que su señora cache lo desquiciado que es, vaya a su casa y la espera hasta que salga con sus cabros al colegio, ahí le dice que lo acompañe al sicólogo y le explica sus motivos. No es normal lo que hace mi perro. Hágase ver. Por sus niños y, obvio, por la mujer con quien pisó el palito.
Historia 9: Está que le pone los cuernos a su marido enyesador
Doctor Cariño:
Mi marido tiene 48 años, es enyesador y, aunque parece chiste, tiene problemas para cumplir su labor de hombre: Es cacho paragua. Al principio nuestro matrimonio anduvo bien (tenemos cuatro hijos), pero hace cinco años que no pasa nada. Yo pensé que era por un tiempo, pero no volvió a dar señales de vida. Aún no le he sido infiel, pero estoy que corto las huinchas por tirarme sobre un macho con las cosas bien puestas. Yo amo a mi esposo y tenemos una linda familia, pero no aguanto más. ¿Busco consuelo en otro lado? ¿Me compro un juguete a pilas?
URGIDA
Madame:
Creáme que no es el primero que debe entubarse el llamado de la selva. Pero cuando las puñalás de carne ya no sirven de nada, y uno anda con el casco romano marcado como las calugas de Alexis, no queda otra que recurrir a otras artes. Pruebe la "Gran Mati Fernández", a ver si calladitos le mete una rabona a la esposa y se saca los balazos. Ahora, si a usted le gusta el cacheteo en HD y la patrona es gritona, le aconsejo que se arranque al Cajón del Maipo, porque sale harto más barato que un motel, y ahí cerca del río hay arbustos que le permitirán darle de comer al niño. Ojo con las hormigas, eso sí, que no respetan ningún hoyo y puede terminar con el popó mordido
Historia 10: Virgen a los 41 quiere rendir bien la primera vez con su polola
Doctor Cariño:
Le escribe un esbelto hombre de 41 años, que pesa 83 kilos y mide 1.82. Junté platita durante dos años para hacerme una manga gástrica y bajar de peso. Resultó todo bien. De hecho pesaba 145 kilos y nunca tuve una mujer. Soy virgen y, ahora comencé a vivir la vida como si hubiera nacido de nuevo. El problema es que me puse a pololear con una gran mujer y que es seca para el sexo. Me le he corrido, porque nunca lo he hecho y creo que podría defraudarla. Imagínese yo, ahí frente a mi pareja y sin cachar cómo hacer las tareas. Mal, poh. Por eso es que espero que me de consejos para quedar como un campeón. Ayúdeme, señor.
CHAMELITO
Don Chamelo:
Todos alguna vez tienen la primera vez. Yo me acuerdo perfectamente cuando debuté en el ring. Salió todo de pura inercia. Usted sabe que el ser humano actúa con instintos. Le digo esto, porque no se va a dar ni cuenta cuando esté con su polola en la camita y necesitará un martillo para bajarse el chipote chillón. Tiene que hacer lo que le dé el momento. Juegue con besitos y solito saldrá su debut cachondero. Más encima, si hay amor entre medio, es mucho más rico una buena relación sexual apasionada. Así que apúrese y vaya a la pelea. Pero un consejo: hágase una buena previa, con champancito, algo para picar, velitas. Y después ¡te quiero ver en la cancha Chupete….! Suerte.