Doctor:
Por su columna pasan y pasan casos de barsudos que hacen esto y aquello con mujeres y eso me cansa. Es verdad, usted los descubre cuando están mintiendo, pero igual hay mucho mentiroso.
Yo soy de verdad, soy una Doña Juana, conquisto hombres como quien destapa una lata de cerveza, soy experta. Tengo cuatro d´cadas y algo y desde que era chica que ando asaltanto guachones y no tan guachones.
Ahora mismo tengo tres pololos y marido... ¡Y todos felices! Claro que ninguno cacha que son todos venados. ¿Y el atado? Es que tengo aguachadito otro, pero sabe que juego a cuatro bandas y quiere exclusividad.
LOLITA
Perrita:
Me entraron serias dudas sobre su historia, parece que es más para balsearse frente a las colegas de la oficina. Pero de ser cierto, estamos frente a una pícara de tomo y lomo a la que no voy a celebrar o alentar a buscarse un quinto jinete de su apocalipsis calenturiento.
Habrá cachado usted que ninguno de los don Juanes que me escriben son alentados a seguir siendo califas con cuanta hembra se les ponga por delante. Los paro en seco y más si son casados, como es usted.
Imagino que debe usar preservativos, de lo contrario está expuesta a cualquier bicho con su promiscuidad. El consejo no es que la corte con el zandungeo, sino que deje de engañar al marido, si no lo quiere y no hay cabros chicos o estos ya están grandes, termine la farsa y siga galopándose a quien desee.
Ponga las cartas o las presas sobre la mesa y déjese de vivir una vida del carajo.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com