Hace unos años descubrí a mi mujer enviándole videos pornos a otro compañero de pega. Me lo negó, incluso quedé como culpable de andar sapeando.
Doctor Cariño:
Hace unos años descubrí a mi mujer enviándole videos pornos a otro compañero de pega. Me lo negó, incluso quedé como culpable de andar sapeando. Pero el tiempo me dio la razón: la pillé chanchita. Me ponía el gorro con un tipo de la oficina.
Me quedé en la casa con mis cabros solo porque no tenía donde vivir. Estuvo todo muy tenso, doctor. Pero de un día para otro, ella me pidió perdón.
Yo creo que se dio cuenta del machote que se estaba perdiendo, porque mientras la relación estaba en suspenso, yo me dediqué al deporte y cultivar mi físico. Tenía más pectorales que el Pato Laguna.
Ella quiere arreglar todo. Ha cambiado mucho, pero en mi cabecita todavía me engaña. Algo se quebró para siempre.
¡Ayuda, doctor!
Corazón herido:
No me imagino el dolor por el que está pasando y la desconfianza que lo carcome día a día. Debe andar perseguido todos los santos días porque cree que la mujer que lo aguantó estos años, le sigue pateando la nunca con bototos.
¿Usted cree que ella cambió para seguir haciéndole la cochinada? Piense en todos los hombres que han hecho lo mismo. ¿No cree que se merece otra oportunidad?
Yo que usted se la daría. Por algo se han aguantado tantos años. Una canita al aire es como dibujar en el agua.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com