Doctor:
Esta mujer me trae loco, doc. Desde niño que me gusta. Desde Primero Básico, se lo juro. Me enamoré tanto de ella que me hizo amigo de sus amigos.
Bueno, al principio me costó mucho, porque ellos eran de plata y me tuve que vestir (o disfrazar) como ellos para mezclarme con gente de su estilo, algo que yo nunca tuve ni tengo.
Ella fue a la universidad y yo me quedé mascando chicle en la esquina del barrio. Y sus amigos también se fueron.... Pero la vida me dio una nueva oportunidad: me llegó una herencia del cielo y con eso me decidí a buscarla a ella en el Facebook.
Como vi que ella es una mujer acomodada, hice el empeño por estar a su altura. Para eso me compré un auto de 30 palos, con lo que me vi obligado en pasar casi toda la herencia y quedarme con una deuda de como tres años. Me veo precioso en la foto de perfil. ¿Invierto más? ¿Ropa y esas cosas? Es que de verdad, doc, la amo...
Clemente
Don Resentido:
Lamento mucho, de corazón, que aún exista gente que piense como usted. Disculpe, pero es así. Cómo es posible su empeño por aparentar algo que no es. ¡Y de chiquitito!
Está claro que los ricos tienen mayor opción de educación, porque pucha que es caro, pero eso jamás le quitará el derecho a estudiar en una universidad.
Puede que cueste más, claro, pero eso no lo valida el hecho de que usted se quedara con el pie montado en la pared de la esquina escuchando "El baile de los que sobran".
Si la ama tanto, como usted dice (eso es obsesión, mi señor), póngase en el escenario que ella le compra todo su discurso chanta de hombre de plata... ¿Cómo aguantará tamaña mentira?
Deje de querer ser lo que no es. Si ella es para usted lo querrán por lo que es, no por un auto que en una de esos se la quitan, por irresponsable.
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