Experto en artes amatorias se topó con una prueba superior y tiene terror a enviciarse

Doctor Cariño:

No soy una máquina sexual ni mucho menos, pero digamos que me defiendo en el tatami del amor y siempre he tenido hasta pedidos de provincia. Y en esta larga militancia como soldado de Cupido le he hecho casi a todas las locaciones y, sobre todo, "posiciones". Se las enumero: "El lagarto amazónico", "la libélula tailándesa", la "comadreja pastando" y, obviamente, "el misionero automático" son mi especialidad.

Pero mi última conquista me puso a prueba, ya que es fanática de "la transfusión vietnamita", ya que mientras recibe amor a ella le encanta posar su dedo índice en las profundidades del contrincante. La primera vez me dieron tiritones, pero ahora como que me está gustando. Y tengo miedo de que esto se convierta en un vicio y de ahí no pueda escapar. Ayuda mi sacerdote del kamasutra.

Panchulo

Mi "sex machine":

Siempre he desconfiado de los que dicen saberse el Kamasutra al revés y al derecho, porque creo más en eso de que el que come callado, come dos veces. Así que discúlpeme que dude, pero tanta postura sacada de los programas del Profesor Rossa, a lo menos, me dejan la bala pasada.

Pero supongamos que es cierto que a lo Tony Kamo usted baja las enaguas sólo con el poder de la mente y que este desafío lo tenga viviendo un examen a la próstata constante. Si fuera tan así entonces le recomendaría que progrese con la musa inspiradora hacia un estado superior, porque la vida no es sólo sexo, también hay sentimientos.

Y ya que encontró la horma de su zapato deje de lado esa vida libidinosa para radicarse en una linda y progresista relación. Inténtelo, y aproveche que ya le gustó cómo partió la cosa.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com