Doctor:
Es verdad eso que dicen que “el pasado, pisado”. En mi caso, fue un pasado bien pisado. Le cuento: hace unos 20 años, conocí a una lolita, nos hicimos amigos y empezamos a conocernos. Yo estaba pololeando, pero las cosas ya no funcionaban. Corté a mi pareja y ahí comencé una relación con esta lola. Fue increíble. Nos hacíamos tira hasta tres veces al día. Su mañanera, en la noche y nos juntábamos a almorzar con postre incluido.
Fueron como tres años a ese ritmo, pero al final, tampoco las cosas funcionaron. Han pasado casi 20 años desde la última vez que nos vimos y nunca más la había visto. Hasta hace un par de semanas, que la caché que, por casualidad, llegó a trabajar a la misma fábrica en la que yo trabajo. Ella como secre del gerente y yo como jefe de un área. En los próximos días hay una reunión y ahí la veré. Estoy aterrado. ¿Qué hago?
TEMEROSO
Pie Grande:
Me alegro mucho cuando alguien me cuenta que con su pareja se hacen pedazo a diario. Este mundo sería tan distinto si en vez de peleas hiciéramos más cuchi cuchi.
Su historia es linda y es una pena que no haya seguido con esa chiquilla. Pero la vida es así. A veces da y a veces quita.
Lo que me parece increíble es que después de todos estos años usted no la haya buscado y que la vida la ponga de nuevo en su camino.
Seguramente se le movió algo más que el piso al verla. ¿O no? Pero debe tener en cuenta una cosa muy importante: las cosas ya no son iguales. Usted es 20 años más viejo. Y seguramente ella ya tiene su vida, familia, hijos. No interfiera. Que eso ni se le pase por la cabeza. A lo sumo, recuerde con ella tiempos pasados y bien pisados. Pero el presente, el ahora, no es para pisarlo.
