(DR):
Con la desesperación, mi señora me llevó donde una bruja amiga, que según ella sería capaz de levantar hasta a la Diana Bolocco del 13.
Llevo meses decaído y me han hecho todos los exámenes, incluso hasta el dedito en el túnel Lo Prado, y no me hallaron nada.
Lo raro es que cuando llegamos a la consulta, mi mujer se quedó afuera y entré a una pieza donde habían unas velas rojas y olor a incienso. La bruja estaba harto rica, era rubia, tirada a jipi y me sentó en una camilla.
Empezó a rezar, hasta que entró en trance y para sacarme la mala vibra me empolotó hasta que en una me agarró el chipote, lo apretó con furia y se lo guardó en la jarra.
Quise apretar, pero el miedo me heló. El exorcismo bucal duró unos cinco minutos y cuando acabó la hechicera me recetó más sesiones. Mi señora me dice que vuelva, pero temo que pronto aparezca el sapo en la olla de la bruja y me trague para siempre.
Pipo
Mi poseído:
Tuve que leer dos veces su carta para descubrir a qué topless lo llevó su santa mujer, que no sé si se merece un aplauso o una mención cuando entreguen el próximo Nobel de Medicina, al descubrir a la primera doctora que cura los malos por el ñato.
Déjeme decirle que su enfermedad es tan mula como ese miedo que dijo sentir en el diván, donde la machi le mostró su doctorado en trutruca.
Creo que su dolencia es simple calentura, que se quita con un par de charchazos y agua fría frente al espejo, el mismo que le dirá que su esposa no merece tener una amiga tan pate vaca como esta bruja.
Esa amiga debe pasar arriba del palo de la escoba quizás con cuantos más..
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