Doctor Cariño:
Por fin me fui de la casa porque mis padres han sido unos amargados conmigo.
Nunca me dieron buen trato, nunca quise regalos, ni nada material, sólo quería que me abrazaran, que me hicieran cariño o me tiraran para arriba en lo que estudiaba.
No soy una cabra chica, pero hay cosas que son necesarias en la vida y no se ven, se sienten.
Pues bien, no tuve eso, sólo cosas materiales. No era por dinero que no me fuera antes de cumplir 25, sino porque estaba esperando algo más: cariño.
Me dijeron que ocupara uno de los departamentos de la familia, pero no lo hice, con mi plata me arrendé una pieza, pero es mi pieza.
Bueno, en donde alquilé hay un joven del que me enamoré y somos pareja, incluso estamos esperando un hijo.
Y él me sale con que quiere ver a mi familia, que les diga que voy a ser mamá. Yo no quiero y él insiste. ¿Qué hago?
Lali
Mi niña:
Una pena que le hayan tocado unos padres que no supieran dar cariño, aparte de la educación y enseñarnos la forma correcta de tratar a las personas y el mundo, una de las grandes herencias que nos dejan los viejos es el cariño, ese que nos va a acompañar hasta el fin.
Es bueno que usted haya buscado su independencia y que encontrara un hombre bueno que la ama y con quien tener un hijo o hija.
Por eso mismo, si lo ama, dele la oportunidad de que conozca a sus padres, que él mismo vea cómo son y, si no han cambiado, por último tuvo la oportunidad de saber cómo eran.
Y, lo otro, quién sabe si la llegada de un bebé les ablanda el corazón y se pegan los alcachofazos para ser buenos abuelos, incluso, la cosa puede llegar hasta que sean tremendos padres a última hora. Pruebe, haga el intento.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com