Hace tres años conocí en la pega a un cuarentón al que tenía que prestarle mis servicios de asesoría. Un día vi que me miraba así que me lancé con toda mi carrocería. Resultó un as del ring de cuatro perillas, porque me deja loca y pidiendo agüita.
Doctor Cariño:
Tengo 30 años y quiero contarle mi drama pasional. Hace tres años conocí en la pega a un cuarentón al que tenía que prestarle mis servicios de asesoría. Un día vi que me miraba así que me lancé con toda mi carrocería. Cayó redondito y desde ese momento casi todos los días teníamos reuniones fantasmas en una oficina escondida, donde le dábamos rienda suelta a nuestras fantasías.
Resultó un as del ring de cuatro perillas, porque me deja loca y pidiendo agüita.
El atado es que ahora se cree jefe y se fue de la empresa a una oficina super lejos y ya no me pesca. Me da bola, con suerte, una vez a la semana en un cinco letras del centro, nuestro sartén del amor. Para mí no es suficiente, necesito más. Es su culpa por mal acostumbrarme. Es verdad que no tenemos nada serio, y siempre ha sido así, pero ¿podré exigirle más? ¿Y si ya no tiene ganas? ¿Se estará sirviendo a otra en la pega nueva?
Morenita insaciable
Morenaza:
Mi estimada, veo que tiene experiencia en estas artes amatorias, pero dudo que la tenga clara emocionalmente. Le digo esto último porque se huele a lo lejos que lo de ustedes no era más que una lucha corporal y con la adrenalina típica que genera hacer algo "malo" en un lugar prohibido, como es ocupar la pega como motel.
Si estuvo tanto rato en esa y nunca pasó eso de tomarse la manito en la calle, le informo que esa relación ya era y que es mejor que se busque otro portento del amor sudoroso. El suyo ya fue, se cambió de pega y perdió las ganas de estar con usted. O si tiene dudas, pregúntele en directo, de frente. Deje de pasarse rollos y siga su camino.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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