Doctor Cariño:

La tranquilidad familiar se ha roto en mi casita. Con mi hijo en su primer año de universidad y estudiando su carrera soñada, creímos que todo iba sobre ruedas y que solo una tragedia podría interrumpir todo. Lamentablemente, esa tragedia llegó de cerca y con mi vecina.

Un viernes por la noche los vi de la mano, muy amorosos los dos y ahí se me desmoronó todo. Ella tiene 30 años más que él. Viene de vuelta y creo que no será la mejor influencia para mi hijo: él tiene que dedicarse a los estudios y no seguirle el juego a una veterana.

Lo peor de todo es que ahora mi cabro se quiere ir a vivir con la vecina. Dice que está mejor ahí, que la tranquilidad es impagable.

No sé qué hacer, doctor.

Anita

Madre complicada

Primero tiene que entender por qué su muchacho se enamoró de la vecina veterana y por qué no quiere estar más en su casa. No crea que su cabro chico tiene intereses por la arqueología. Parece que simplemente, la amiga pudo darle lo que ninguna lolita quiso: puro amor.

No le eche la culpa a su vecina. Estas cosas del corazón son incontrolables. Es como empatar un partido ganado en el último minuto. Nunca se sabe cuando van a pasar.

Yo que usted me haría la lesa y lo dejaría virarse de la casa. Total lo va a tener cerquita. Le apuesto que en menos de dos meses uno de los dos se aburre. O la veterana lo despacha por inútil o su hijo empieza a rayarle los cuadernos a alguna compañera.

Paciencia

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