Cuando me casé pensé que era para toda la vida, pero ahora creo que voy a tener que dar un paso al costado, pese a que tengo tres hermosos hijos.
Doctor Cariño:
Cuando me casé pensé que era para toda la vida, pero ahora creo que voy a tener que dar un paso al costado, pese a que tengo tres hermosos hijos. Mi esposa me ha engañado cuatro veces con el mismo tipo. Una vez lo encaré, hasta le pegué, y ambos me dijeron que fue un error. Y así pasaron los años, y después de una década ya estoy saturado.
La semana pasada los pillé en mi propia casa. Menos mal que no estaban mis niños, pues ya son universitarios. Los vi con mis propios ojos. Me fui donde un amigo y mi esposa me llamó llorando con amenazas de suicidarse, porque me ama. Yo aún la quiero, pero todos me dicen que ella tiene una estrategia para que le pague todas sus deudas. No sé qué hacer y dependo de usted.
Matías
Don Matías:
Todo el mundo en varias ocasiones me ha tratado de conservador. Obvio, porque me gusta la unión familiar, que las parejas se reconcilien y que los niños disfruten a sus papás juntos. Pero lo que vivió usted es para darle una vergüenza monstruosa. Ha quedado como un pajarón por años y más encima cuando el patas negras es el mismo.
Es como si estuviese Bonvallet, seguro le gritaría "¡Avíspate!". Agarre sus cosas y váyase de la casa. Sus hijos están grandes y usted no puede seguir sufriendo esta tan insólita humillación. Aunque la mujer le llore, dígale chao. Esa estrategia de la plata yo la creo. No se la hizo una vez, mi rey... ¡Fueron cuatro! Así que agarre sus cosas y parta a un lugar incierto sin perder de vista a sus queridos hijos. Ellos lo comprenderán.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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